El exilio interior en la obra poética de Ester de Izaguirre |
El
propósito de la ponencia consiste en enfatizar, en la obra poética de
Ester de Izaguirre, el predominio referido al tema del exilio interior
como un eje en torno del cual convergen otros temas que configuran su
producción textual. Es
posible, observar que en el transcurso de la lectura de estos discursos
literarios se superponen dos dimensiones temporales, en el doble juego de
la sucesión y de la simultaneidad. Por consiguiente, para el abordaje de
la tarea no se pretende extremar una instancia diacrónica; pero, por otra
parte no se desecha, pues de ese modo podría caerse en una construcción
ahistórica. Desde
un principio, en la poesía de Ester de Izaguirre hay una topología de la
otredad; otredad que implica tanto "el otro espacio" cuanto
"el otro tiempo", implica la escisión de la voz poética y
también las emergencias del más allá ya sea en la figura de la muerte y
en la apelación a un Dios trascendente. La
voz poética accede a esta otredad desde un espacio escriturario que se
puede designar como de pérdida. Ese espacio ya no es el mismo que añora,
en un tiempo que sólo le ha dejado recuerdos. La
escritura, de esa manera, es una escritura del exilio dada por la relación
entre exilio y otredad; se tiende exclusivamente en la extensión de la
palabra poética que vuelve a evocar las imágenes de lo ya vivido con la
fuerza alegórica de la permanencia en la memoria y con la fragilidad de
los escuetos límites del lenguaje. Uno
de los rasgos más distintivos de la poesía de Ester de Izaguirre quizás
sea el juego de nombrar la memoria, el pasado, el tiempo, a partir de metáforas
que pertenecen al régimen espacial, dando cuenta del objeto perdido por
medio de la imagen. Así
es posible llamar a la infancia territorio, hablar de "bordes",
"orillas", lo que plantea una dimensión del exilio que
estrictamente tendría que ver con la otredad. Otredad que es una
manifestación de un pasado, que como tal es irreversible pero que continúa
en las marcas de la escritura. La
otredad se establece a través de una fusión del yo con algo exterior,
produciendo una nueva forma, otra realidad. La
escritura de Ester de Izaguirre hace de la escena del poema un juego de
recuperación de lo perdido como tal. Es
posible plantear que en la textualidad hay una imprompta cristiana y una
perspectiva heraclitiana que se asoma en el poema como un emblema entre la
vida y la muerte. Descubrimos
en estos poemas ecos de la concepción heideggeriana de la poesía. El
lenguaje como casa del hombre, el lenguaje como la única instancia de
apertura al mundo y la concepción del hombre como un ente hecho de tiempo
y de un ente que existe sólo para morir. Podemos
entender al lenguaje como exiliado, fuera del mundo, encerrado en su
propia actividad estructural. Podría constituir lo otro, lo que aparece
como algo ajeno. También
es preciso sostener otra visión del lenguaje; aquella que le permite
aumentar el poder de descubrir y de transformar la realidad, justamente en
la medida en que se aleja de la función descriptiva y se usa metafóricamente
para re-escribir el mundo. Nacida en Asunción del Paraguay, emigró a la Argentina cuando tenía cuatro años a causa del traslado de su padre por asuntos laborales. Vivió en Zárate, La Plata, Capilla del Señor y Buenos Aires. Múltiples viajes por América y Europa han enriquecido su visión tan sabia de la vida, llevando consigo una gran experiencia literaria y la pasión y entrega a todos los seres de la creación. Algunos poemas representan un trascendente testimonio de ese espacio habitado. |
"La casa ya no está" Calle Gral.Díaz entre Alberdi y 14 de mayo. Si he quedado al nacer adherida a sus muros, (J.,O.C.,p.172) |
"Me despido de Asunción un a vez más" Me voy de mí (SP,O.C.,pp.223-224) |
"Padre navegante" A Ramón Ayrolo Padre, duende, delfín, (YD,O.C.,p.186) |
La aventura de la travesía del viaje marca sus puntos de detención en cada libro publicado.(Se menciona sólo la obra en verso) |
En
una primera etapa, constituida por sus tres primeros libros, el discurso
deviene complejo, a partir del uso de palabras de poca circulación que le
otorgan a los poemas un relieve de oropel hispánico. Esto
varía desde Girar en descubierto;
se perfila un giro lingüístico, donde la palabra se hace llana y
coloquial. En esta instancia estilística se observan notables diferencias
en los niveles de lengua por los que fluye su poesía, aunque esta
transformación no perturba los ejes de permanencia de su poesía. Perfil
temático de los textos La
sombra/luz, voz/silencio, vuelo/cárcel, casa/cuerpo podrían constituirse
como los significantes que dan significado a las voces del texto y
establecerse un sistema de binomios para armar un corpus alrededor de los
ejes de la temporalidad y espacialidad. En estos ejes se instauran el tema
de la vida y la muerte, con los sus sentimientos de amor, nostalgia, así
como también los límites de la otredad y del exilio.
