¡Canta! viajero ¡canta! |
¡Canta! ¡Canta! Nunca le temas a la tormenta. Viajero de mil caminos, hoy cántale a tu arrebol que desde las nubes, ya anuncian que levanta el mal tiempo y que ya pronto brillará el sol. Si la lluvia que moja tu rostro, te sabe a mares, lame tus labios, que el agua tiene sabor a vida. Escurre tus ojos, tu cara y sueña si lo quieres, con el sueño grato que en tu alma buena anida. Si el trueno te asusta, con su furioso grito y tu piel se te eriza y con miedos tiembla; Cántale a tus dudas y con la fe de un rito prosigue tu camino que el destino espera. Al descanso, te proponen tus pies cansinos y a la vera de tu ruta, buscas el trago dulce de tu vino, que tiene el fragor de los trinos de las aves que riman, lo que tu amor seduce. Tu descanso se posterga en letargo santo; Reposa el cuerpo y el alma se anima y canta. Escucha la melodía que acompaña su canto y no abandones tu camino, viajero y ¡Canta! Tal vez no busques en tu destino respuesta. A dónde tus pasos te lleven, no lo sé amigo. Si da un casual y pasas delante de mi puerta; Detente ¡Canta! Y comparte tu canto conmigo. |
Juan
Ramón Pombo Clavijo
Del Libro “Sol Morado”
11 de marzo de 2003
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