La creación
I
Sebastián A. Peñasco

En voluntad de formas,
de las manos de Dios crecen, los ángeles;
criaturas del orden,
definen las presencias
antes que el alto día las descubra.

Este mundo primero,
por el amor despierta y por el tacto
su límite sumiso;
nocturno y por el sueño
lo increado se ordena para el aire.

Los ángeles se afanan
y las manos de Dios crecen orillas;
el mar ciego de peces,
en sus límites canta
y las cosas se aprestan para el nombre.

Todo fijas su sitio,
aproxima su rostro de inocencia;
defendida en el tacto
cada forma es la puerta,
desvelada y segura, de lo múltiple.

La creación
Sebastián Peñasco
Asir N° 19/20
Diciembre - Enero 1950/51

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