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Fósiles azules |
¡Venganza!
Un sifilítico fantasma ensaya Maldiciones reales de probeta, Hasta el final del calendario maya Vivirá la infecciosa espiroqueta.
Los chupacabras virales se esconden, Trepan del uterino citoplasma Porque a ninguna sustancia responden, Son el misoprostol del maldito asma.
Método bélico, la fría pena Que contempla, planea y hostiga El cruel esputo de la sangre inmunda.
Cándidos palos en la mano llena De un gigante espectral sin que les diga: ¡Son puras ratas en festiva tunda!
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Pedido bizarro
Estoy en peligro, con alegría te lo digo y ando en apuros, mirá, necesito que me envíes un chip para mi cerebro, subcutáneo, por favor.
Complicada
Estoy apurada, necesito un programa nuevo para el chip, en lo posible que bloquee todo tipo de rastreo, ¿puede ser?
Minerva y su padre postizo
Ha sido una belleza la tarde de anoche, pero, ¿cómo hago para remover el barro seco de mis pezones?
Acrobacia en tela
Las cosas de la vida de los muertos me dan cierta sensación de transporte a la luna en bicicleta.
Neurotecnología
Los receptores dopaminérgicos requieren información electromagnética del chip, lo cual hace ver estrellitas, cometas y gatos voladores.
La ceguera de mi padre en un tercio
He cubierto el tercer ojo de mi padre en la cerradura superior de la puerta. En consecuencia, todos se preguntarán: ¿qué será de la vida de esa estúpida?
Silvio, hermano querido, estaremos contentos como una puta teniendo sexo ótico, nasal, anal, uretral, oral, umbilical y más, pero no podemos eludir nuestra necesidad de tu presencia. Minerva se ha desvinculado del mundo por el exilio del mismo a patadas en su virginal y pedorro ojete, noticia que nos consuela y nos libera del martirio en cada plexo hemorroidal. Brindis, whisky, acción.
¡Soy la peor!, mirame, papi, soy una trola bailando en la mesa, una minita en cualquiera, una cotorruda ladillosa. Mirá cómo tengo la cotorra: hecha una olla sin fondo, soy tu baby-bitch, bailo en la mesa, mirá cómo me froto las tetas, ahora mirá cómo me meto las canicas de Carlitos en el fondo del ojete, que de un fuerte y explosivo cohete te las voy a escupir, porque soy de todo, excepto una caga-pijas, soy tu baby-little-bitch, tu fucking little-love, tu insane girl, que en el manicomio anhelaba bailar para ti, ¡papi! Ahora, maldito, limpiame mi cotorra infestosa, pero con papel, mi orina de la mesa con tu lengua. Ahora me largo un sorongo insoportablemente inmundo como cadáver de rata de caño sobre la mesa, y no sobre el pañal de lija de tu pedofilia, viejo podrido, ojalá te mueras, la concha de tu reputisima madre, pijudo mal nacido, hijo de puta, miseria humana.
Soy Minerva, tengo tres años, estoy soñando con mi mamá (fallecida en el momento que yo tenía veinticuatro años de edad), lo que puedo describir del sueño es la calva que me hice, y el detenimiento con el que miro las cucarachas cibernéticas verdes que caracterizan el diseño de su buzo negro. Mi papá presente es Pharaón Vitale, que me aconseja tener el cabello aislado de posible contacto con la comida, y aunque parezca mentira, con mi edad, me hago peinados muy cool, yo misma, sí. Cuando despierte, mi papá presente preparará sopa, me pondré un broche en el cabello (con evidente torpeza). Caminaré …, hasta salvar mi alma de ¿qué?: la pregunta que me hago: ¿por qué mi alma?
Quiero ser testigo de tu baño de luna en tu boca, bajo el rayo de plata del corazón del sol. Y no detengo la inquieta pupila roja de este ojo pálido, como las caricias al cabello platino de un principio del ambidiestro domingo.
