Búsqueda del amor humano o búsqueda del amor divino en Ayer no ha terminado todavía de Ester de Izaguirre. Cristina Pizarro |
1. Introducción El propósito de esta ponencia es enfatizar, en la novela de Ester de Izaguirre, el tema del amor como un eje en torno del cual convergen otros temas que configuran su producción textual. Hay que destacar que resulta difícil elegir un tema para el abordaje de esta novela, que se expande en una multiplicidad de aspectos como lo es la vida misma. A partir del prólogo se despliega el tema del amor. Dice la autora: "Creo que cuando un narrador escribe no se propone demostrar nada. La narración es un desafío estético. O expresivo. Pero me ha sucedido, en el caso de esta novela, que una vez escrita y al margen del propósito gratuito de la creación, quizás atrincherándome en este intento, expongo mi teoría de que el amor no reconoce tiempos ni espacios. Que es tan arbitrario e independiente y al mismo tiempo tan liberado de toda concreción, que dos personas se pueden amar perteneciendo a distintos tiempos y espacios. Un adolescente del siglo XVIII en Francia puede enamorarse de una niña del siglo XX de la Argentina. Lo que fue Luis XVII en la Francia del siglo XVIII sigue siéndolo en el siglo XX y lo que es Natalia en el siglo XX ya lo era en el siglo XVIII. Nada tienen que ver los cuerpos de ambos, quizás ilusorios, con esa materia despojada de que está hecho el amor." Desde allí, se abren interrogantes: "El amor está sólo en el cuerpo?" se puede amar al otro sin sentir su presencia corporal?" como les sucede a los protagonistas, Natalia Méndez y el Delfín de Francia. Desde el principio, hay un indicio que podría dilucidar esta cuestión. Se puede señalar un momento de éxtasis cuando el Delfín le dice a Natalia:" Quiero que me entregues el alma como se entrega el cuerpo, con un espasmo de dolor y gozo", y que retoma el texto del poema "Posesión", en el libro Girar en descubierto(1975). "Yo quisiera entregarte toda el alma/como se entrega el cuerpo/en un solo momento, a cielo abierto/con un espasmo de dolor y gozo,/con sed de eternidad, de hijos maduros./pero que en vez de sangre tengan sueños/apretados a las células sin tiempo./Sentir que me fecundas toda el alma/y después nada más./Como en el cuerpo." La dimensión de lo humano y lo literario convergen en la estructura narrativa de la novela que nos ocupa y en la que se pone de manifiesto la presencia de una unidad como la fusión entre el arte y la vida que fluye a través de las coordenadas de tiempo y espacio en las maravillosas y variadas construcciones de los personajes que habitan el universo de ficción creado por Ester. Aplicamos a esto lo que expresó Enrique Anderson Imbert acerca de la poesía de Ester en el prólogo a Judas y los otros(1981):"El poema no es un espontáneo síntoma sino la elaborada representación mental de un sentimiento. Más que dar salida a las manifestaciones naturales de sus estados de ánimo, Ester de Izaguirre revela cómo los ha imaginado. Cada uno de sus poemas es un símbolo de su personal intuición de la "vida sentida", o de la forma viviente" o, para decirlo con palabras de Wordsworth, es un símbolo de "the emotion recollected in tranquillity". El argumento de Ayer no ha terminado todavía es un recorrido que se va tejiendo en una trama en donde el cuadro del Delfín de Francia va a atravesar el destino de Natalia en los principales momentos de su vida: su infancia, adolescencia, años de estudios en la facultad, matrimonio, trabajos, vida literaria, viajes. Hay un tiempo biográfico representado por la narración de los sucesos. Y hay un tiempo que corresponde a lo fantástico en el cual el tiempo y el espacio se quiebran en la medida en que se produce una ruptura de la lógica. La espacialidad geográfica constituida por las casas, ciudades, países entran en la novela por una vía significativa, adquieren una relación importante y le otorgan un sentido a la vida de la protagonista. Es posible observar que en el transcurso de la novela se superponen dos dimensiones temporales, en el doble juego de la sucesión y de la simultaneidad, del pasado y del presente para crear una nueva dimensión: la de la eternidad. Se intenta una refutación del tiempo: destruir la sucesividad. La voz