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La promesa |
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Desnuda ante tus ojos, hija como mi cabeza, desnuda mi alma está.
Cada día a enfrentar al mundo desnuda, mi corazón arma de sentimientos que hiere aveces sin piedad.
Si la angustia fuera ajena, si no fueran los sueños pena!
No quiero verte llorar hija linda de mi alma, no quiero verte llorar, por la tonta de tu madre y su tonta promesa.
En tus ojos veo soledad, tristeza. El mundo darte quisiera, llenar tu almita de felicidad.
No pasa nada pedacito de mi vida! desnuda salgo a la vida a pelear pero no muero en la batalla, y no quiero hacerte mal.
Mi vida daría por tu felicidad, si pudiera ver riendo de alegría tus ojos, tu mirar. |
Adriana Musetti Dávila
1 junio 2001
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