Este libro, el tercero de la joven escritora argentina —anteriormente
había publicado: Los que vieron la zarza y Acuario—, significa un
acontecimiento literario en el alicaído panorama editorial del Río de la
Plata. Es cierto que en la otra margen existe por lo menos una promoción
emergente de narradores que aúna la fuerza expresiva, la conciencia de
la tarea y el talento. Pero ninguno alcanza el nivel a que llegó la
autora de Un resplandor que se apagó en el mundo. Para encontrar logros
parecidos habría que remontarse hacia atrás, hasta un Bioy Casares o una
Silvina Ocampo.
El volumen englosa tres relatos —Don Juan de la Casa Blanca,
Georgina Requeni o La elegida, y el que da titulo al conjunto— que, según sugiere
la misma L.H. en explicación de contratapa, son: "tres historias que
acaso, para un lector sagaz urden el rompecabezas de una sola historia".
La primera enfrenta a una pareja en crisis; el alcoholismo de él empuja
a Diana, desesperada, a aferrarse a una ficción de normalidad que se
desmorona, impulsándola, en un último intento de acercamiento, a beber
también. La segunda bosqueja otro tipo de ebriedad: la patética
Georgina, que quiere ser actriz y sueña con la fama, mientras la vida
pasa y va quedando sola y marchitándose. Un resplandor hurga en el mundo
de la adolescencia, con su misterio y riqueza, donde quizá es posible
una ebriedad más auténtica.
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Liliana Heker |