poética del narrador accede desde un espacio escriturario que se puede designar como de pérdida, por ejemplo, en la caída del cuadro del Delfín, en la muerte del padre de Natalia, en la muerte de Germán. Estas pérdidas se patentizan no sólo en la figura de la muerte sino también en la apelación a un Dios trascendente, dentro de una sexualidad que se inscribe en una imprompta cristiana y en donde es posible, acaso, manejar nuestro destino? El tema del amor se liga, pues, a una estructura literaria en la que se superponen historias en tiempos y espacios diferentes, dando lugar a la pluralidad del sentido del texto que se disemina en una travesía constituida por una trama intertextual en la que la historia se sostiene en los variados registros del lenguaje: los hechos contados en el siglo XX y los que ocurren en la Francia del Delfín. De manera que para acercarse al texto, es preciso experimentar y buscar una interpretación que englobe los significados del signo lingüístico correspondientes a cada personaje. 2. Antecedentes del tema en su poemario Rastreando en las Obras completas de Ester de Izaguirre, podemos hallar algunos hitos que se van enlazando como las cuentas de un rosario para conformar el tema que germina en la novela. "Tránsito" (57-58 ) del poemario El país que llaman vida,1964) El poema Tránsito se plasma como una escritura desde la pérdida, con la muerte del padre, hacia el reencuentro en la misma muerte. Está la creencia en la vida eterna. La imagen del desdoblamiento que considera ver su propio cuerpo desde la muerte. La candela es la luz que corona el límite con rumor y cantos de calandria. Desde otro punto de vista se vislumbra el tema del amor en "Vida" (136) en: Qué importa si anochece,1980. En este poema el amor es la vida, el olvido, el recuerdo, el exilio y el regreso, asociado a experiencias muy dolorosas. La ambigüedad y la incertidumbre son un desafío. "Los muchos adioses" (166)en:Judas y los demás,1981. La separación y el abandono son significantes de la muerte. La muerte que pone fin a la vida es otra vida. Se anuncia la trascendencia de la vida eterna En "La otra" (197-198)en: Y dan un premio al que lo atrape vivo,1986. Aparece el tema de la fragmentación, de la otredad a partir del sentimiento de soledad que es lo que nos enfrenta a un yo escindido, fragmentado como un rompecabezas. La escritura augura la importancia del amor posee la amalgama perfecta que podrá unir las partes de la otra. Diálogo en el encuentro con Felipe del Castillo en el Hotel Mayorazgo. 3. Natalia y los otros La vida de los personajes comienza a adquirir mayor sentido dentro del a novela a medida que transcurren distintas situaciones que le permiten a Natalia empezar a verse con los ojos del otro y desde allí poder regresar a encontrarse consigo misma. En ellos, se ve a sí misma, especialmente en la interacción con las figuras masculinas que simbolizan la relación con el tercero, es decir, el padre ausente,(Germán, Carlos Mendizábal, Felipe). El color de los ojos va a adquirir en la novela un valor simbólico. Los ojos azules del Delfín se duplican en los ojos azules de Germán dando lugar a la plenitud espiritual y a una espacialidad celestial. Los otros personajes, se sumirán en el color marrón de lo terrenal. Y de esta manera fluctuará la ambivalencia de Natalia en su constante conflicto frente al cuerpo y el alma y a sus consecuencias entre el pecado, el castigo y la culpa. Después de haber caminado por el mundo y visto la plenitud de la historia humana se comprende a sí misma, con respecto a Dios y podrá deslindar la esencialidad en la búsqueda de sus ancestros. Felipe del Castillo le pregunta a Natalia qué busca, en el momento final de la separación. El personaje de Natalia se despliega en escenas de dolor y sufrimiento. Se escinde el vínculo del yo con el tú por la intermediación de un tercero. La tríada, la relación con su madre y la fuerza de sus mandatos, en sus diferentes manifestaciones, la conducen a una constante amenaza del no-yo y a la fragmentación, lo cual deriva en su actitud hermética y que le impide corporizar su entrega al hombre que desea, en el acto amoroso. Es interesante destacar cómo en la trama narrativa se reitera en la figura del otro que le oficiará de