caída libre |
¿cuántas
galerías, corredores, salas de espera aguardando
que los Poderosos me hablaran
con
muecas de tristeza y señas falsas torciendo
mi vida?. Yo quería decirles: señor,
no es mi vida una vara flexible o
un caño de aluminio. No puede torcerse a placer. piense
usted que es la vida de un ser humano pero
disponía de algunos segundos para hablar con los
Poderosos y
las palabras se atropellaban para salir. Según
pude conocer por los resultados nunca dije nada particularmente
eficaz. Sólo me derivaban hacia otras galerías,
corredores, salas de espera donde
las secretarias, los adulones, los mayordomos me
atendían con muecas de desprecio el
tiempo se consumía en mi descenso en mi caída libre y lenta. |
Cámara profunda
Álvaro Miranda Buranelli
alvaro@alvaromiranda.com
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