Yo los he visto ¡Sí!
a los niños descalzos
con un pan que se come
ablandado con lágrimas.
Yo los he visto ¡Sí!
a los niños pequeños
arrastrando barriles
y pelearse por agua.
Y crecer entre huesos
y botellas ya rotas
junto a perros guardianes
que ladran al que pasa.
Yo los he visto ¡SÍ!
con los fríos deditos
que asoman del zapato
como una boca en llagas
y pintar entre el barro
su sonrisa inocente
mientras llora la lluvia
sobre hogares de latas.
Yo quiero para ellos
la grandeza de Cristo
y que no quede ¡nunca!
la justicia en palabras. |