Sobre el tema 
Cielo de los tupamaros
 

De “Osiris Rodríguez Castillos - pionero del canto popular uruguayo”

De Hamid Nazabay

Este cielito está referido al gaucho oriental en toda su dimensión histórica y épica. Fue compuesto en 1959 para la infortunada y no concretada película Ismael, a la que hicimos referencia. Osiris y Eustaquio Sosa fueron quienes reflotaron esta forma musical y poética, propia de nuestro país. Hasta este entonces no se habían escrito cielitos desde la época de Bartolomé Hidalgo, ni tampoco se habían compuesto musicalmente desde mediados del siglo XIX (aproximadamente), donde se utilizaban en su forma bailable, sobre todo en los salones, o como una de las partes en la forma musical del estilo.

El nombre Tupamaro se debe a que los “godos” (españoles) llamaban así despectivamente a los gauchos rebeldes (en 1811) y estos identificados con la grandeza del cacique Tupac-Amaru, contrajeron con orgullo el mote. El asesinato de este cacique, era muy cercano en el tiempo (1781) para los gauchos orientales y por ello toman el nombre.

Esta canción fue prohibida en el período dictatorial, puesto que había dado nombre a otros que (también) luchaban oponiéndose al poder detentado por ciertas cúpulas. Osiris declaró que nada tenía que ver con el hecho, pero que de todas maneras lo enorgullecía. Prohibir la canción era una estupidez, puesto que había sido compuesta bastante antes y hasta se cantaba en las escuelas por su temática histórica. De todas maneras la ignorancia y el miedo llegan hasta hoy; en pleno año 2000, me encontraba en una audición radial cuando a uno de los cantores allí presentes le toca el turno de cantar, este anuncia que interpretará Cielo de los Tupamaros. Inmediatamente la conductora del programa decide ir a una tanda y al regreso de la misma comenta que el cantor no cantará, porque se le ha roto una cuerda...

Paradojalmente cantores para nada identificados con la izquierda, como Eduardo Falú y Julia Elena Dávalos, versionaron esta canción; además Osiris en 1943 ya tenía un caballo llamado Tupamaro, según declaró en una oportunidad en la Revista Folklore (Nº 33, 1962). Con esto no se pretende juzgar a la conductora, la cual cumple una función difusora muy importante, sino al sistema simbólico opresor que opera sobre las diversas prácticas cotidianas y/o colectivas en “plena” democracia.

Este tema ha sido grabado por varios de los principales intérpretes de Osiris [Anselmo Grau, Eduardo Falú, Carlos Di Fulvio, Numa Moraes, Víctor Velázquez]. Una de las mejores versiones, por lo vocal y guitarrístico, la realizó Yamandú Palacios. También fue grabada por Los Carreteros, Voces de Mayo, Los Boyeros, Ricardo Collazo y en una singular adaptación instrumental en arpa, por Aníbal Sampayo, entre otros.

Extraído de: 

Nazabay, Hamid. “Osiris Rodríguez Castillos - pionero del canto popular uruguayo”, págs. 17 – 20, FONAM, Rosario, 2009.

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