Toda la tristeza

poema de Lucio Muniz

Del libro Llave de sangre

¿Por qué no cabe en el poema

esa luz que cubre los techos

y la claridad se aleja

negándose a horadar la oscuridad

que penetra sendas de sangre

y se adueña del círculo de sombras?

Yo quisiera picotear

los bordes de un corazón

hasta encontrar el punto justo

en que revienta

la fuente de la vida.
Hoy saldría a consultar

todos los vientos

que pesan en mi pecho

impidiéndome el paso del regreso.

Lejos de mí hay un niño todavía

-cerca y lejos-
con un pájaro temblándole en las manos
y una lágrima opacándole la risa.
(Tiempo del reventón de los malvones
de la siesta y el plátano,
de ayeres enredados en raíces,
en noches blancas
redondeadas y altas
en las que respiraba
la sal de un universo
total
y sin negarse).