imagen especular. El otro, a veces, se sacraliza en lo ausente. La ausencia, la pérdida y la muerte son significantes que se van encadenando en los sucesos narrados. Así podemos observar en algunos momentos: *el cuadro que tira la madre: la ausencia del cuadro del Delfín se convertirá en deseo como un eje de su destino. Es tan fuerte la impresión que le produce este hecho, que Natalia intenta suicidarse. Luego, sobrevendrá el milagro de la escritura. Natalia le cuenta a Germán que empieza a escribir después de la muerte de su padre y de la desaparición del Delfín. *la muerte del padre, el oficial de Marina Ramón Méndez Palacio, es narrada magistralmente durante un paseo de Natalia y Germán por la costanera. La escritura logra plasmar el suceso circunscripto entre la historia y el paisaje. *la muerte de Germán Olivares: la tortura cruel, testimonio del tiempo histórico vivido tanto por Natalia en nuestro siglo cuanto por el Delfín en el siglo XVIII, en su encierro después de ser encarcelado por circunstancias políticas. *el fracaso matrimonial alcanza un punto final cuando Natalia decide irse a Europa. Reconoce su gran amor por el Delfín y no puede darse cuenta de lo que siente por Gonzalo, aunque lo ve y lo tiene al lado. *la ruptura del vínculo con Carlos Mendizábal muestra la hondura de la existencia humana en la difícil tarea de enfrentarse con el duelo. *el juramento de sangre con Felipe del Castillo es un testimonio de lo que perdura como una presencia espiritual permanente en la relación de un amor no consumado *la escena con el Sin Nombre enfrenta a Natalia con sus instintos, a partir de una seducción envuelta con palabras de puro acento castellano. De ese encuentro, basado en lo terrenal, sólo quedará el vacío. *la desaparición de Esteban: la muerte del hijo soñado se produce después del encuentro con el Sin Nombre. "No murió de ninguna enfermedad. Se disipó en su propio sueño." *la muerte del Delfín está narrada por el Delfín mismo. Le cuenta a su madre cómo es su último día en la celda de la Torre de Temple y acerca de la pasión que siente por Natalia. Podemos observar que en Natalia, el amor es un afecto que además de dar prioridad al movimiento hacia el otro y a la atracción recíproca, también es un deseo, dado que éste hace hincapié en la carencia. El deseo puede entenderse como la concupiscencia de la cosa ausente. 4. Visiones del amor en la novela En Ayer no ha terminado todavía el amor, crisol de contradicciones, equívocos y encuentros, aparece amenazado y condenado como lo es siempre la vida, tema exaltado por la literatura y el arte. Los amores signados por la muerte (cf. Romeo y Julieta, Tristán e Isolda) suelen despertar las más profundas resonancias. La pasión de amor es una desgracia, se asocia al sufrimiento. Y en la mayoría de los casos, este amor- pasión significa, de hecho, el adulterio. Hay un tormento innumerable y obsesivo del amor que transgrede la ley. El adulterio surge en la relación con Carlos Mendizábal. Un vínculo, con una entrega corporal completa, con visos de momentos de gran felicidad fusionados con el placer y el juego de la vida. El adulterio transgrede la ley que implica no sólo lo establecido por la sociedad sino la ley suprema o del padre, establecida como estatuto cultural. Podríamos señalar distintas perspectivas en la concepción del amor a partir de las características de los personajes. *Como búsqueda de la perfección del hombre que no se encuentra pues no existe: en el enamoramiento a través de la mirada en el cuadro del Delfín. La mirada aparece como una forma de manifestación de lo íntimo; de allí que se valora el poder de la mirada como una respuesta simbólica asociada a la totalidad de nuestro cuerpo. La mirada es un irremplazable vínculo comunicacional, un juego de ida y vuelta en el que los ojos de los amantes entran en complicidad de contactos humanos, hasta convertirse en espejo del otro. La mirada también se erige en sustitución del estremecimiento amoroso, aparece la necesidad de mirar y ser mirado, con placer, aceptación, compromiso. En los encuentros de Natalia y Germán en el Molino, en las plazas(Francia),parques, cerca de la Facultad de Filosofía y Letras. Por otra parte la mirada, provoca representaciones de imágenes que