La
identidad se va construyendo en el registro de la memoria. Se instaura por
medio de la escritura que le otorga la apertura de los significados. En la
búsqueda de la identidad se recupera lo perdido en la memoria. Las trazas
del lenguaje ofrecen la oportunidad de la sustitución. De
esa manera, la sombra aparece
como el enfrentamiento de la imagen del doble como personificación de los
propios impulsos malignos de uno, como intento de formar un contraste ético
resulta evidente en especial, en los casos de conciencia del doble. Se
puede considerar la sombra en distintas instancias: -Proyectar
sombra es dejar trascendencia -La
sombra como espíritu protector -La
falta de sombra como impotencia -La
sombra es el co-equivalente del alma humana, noción de alter ego. El
efecto de convertir una cosa en dos, la duplicación implica una paradoja,
la de ser él mismo y lo otro. El
hombre siente una vacilación perpleja ante esta duplicación mágica de
la realidad. La imagen del doble produce el sentimiento de lo siniestro,
aquello que afecta a las cosas conocidas y familiares desde tiempo atrás.
En la imagen del doble, el hombre se busca a sí mismo pero también busca
el mundo :quiere saber que existe y que los otros existen. Aproximación
a los textos El primer poema del primer libro, Trémolo, "Frustración" es un soneto que inaugura una poesía cuya densidad semántica se desplegará a lo largo de su producción en temáticas que se focalizan en la oposición entre brillo y sombra, la lucha agónica entre la frustración y la esperanza, la figura del exilio estigmatizada en la palabra 'arena', es decir, con la aparición del borde. |
Todo al pasar es brillo de lucero, (T-Obras completas,p.23) |
En "Despertar", hermoso soneto, aparece la idea de ser expulsado del paraíso, entre el sueño y el despertar y entre la voz y el silencio. Con el sueño jubiloso y el despertar, vacío, aparece la quebradura. En el mundo onírico, el tiempo y el espacio no son categorías sustanciales y todo parecer parece haber perdido su relación con la lógica racional para penetrar en la lógica de los posibles. |
Sentí la angustia como un ala viva (T,O.C,p.26) |
En
el poema "Infancia", fechado en Zárate, 1932, la ablución del
agua purificadora del cristal reflejo de un cuerpo floreciente,
adolescente y el símbolo de los airosos navíos trocados en apenas
barquitos de papel por el paso del tiempo y el temor a la distancia. |
y aquella airosa nave, en consumida acequia, (T,O.C.,p.34) |
"Tránsito"
se plasma como una escritura desde la pérdida hacia el reencuentro en la
misma muerte. Está la creencia en la vida eterna. La imagen del
desdoblamiento que considera ver su propio cuerpo desde la muerte. La
candela es la luz que corona el límite con rumor y cantos de calandrias. |
Yo sé desde tu muerte (EP,O.C.,pp.57-58) |
"Puerto",
dedicado a Susana Romero, emblema de lo que permite el paso, umbral, tránsito,
casa, patria. La sombra, aquí representa el otro yo. Hay una búsqueda en
la travesía que conlleva el peligro. Navegar
es trascender. Nave es "isla sagrada"; el barco es un vehículo
que oficia de cuna y a la vez ,claustro materno. Aparece también una
asimilación entre barco y cuerpo. Según Juana Arancibia en su trabajo titulado "Lo cotidiano y lo trascendente a través de las metáforas de Ester de Izaguirre, la palabra "nave", en su función metafórica, significa su propia vida en una búsqueda incesante, aunque esa búsqueda entrañe la propia destrucción. |