El perro podridoAl “Cara de nada”
El perro podrido acostumbra a comer carroña. ¡Carroñero inmundo! Le cortaron los huevos en el año 2007; lo llevaron en carretilla hasta el quirófano móvil de la Comisión Zoonosis.
Él no se lamentó porque era un desgraciado perro podrido que se revuelca en las osamentas hediondas de la calle. Con su olor infestaba la casa. ¡Perro asqueroso! Su apetito es tan voraz que come basura como postre, y la vomita y luego come su vómito, el muy cerdo. Tuvo cría con su madre, ¡perro incestuoso!, y los cachorros defectuosos de hecho salieron parecidos a él, ¡perros podridos, como su padre!
Siempre se escapa para comer mierda, el muy desgraciado; y después de satisfecho se arrima a la casa y rasguña la puerta para entrar hediendo a estiércol. La joven dueña del perro podrido lo deja entrar y le mete una patada en el orto; el muy cretino se va aullando como un cobarde hasta su cucha roñosa que es una campera destrozada a mordiscos por él. Ahí se echa junto a su olor. La joven dueña tomó un fierro filoso y se lo partió en las encías, ¡qué asco!, hasta hacerlo sangrar por la boca al muy podrido. El perro se metía para adentro y para afuera, mientras la joven tomó una escoba y la partió en el lomo, en tanto el perro chillaba, y seguía corriendo sin rumbo.
Al día siguiente, como venganza, el perro podrido le orinó a la joven su campera preferida. Ella no le hizo nada, ya tendrá oportunidad de vengarse también.
¡Ay, mi esperanza! El desafío de plastiquito genuino de reino plagado, plagad de seso cultivados, con cada gota rastrera de tus ojos estupefactos, con cada filo húmedo. Y al borde del coma escarlata trasluce verdadera, rugosa, ¡muñeca mía!
Dj Oxyuro, esclavo omnipotente del éxito que tiene comprado, está completamente loco, como para dudar que existe una posibilidad en un millón de morirse expulsado por un tubo en el ombligo del hospedador entre todo el bolo fecal rico en pilas molidas, oigo la voz de este Dj, con swing pide ayuda con un recitado improvisado en su cover remix de xuxa: “voy, voy, a morir, saliendo por la tripa gorda”.
Qué copado ese remix tan gastado, desvergonzado, a cambio de una fiesta de globos invaginados, ya se habría casado.
Maternidad del Hospital Policial: cama con sábanas estampadas en color rosa, suena repentinamente una guitarra acústica y me angustio. (Probablemente ha nacido una niña).
Virginia, patrona de mi madre, estaciona en el garage de su casa, ingresamos a dicha casa. En el livingin-cocina hay un farol antiguo mezcla con una especie de matera de metal como una escultura.
Julio Inverso es entrevistado al final de esta entrevista interrogan: ¿creés en Dios? El contesta: “Dios son los santos que están en los muebles”, aparece la imagen del farol.
Vamos a una especie de salón de fiestas en un lugar de Malvín Norte, todo desierto, mucho pedregullo, yo ansío que el sol baje un poco y lo contemplo.
Una amiga virtual, Natalia Martínez, sería probablemente la madre de aquella niña recién nacida.
Mi madre contempla esa lámpara sugiriendo a Virginia que pida algún deseo “milagroso” a esa lámpara como si fuera un santo.
El salón de fiestas parecía una mezcla de: exescuela informática, un apartamento. La zona estaba situada en Malvín Norte, pero tenía elementos visuales y geográfcos de Pajas Blancas.
Desperté, con los ojos cerrados viendo un vegetal con raíces que sostengo con ambas manos pisando la tierra fértil muy buena para cultivar,. Ahora sería un buen momento de describir algo que sería un mensaje “poético”, original de Julio Inverso para cerrar la entrevista.
Tengo … una larga raíz de lo profundo.
