Muestra
de la poesía uruguaya actual (2009). |
Washington Benavides |
Un hombre ha muerto El
8 de noviembre murió en la noche del
Hospital Maciel, un hombre. Un
hombre del que no se sabía su apellido. Un
hombre al que decían, en los bares de
mala muerte donde limpiaba pisos y
los vasos y las mesas, solamente “Pacheco”. Solamente
como una broma que algún borracho sugirió
y se le pegó al hombrecito. Bajo
y trigueño, homosexual y alcohólico. Golpeado
una y mil veces en el submundo donde
pernoctaba. Hablaba torpemente, pero
leía libros y estaba mucho más informado que
la cáfila de escruchantes, gigolós y
tahúres, que se burlaban de su sexo, de
sus amiguitos y sus borracheras. Había
traspuesto los sesenta y padecía de
un mal cardíaco crónico. Alguna ama de
casa compasiva, luego que le limpiara el piso o
la vereda, lo ayudaba con algunos pesos extras para
los remedios carísimos. Pero nadie podía imaginarse
cómo sobrevivía. Una enfermera jubilada, le
permitía un rincón de su apartamento para
dormir, junto a las bolsas de plástico que
lo acompañaban siempre. Y eran su armario, su
despensa y su biblioteca. Muchas
veces, a la mañana, cuando limpiaba el
bar del barrio, su rostro de luna sucia mostraba
las señales de su ser indefenso: ojos
a la funerala, pómulos negros, labios partidos. Allí
va “Pacheco” -decían- pobre loco... Bamboleante
con sus bolsas de plástico hacia
ninguna parte. Se
supo de su internación hace unos días en
el Maciel. Se habló de un hermano (mítico) que
vivía en el Cerro. Una doméstica del edificio de
apartamentos donde vivía la enfermera jubilada, averiguaba
alguna cosa. Que estaba muy mal, que
no tenía recuperación. El 8 por la noche murió
“Pacheco”. Pacheco o como se llamase. Murió de
un paro cardíaco. Y la muchacha doméstica tuvo que
andar en trámites en la Comisaría para lograr del
Municipio lo necesario para su entierro. La
tierra va a acogerlo, en su pobre ataúd de
pino. La tierra va a abrigarlo, a él, que no tuvo nunca
abrigo. La tierra va a nombrarlo con su nombre verdadero. Señor:
no me interesa tanto que lo recibas en el Reino de
Los Cielos. Porque no me aflige ese Reino. “Rey de
Los Judíos” -te dijeron- como escarnio. Pero te pediría que
le reservaras un rinconcito cálido, como el que acaso tuvo
en el apartamento de su amiga, la vieja enfermera jubilada.
También recuérdale con su nombre verdadero.
De La vida parodia al sueño
(libro inédito).
Li Po
a una Dama europea En escritura Kou Ouen, que es la màs
antigua, Escribirè una poesìa consagrada a mi
remordimiento Por no haber contemplado contigo a los
vencejos Como dardos moros acribillando las
murallas de Toledo. En escritura Ta tchouan, que es la
escritura tradicional, Inventada por Tcheu, ochocientos años por
delante Del nacimiento de vuestro Dios, consagrarè
un poema A la visita con que me dignaste una mañana
en que Dàbame lo mismo la Vida o La Muerte En escritura Siao Tchouan, inventada bajo
los ojos De hierro del
ilustre emperador Che Houang Ti, Consagrarè una poesìa a la sonrisa con
la que Recibiste el haberos ofrecido un loto. En escritura Ly Chou registrarè la
tristeza Que sentimos no por la golondrina muerta En el alfèizar, sino por la pareja de niños Abandonados que pasaron de largo. En caracteres Long Tchouan semejantes A dragones, cantarè vuestros silencios
temibles. En caracteres Souy Chou que parecen los
campos De trigo con margaritas rojas, cantarè
vuestro esplendor. En aquel balcòn de Beijing,solo vestida
de un nenúfar. En caracteres Louan Fong Chou, que se
parecen A la alondra suspendida del cielo, cantarè
vuestra voz Que alegra hasta una derrota. En caracteres Tchouy Yun Tchouan que no
parecen, Son las nubes, destrenzarè vuestro
cabello. En caracteres Niao Tsy Tchouan, que son
huellas De pajaritos en la nieve, evocarè
vuestros pies Menudos. En caracteres Yn Lo Tchuan que se
confunden Con los copos de nieve, soñarè tus
mejillas. En caracteres Tchouy Lou Tchouan, hermanos Del orvallo, cantarè vuestros dientes. En caracteres Yu Tchou Tchouan, que
parecen Hojas de jade, recordarè tus ojos. En caracteres Tchouan Siou Tchouan,que
parecen Estrellas o mejor linternas de Hokusai
para las bodas, Volverè a cantar a tus ojos. En caracteres Tche
Yu Tchouan que parecen Las ramas del Arbol de la Felicidad,
evocarè Lo feliz que me hiciste. En caracteres Chang Fang Ta Tchouan, que
son Los màs antiguos y los màs elevados, Registrarè mi indignidad, al exigirte que
sòlo A mi me amases. Y en caracteres Fen Chou Tchouan,aptos Para las inscripciones funerarias, dirè
que enterrè El dìa de nuestro primer encuentro,
totalmente El Pasado y con èl a todos mis màs
hermosos Recuerdos.
Li
Po |
(Adaptación
libérrima de John Filiberto. Admirado y consternado De
no ser ejecutor testamentario del sinólogo Ernest Fenollosa, Como
Pound, para cultivar los bambúes ideogramáticos de China. 18
/ 04 / 08.- Montevideo) De
La pluma blanca del pájaro negro (libro inédito). |
Washington Benavides
(Tacuarembó, 1930)
Muestra de la poesía
uruguaya actual (2009)
Ricardo Pallares - Jorge Arbeleche
Academia Nacional de Letras
Dep. de Lengua y Literatura
Sección Literatura
Autorizado por los coautores
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