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Cuentos de hombres solos í [1]
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Algo así como "medio centenar de
cuentos", dice Oscar Brando, constituyen la Obra de Mario Arregui
(1917-1985). A esos cuentos deben agregarse los prólogos escritos
para las distintas ediciones de sus libros, así como algunos otros
textos de carácter ensayístico que continúan o afinan su constante
reflexión a propósito de la literatura, los relatos y la propia
escritura. Pero esas son notas, acotaciones, apuntes. El lenguaje
verdadero de Arregui fue el cuento. Escribir cuentos fue su modo de
acoplarse, o mejor, de entregarse al torrente de la literatura sin
pretensiones de hacerlo explotar, de cambiar su rumbo o siquiera de
cuestionarlo. Sus apuntes metadiscursivos se ocupaban de cuestiones
técnicas o de estilo, del problema del género (entendiendo género
como se entendía hace más de veinte años: como la corriente estética
o temática; como la inscripción bajo una etiqueta específica que
podía ser "criollista", "policial" o "de aventuras", por ejemplo),
pero no ponían en duda el hecho transparente y rotundo de que la
literatura era capaz de decir las grandes cosas del Hombre. |
Puede parecer al principio que "Un cuento con un pozo" -un relato
que hasta para él mismo era algo demagógico- termina cobrando un
alto precio a la cobardía del personaje. Sin embargo, lo que aparece
como el primer acto de cobardía de Martiniano Ríos (esconderse de la
partida que está llegando al rancho; dejar a su suerte a la mujer y
al niño) es una acción hija del sentido común, de la lisa y llana
sensatez. Es la decisión tomada por un hombre que no cree que tenga
que seguir mostrando su valor al servicio de otros. Y como bien
señala Oscar Brando, la segunda claudicación (el suicidio, apenas
evocado por el narrador) es, una vez más, una forma extrema de
ejercer la libertad. Martiniano Ríos no pertenece al universo
antiguo de los héroes trágicos, aunque sea un hombre solo en medio
del campo. |
UN MUNDO VIRIL. Arregui, que vivía en una estancia de Flores que
había sido de su padre, respiraba el aire algo antiguo de los
hombres de campo, pero había sido formado intelectualmente en las
tertulias montevideanas y había abrazado la causa comunista desde la
época de la guerra civil española. Sus inquietudes eran
profundamente existencialistas; marchaban al paso de la época en que
vivió y en que adquirió sus convicciones. |
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Mario Arregui |
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Una selección anterior de cuentos de Mario Arregui había sido
publicada por Banda Oriental en 1996, con prólogo de Pablo Rocca. El
volumen de la Colección de Clásicos Uruguayos casi duplica el número
de relatos de aquel libro, repitiendo los mejores y agregando otros.
No incluye "El gato" ni "El regreso de Odiseo González", aunque
Brando menciona este último en el prólogo.
[1] publicado originalmente en El País Cultural, el 28 de mayo del 2010 |
Soledad Platero
soledadplaterop@gmail.com
Gentileza del blog "Formato Texto"
http://soledadplatero.blogspot.com/
Autorizado por la autora - En Letras-Uruguay desde el 16 de abril del 2012
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