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Al “Cara de nada”
me gusta el bobo dominicano, no paro, y no me resisto a su bulbo, cuál es el maldito problema? Me gusta chillar como nuestra calesita de tres. Me gusta comer pan de ajo y adivinar en dónde me queda, y los bombones glaseados de aceite que sale de a sorbos. ¡Bienvenida, mujer nuestra!
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a Julio Inverso
Tengo … una larga raíz de lo profundo
y una historia de ozono a respirar
en la tierra que es un todo
de lo
profundo.
La semana
Quiero ser testigo de tu baño de luna en tu boca, bajo el rayo de plata del corazón del sol.
Y no detengo la inquieta pupila roja de este ojo pálido, como las caricias al cabello platino de un principio del ambidiestro domingo.
Vampiresa
Escribo con letra de niño, porque me morí toda cagada hasta los zapatos, hediendo a sorete de morcilla humana contra las paredes del pulcro manicomio.
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“La indigencia es el dios de la tuberculosis” Pedro Chagas-Manuel Lepra
“Pescado Podrido del mar congestionado de muertos” Leopoldo Verga
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¡Oh, Venus!
Esta noche, una leve y sonriente acrobacia encendida hasta el umbral de lo suave y de lo hondo. flotante soprano.
Palabras rojas en un gotero negro: fuego suspendido con horizontes rotos por la lluvia dorada que delimita la áurea arena blanca de plana y seca nube.
(Sobre el maniquí, durante cualquier sueño etílico).
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Corazón
Amor de nadie, querida por tu rubor de anatomía convexa, que escurra un poco de vino en las bocas de mala sangre que son la sed de tu canto amante, mi bella pirámide al oído, soy todo un blanco de placer al cubo.
Custodia felina
(porque existe la quema en las vacuas lunas del eclipse)
Luego de pensar la ácida nomenclatura, ahogo la mecha de candela rival y así también mi acero furioso para leerte amante y Amado. Pero no calmo el nocturno trasiano entre pinzas y garras. Y lamento la antihoraria bailarina del dolor con deseo de ti.
Micronarcosis
Desastrada la cabeza de tanta mariposa de pizarra. ¿Por qué mi alma es la tiza, si la locura me dijo que no con su tiara de cables?
Los extraños
Son rarezas que deslíen las simetrías en las difusiones.
Desde el punto hasta el espacio anulan al infinito.
Pero el universo es el absoluto continente de su propio alcance e inalcanzable a sí mismo aun en cualquiera de las cosas.
La eterna Bianca
Esperando bendiciones de la luna llena, mi sol, Bianca, la cabrita del patio con su calendario argentino sabrá de esa fuente lacticínea e infinita que te nutrirá siempre en tus tiempos en los que nunca querrás de mis galaxias de limón.
Oda al caos
Maleable ontogenia Que la sangre se decanta Moviendo el metro del alma Trenzas paquetes de expresiones De los ecos jabonosos En los sentidos absolutos De la claridad discutida (Yestos contornos siameses) Sh, Que el fuego se arranca el aire ¡Ay!, Que duele la pared Antes que la más joven sutura Del rompecabezas para siempre.
Hasta empobrecer irises pobres grises irises Sh, Miel caída, miel tomada.
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Pulmón ancestral
Ni el primer fotón Es su verdad
Y la piedra seca Con dos tercios Menos azul (y menos) Es más que amniota.
Cuánta planta hay Con verdes suspiros De la podredumbre Y la muerte
Entonces digamos Que tres no matan Si realmente dos no Mucho menos uno
Si tanto curan Los peróxidos, Si tan azul Es el bello mar, Más blanca es la pus De la ceguera Que se ríe Del más espejo De su negrura blanca.
A fin de cuentas El azul participa Del blanco color, Receta Madre…
Minerva Olmos, René Idelfonso Ranvier
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Niña
“Niña más del alma que del mundo, se de mi alma, más que del alma y que del mundo que soy uno mismo” Minerva Olmos.
“Si en este mundo no funcionan ni las máquinas, ¿Qué misterio puede haber? Claudio Lavíé Gostosa
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Fósiles azules
poemario de Minerva Olmos
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