Aullido |
La noche trae añejas tinieblas Que como tupidas telarañas atrapan Y alimentan las viejas nostalgias Escarbando idos recuerdos que vuelven Remotas acciones se hacen presentes Que la conciencia evalúa con garbo No hay escapes ni tangentes Donde huyan impunes nuestros actos Nuestra existencia, se aferra al lamento Recorre como rayo nuestra vivencia No dejando lugar al arrepentimiento Nada peca de poca importancia La fresca luz de la alborada Nos de la Paz que buscamos Podamos aplacar los aullidos del alma Y que en cada amanecer, cantemos El cántaro fresco traiga vida Bebamos de él con fruición Cuando caiga la última estrella Lata con fuerza, nuestro corazón |
Juan
Ramón Pombo Clavijo
Del Libro “Plenilunio”
22 de agosto de 2008
Ir a índice de poesía |
Ir a índice de Pombo Clavijo, Juan Ramón |
Ir a página inicio |
Ir a mapa del sitio |