pueden llegar al plano de la fantasía, tanto en el que mira como en el que es mirado, en el preciso instante del acto de mirar; en ambos casos se realiza una sustitución de la realidad que después puede convertirse o no en la realidad misma, de tal manera puede quedar instaurada en un estado onírico durante la vigilia. *Como una búsqueda desde la dualidad a la unidad: En la escena con Felipe(amor no consumado) El juramento de sangre tendrá el sentido de perpetuar la presencia de Felipe en lo intemporal, después de la separación. La consustanciación de la sangre mantendrá la unión y la alianza de ese amor. En la relación con Carlos Mendizábal a través de las conversaciones sobre temas científicos y también en la sexualidad. El personaje de María Antonieta podría reflejar el otro lado de Natalia por la demostración de su valentía en las circunstancias que le toca vivir. Su hijo, el Delfín de Francia, logra comprender sus padecimientos y acepta, sin juicios de valor, el enamoramiento de María Antonieta y Axel de Fersen. Las experiencias eróticas se despliegan en la novela desde distintas perspectivas. De esa manera, podemos señalar cómo el amor se experimenta: - con bestialidad: el Sin nombre, personaje que conoce Natalia en Madrid, comenta con mucha gracia acerca de sus contactos carnales con las mujeres que la vida le va poniendo en su camino, con la única finalidad de disfrutar del sexo sin pensar en nada. - con profunda sensibilidad, como algo sagrado: en Germán cuando cuenta lo ocurrido en el Parque Rivadavia." Ella, se resistió a que la poseyera y me contuve, pero, la vi desnuda de pie, como la actriz de Columbia Pictures y tuve un sentimiento casi religioso. Con las manos recorrí desde el hombre hasta los pies sus contornos, y finalmente arrodillado apoyé la cabeza en sus muslos mientras repetía enajenado: " hermosa" "hermosa". - con conciencia, entendimiento: en Carlos Mendizábal." En cambio con Mendizábal todo es tan natural, hay en su abrazo, en su mirada, en sus palabras todo lo que la fantasía puede crear," dice Natalia - como un amor más allá de lo terrenal: el amor del Delfín por Natalia." No existe el temor de que por estar hechos de tiempo y de espacio, algo me exilie de su compañía." - con reticencia: en Natalia, según Germán. El diálogo sustituye al sexo. " Ella es una telaraña de prejuicios, mezcla de superstición y creencia y se hubiera dejado matar antes que entregárseme, pero, de algún modo se me entregó. Parecía una gacela asustada en mis brazos. Y sentíamos lo mismo." Recuerda Germán antes de la captura. Y más precisamente, podemos considerar en otras partes de la novela *Cómo se experimenta el acto sexual en algunos personajes: - con remordimientos: en Natalia. La culpa será siempre un látigo para Natalia que, acosada por los mandatos maternos se prohibirá a sí misma el goce, manteniendo su actitud de impenetrabilidad. - con una actitud represora: en Natalia con Gonzalo, su marido - con urgencia, con prisa: en Concepción, la mucama y su esposo Ángel - como un desahogo: los muchachos que conversan en el bar. En definitiva, la vida de Natalia es un viaje, del principio al final de la novela. En el viaje a Ayrolo se instaura una peregrinación comparable a los viajes por los reinos del más allá y que le permitirá a la protagonista regresar a un nuevo punto de partida de su existencia para reconocer las raíces de sus conflictos y sus futuras posibilidades de vida. Esa búsqueda de la sangre se asocia a la búsqueda del Santo Grial. Natalia en su cotidiano transcurrir va encontrando el lugar del más allá en lo "invisible", en el amor por el Delfín, lo cual equivale a decir, en lo "íntimo", interior de la vida, en la "interioridad" del sentimiento. Asimismo, además de la frecuente alusión a la pérdida, no sólo lo luctuoso predomina en la novela, aparecen escenas plenas de gracia y de humor y que testimonian la sutil habilidad de Ester para transitar por los diferentes estilos de discurso narrativo con gran maestría. |
Cristina
Pizarro
Ponencia presentada en el XV Simposio Internacional de Literatura organizado por el Instituto Literario y Cultural Hispánico de California, realizado en San Carlos de Bariloche, 1997.
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