la Cruz del Sur, inútil, señala solitaria (EP,O.C.,p.59) |
El "Regreso inveterado", es un exilio en el tiempo. Desde el título, el calificativo destaca el arraigo unido al tema de la identidad con la alusión a la otredad en la escisión del yo y la presencia de la casa asociada al propio cuerpo por la fusión entre el adentro y el afuera. |
Busco en tus calles obstinadamente (EP,O.C.,p.60) |
En
"El espejo" el tema de la máscara, que permite ocultar y
desocultar al otro y al sí mismo, se une en apretada alianza al
transcurrir temporal. |
Cuando miré al espejo (EP,O.C.,p.60) |
"La verdad”, los rostros son los estados de ánimo. Aparecen la máscara y el doble. Mirar es saber, reconocer, poseer. Lo extraño y el sueño patentizan el exilio interior. Como marco del paisaje afectivo, el río es el transcurso irreversible, y en consecuencia, el abandono y el olvido. Es un espejo peculiar pues no permite la autocontemplación. La presencia de Dios señal la dimensión cristiana en esta identidad escindida. |
Tengo distintos rostros para cada mirada, (NE,O.C.,pp.86-87) |
En
"Exilio", el verano se vuelve ajeno en la búsqueda de la
identidad. Hay un exilio en la ausencia y en el silencio. |
Como venida de un verano ajeno, (NE,O.C.,pp.86-87) |
En
"Quien cambió los recuerdos de mi infancia". La sombra es la
trascendencia. |
Quien se llevó la sombra que los arces (NE,O.C.,pp.91-92) |
En "Mi sombra", la personificación de la sombra como el alter ego, coequivalente del alma. |
Cuando vamos al puerto (NE,O.C.,pp94-95) |
"Límite”,
dedicado a la escritora paraguaya Josefina Plá, representa el sentimiento
de extranjera ante la espera de un milagro. |
Estoy enferma de ciudad. (NE,O.C.,p.96) |
"En viaje", con una dedicatoria a Capilla del Señor, la reiteración al adiós y a la imposibilidad del regreso. Dice al final: |
Estoy en viaje, (NE,O.C.,p.101) |
"Infancia", dedicado a Manuel Peyrou, alude al exilio en el tiempo. |
Hubo un país de cunas y presagios (GD,O.C.,p.107) |
"Adiós", con un epígrafe de Yolanda Bedregal, es una predicación de hondo contenido metafísico. |
En el mar que anidaba nuestros sueños, (GD,O.C.,p.112) |
En "Volver", la voz y el silencio son límites del regreso en esa desesperada búsqueda de identidad encubierta por la máscara. |
Me hundo en la ceremonia del regreso, (GD,O.C.,p.113) |
"Vida", el amor es la vida, el olvido, el recuerdo, el exilio y el regreso. La ambigüedad, incertidumbre son un desafío. |
Recuerdo y no sé a quién. (QI,O.C.,p.136) |
La sombra y el exilio en el tiempo aparecen en "Como si nada hubiera sucedido". |
Hasta el aire era extraño. Ya no quedaba nada. (QI,O.C.,pp.141-142) |
La fusión con la sombra, en "Ciclo", nos remeda a Antonio Machado "converso con el hombre que siempre anda conmigo", ("Retrato", Campos de Castilla). |
Puedo escuchar el frío (QI,O.C.,pp.143-144) |
"Judas", poema de tono dramático, revela que Judas está exiliado del amor de los cristianos. |
Soy Judas, el traidor, como un ojo hechicero reclamándome (J,O.C.,pp.161-162) |
"Los muchos adioses", la separación y el abandono son significantes de la muerte. La muerte que pone fin a la vida es otra vida. |
La muerte no es la muerte que se lleva la vida, (J.,O.C.,p.166) |
"Impotencia" es el exilio en el lenguaje. |
No tengo qué decir. (J.,O.C.,p.173) |
"Río", el fluir y la barca señalan en el tiempo, el tema de la otredad. |
