Es temprano
la cinco en punto
y el sol no se dibuja.
Hay que volver del sueño
para ser dueña de las calles
del cielo
y contar las gotas de la lluvia
que nos mojan.
El pan no llega si me quedo en lágrimas
o descanso en la piel del cansancio.
Debo andar con mis zapatos viejos
arrancar del alba un ejercicio nuevo
Creer en esta lucha y en la vida
en el canto del pájaro
y en la palabra amor
¡aunque desmaye!