El Carnero

poema de Emilio Oribe

Entre valles y lomas de esta fértil llanura,

ya por campos de trébol o profundos zanjones,

dominando el tumulto de los albos vellones

del rebaño, resalta la majestad obscura

de su burlesca efigie. Sus manifestaciones

íntimas, evidencian despreciables pasiones,

y su presencia flota como una mancha impura,

sobre tiernas corderas radiantes de blancura.

Y a veces, en las sierras sembradas de asperezas,

entre piedras enormes, que ensanchan sus rudezas

como caparazones de gigantes tortugas,

con sus cuernos torcidos en hoz sobre la frente,

el carnero, al pasearse, exhibe largamente

la innoble aristocracia de todas sus arrugas.

Ir a índice de poesía

Ir a índice de Emilio Oribe

Ir a página inicio

Ir a índice de autores