Hoy vuelvo a estar como antes, (YD,O.C.,p.185) |
El tema del exilio es una de las formas de fragmentar el yo. En "Vos, exiliado", el tono irónico y coloquial denuncia un matiz de nostalgia. |
Existe el desterrado y existe la costumbre (YD,O.C., p.187) |
El tema de la casa-cuerpo-patria se despliega en "Amarras" . |
Casa, (YD,O.C., pp.189-190) |
En "La otra", la soledad es la que nos enfrenta a un yo escindido, fragmentado como un rompecabezas. Sólo el amor posee la amalgama perfecta que podrá unir las partes de la otra. |
La extravié, (YD,O.C.,pp.197-198) |
El extrañamiento desde la infancia en "Ausentes". Se destaca el sentimiento de soledad en la escisión del yo fragmentado. |
Crecer es irse lejos, (YD,O.C., pp.198-199) |
"Años". Acaso este poema vuelva a emerger cierto tono heraclitiano que ha acompañado a Ester de Izaguirre en todo su recorrido poético. En "Años" se inscriben una serie de dicotomías que despliegan los mundos irreconciliables: la luz y la sombra, la niña y la mujer madura, el espejo y su imagen; de estas confrontaciones agónicas queda acaso la travesía que une las edades extremas y se excluye toda simulación de la imagen repetida. El espejo aparece como la parálisis, el espejo da cuenta del instante ,es lo contrario a la memoria. |
Quiero volar y el aire me detiene. (SP,O.C.,pp.218-219) |
En "La trampa", la huída hacia una búsqueda mística revela la exégesis del exilio. |
Qué lástima alcanzarte, (SP,O.C.,pp.219-220) |
"El traje". Pensar este poema como un gran emblema en que la poeta se incluye para oponer como términos contrarios, el poema por una parte y la poesía ,por el otro, Casi a modo de epitafio poético, la voz poética establece una sutil diferencia entre la producción literaria que se compila en los textos y la vida, la travesía,el recorrido alegórico, juega entre luces y sombras, dobla una esquina, elige nombrarse a sí mismo la máxima altura poética. El punto culminante de todo tratamiento lírico: el silencio. Quizás porque el silencio sea para los poetas el refugio de los ecos y de las resonancias. El silencio como exilio interior. |
Apenas soy Ester, (SP,O.C.,p.220) |
"Aeropuerto". El espacio de un no-lugar, en donde nadie se conoce ni se comunica, sirve de escenario para la fugacidad de la vida. |
Cada vez que me voy, (SP,O.C.,pp.221-222) |
A modo de cierre. La obra de Ester de Izaguirre es como un ventanal lleno de luz, abierto a la esperanza. El sol poderoso del amor irradia a los múltiples personajes que conviven en su morada. Por las grietas laterales se escurren las gotas de lluvia y de rocío. Algunos árboles frondosos intentan proyectar su sombra pero la impetuosidad del viento sacude las ramas y arroja las hojas al destino. Desde ese ventanal resuenan las voces de la madeja del tiempo y del espacio, constituidas por hebras de sentimientos de pérdida, culpa, pena, nostalgia, libertad y rebelión. Y después de la imposición de la partida, por medio de la fantasía del viaje se reconstruyen las partes escindidas en un renacimiento interior cuando la palabra entra en escena en un tiempo presente e irrepetible. Aparece en otro espacio, un territorio, un país, un paisaje afectivo en donde la fantasmática existencia se refugia, se esconde, se libera, se disfraza en palabras para descubrir, para no extraviarse detrás de una emboscada. |
Cristina Pizarro
Buenos Aires, agosto de 1995.
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