Juan Pedro López |
Probablemente
muchos recuerden aquellos versos que comienzan diciendo: “Llovía
torrencialmente / en la estancia del Mojón…” Y es que esta ‘Leyenda
del Mojón’ ha calado hondo en el alma popular. Su autor cobró fama
gracias a esta “crónica criminalística”, aunque muchas veces, como
sucede, se folkloriza la obra olvidándose al autor. Pero
la fama de Juan Pedro López no sólo ha estado asociada a esta leyenda,
ya que él se caracterizó por esta forma narrativa para hacer sus
composiciones poéticas, siempre basadas en la tragedia y los dramas
pasionales. Habrá quienes recordarán obras como ‘La venganza de Tolosa”,
‘El rebenque fatal’, ‘Julián el maula’, ‘La casa encantada’,
o ‘La madre loca’, que han recorrido la región en voz y guitarra de
muchos payadores. Pero
este López, también fue payador, y tal vez, el más renombrado (en su
tiempo) del Uruguay. Veamos un poco de su historia. Nace
el 15 de agosto de 1885 en la localidad de Etchevarría (Canelones). Su
padre, Antonio López, era originario de Galicia, y su madre, Micaela Pérez,
de las Islas Canarias. Si bien él portaba artísticamente el apellido
paterno, por motivos desconocidos, fue anotado con el materno, siendo su
nombre legítimo Eusebio Pérez. Tuvo una niñez en la pobreza, junto a
sus ocho hermanas, y la temprana muerte de sus padres, lo llevó, como único
varón, a desempeñar una diversidad de trabajos. Se trasladó a
Montevideo, donde trabajó en un saladero y en el puerto. En
1911 se radica en Buenos Aires, donde cuenta con el padrinazgo artístico
del célebre payador Gabino Ezeiza, obteniendo renombre dentro del círculo
payadoril. Pero ello se vio trasvasado, puesto que la obra de López
trascendió el ámbito de la payada, para insertarse dentro de la canción
criolla. Tal es así que grabaron sus obras Carlos Gardel (‘China
hereje’ y ‘Flor campera’), Juan D’Arienzo (‘Quemá esas
cartas’), Ignacio Corsini (‘El rebenque fatal’), entre otros que se
fueron sumando a lo largo del tiempo. Él mismo hizo grabaciones de sus
temas para los sellos Víctor y Odeón de Argentina. Se
recuerda que López cantó homenajeando al aviador y militar español Ramón
Franco (hermano del dictador Francisco Franco), por su travesía transatlántica
con el Plus Ultra, siendo esta uno de los mayores logros de la aviación
española (1926). Este hecho llevó a que López fuera invitado a
visitarlo en España, donde de manos del mencionado aviador se le obsequió
una valiosa guitarra (1929). El ajetreo artístico fue debilitando la salud de López. Este hizo caso omiso a los médicos y continuó con las actuaciones. Ya radicado en Montevideo, sus últimos años los pasó con bastantes apremios económicos. Tras el agravamiento de su enfermedad cardíaca, fallece en el barrio de La Unión (sito en Justo Maeso 4271) el 25 de enero de 1945. |
Por
Hamid Nazabay
Publicado en: Semanario
del Plata (página 10), 24 de enero 2009, Año 2, Nº 53,
Rosario, Colonia
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