Carlos Gardel |
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los 24 de junio se recuerda la tragedia aérea de Medellín que le costó
la vida a Gardel, pero con ella se reedita la polémica sobre su origen
natal. De ello existen diversas teorías, cada una fundamentada y basada
en documentos, aunque las mismas son totalmente contrapuestas. Sea como
sea los documentos y testimonios han abundado a favor de una y otra, pero
no se ha llegado a una postura unánime y definitiva. La “teoría
francesista” nos dice que Gardel nació en Francia, en Toulouse, y que
muy pequeño fue traído a la Argentina. La “uruguayista” se basa en
el nacimiento de Gardel en Tacuarembó. La polémica se extiende a lo
largo de los años y desde ya digo que no tomaré partido al respecto. La cuestión es que Gardel no cantó en francés,
pero tampoco interpretó polcas o schotis del cancionero norteño, cantó
tango, el que mamó en Buenos Aires, la ciudad que lo consagró como
artista. De uruguayo Gardel lo que ha tenido son amigos o colaboradores,
pero nada más. Fue compañero de José Razzano en sus comienzos,
conformando un dúo, tuvo un guitarrista uruguayo como José María
Aguilar, interpretó varios temas de poetas nuestros, y mostró total
admiración y amistad para el cantor criollo más importante del Uruguay
(olvidado por su país) Néstor Feria; pero de “uruguayés”, Gardel no
tenía nada. Los uruguayos somos proclives a reclamar y
reverenciar a un ídolo después que este está constituido como tal, pero
antes no se le da el apoyo que merece. Después que Gardel se convirtió
en Gardel, se descubre que es uruguayo. Después que “La Cumparsita”
se hizo famosa resulta que es uruguaya, pero mientras Mattos Rodríguez
vivió en la pobreza los uruguayos no lo tenían en cuenta. Después que
Julio Sosa se convirtió en “El varón del tango” (en Argentina), sí
se lo reconoce como uruguayo, antes las calles de Las Piedras no lo veían
caminar con su pobreza a cuestas. Empero, es notable la “mala pata” artística de los argentinos, que atenta contra sus complejos narcisistas: Gardel, Julio Sosa, Horacio Ferrer, La Cumparsita, y demás son uruguayos; Alfredo Le Pera (poeta mayor del tango) es brasileño, Ignacio Corsini (uno de sus mayores cantores) es italiano, etc, etc. Por ello se agotan peleando por la paternidad del asado y el dulce de leche. Pero debemos reconocerles su sentido patriótico a ultranza, algo que nosotros no hemos sabido cultivar, y que como pueblo tenemos en el debe… y no alcanza con que Gardel sea uruguayo. |
Por
Hamid Nazabay
Publicado en: Semanario
del Plata Año 1, Nº 26,
(28 de junio 2008)
Rosario, Colonia
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