El mismo día
Adriana Musetti Dávila

El murmullo de las hojas de los plátanos

como música desprendida por el viento

me trae recuerdos de cuando juntos

caminábamos el tiempo.

 

Chorreando el sol entre las ramas

atestadas de primavera

recuerdo cuando nuestro amor brotaba

sin darnos cuenta siquiera.

 

Rememoro cada momento como si allí estuviera.

Vuelvo a sentir olores y sensaciones, los colores

me recuerdan sonidos y las músicas despiertan

y vuelves en el tiempo

y te veo a mi lado...

tus ojos otra vez enamorados!

 

Y al oir mis pasos en esa polvorienta vereda

y al sentir la brisa tibia rozándome las piernas,

vuelve de mi memoria aquella tarde, se me acerca

y al oído me cuenta:

 

Uno junto al otro por una vieja vereda,

tus ojos prendidos a mis pupilas

sin poder tocarnos, frente a un portal sin reja

nos detuvimos, sonó el timbre,

se abrió la puerta, se mostró el zagüán,

se desplegó la alta escalera delante

que nos llevó a tu pasado.

 

Sin ningún esfuerzo vi a la izquierda enclavado

el enorme mural con tu firma al pié

y la fecha que "voló" mi corazón e hizo renacer mi fe.

Tu habitación, el patio, la claraboya,

tu juventud en aquellas baldosas

tus sueños en aquellos muros

y en mi pecho "saltando" la emoción.

 

Casi lágrimas en nuestros ojos

que se hablaban en gigante y profundo silencio

secreto silencio prohibido,

secreto silencio compartido.

La casa antigüa nos miraba,

callado el aire nos envolvía y asombrado,

el joven que esperaba ya no existía.

 

Juro que sentí tu corazón latir

volví a aquellos años, imaginé momentos pasados

supe que había estado entonces allí

sin saberlo contigo y tu conmigo

en aquella otra vieja casa en donde yo vivía

en mi adolescencia mientras pintaba

mi mural aquel mismo día.

Adriana Musetti Dávila

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