Marginautas, de Adolfo Guidali Etcheverry |
Un pícaro Latinoamericano en París |
Las
aventuras y desventuras de personajes con talante picaresco provenientes
de países americanos y sobreviviendo en ciudades europeas, han dado
asunto a más de un narrador de nuestro continente. Desde los más
sofisticados del argentino Julio Cortázar –en
Rayuela y El libro de Manuel- con su perfil intelectualizado, a los más
carnales del peruano Alfredo Bryce Echenique; sin olvidar los del
chileno-mexicano Roberto Bolaño, en particular los héroes de su novela
culminante, Los detectives salvajes,
deambulando por una Europa postmoderna y desangelada. En
esta línea, que tiene su tradición y hasta su propia retórica, podemos
ubicar a Marginautas, novela del
uruguayo Adolfo Guidali Etcheverry, publicada por la Universidad
Veracruzana de Xalapa. Su personaje central, Rulito, que un buen día
salta de Montevideo a Madrid y que luego de un pasaje fugaz por Barcelona
termina malviviendo en París, tiene un elemento de originalidad que lo
desmarca de sus antecesores: no es artista ni intelectual y carece de base
cultural; en sentido estricto: es un marginal, un lumpen, como solía
decirse en los años setenta abusando de la categoría marxiana. Un
rasgo interesante del relato es el contraste que se establece entre Rulito
y aquellos con quienes alterna en su vagar, correspondientes todos al
prototipo del latinoamericano
con veleidades literarias, con un barniz de cultura y políticamente anárquico.
El contrapunto, los malentendidos, los disimulos del pícaro uruguayo, lo
dan a esta novela un sabor especial, donde las propias situaciones llevan
implícita mucha y buena ironía,
y un humor con sentido crítico que también forma parte de nuestras
mejores tradiciones literarias desde el lejanísimo El
periquillo sarniento de
Fernández de Lizardi. Guidali
vive en París hace un buen tiempo, trabajando como periodista en France
Presse. Estuvo varios años residiendo en Madrid, en los noventa. Publicó
en Montevideo su primera novela –Alfonso:
una cuestión reflexiva (MZ editor, 1984)- con cierta repercusión. Un
poco antes dio a conocer sus primeros cuentos en la revista El caracol
marino, de Xalapa, y más tarde publicó relatos en diversas antologías
de América Latina y Europa. Marginautas
sale a luz tras un largo silencio. Su buena estructuración, la pericia
para crear climas y para darle ritmo a la historia, la peculiar respiración
de un estilo muy personal, evidencian un intenso trabajo entre aquella
primera novela y cuentos, y esta obra de madurez. Algo que permite
adivinar manuscritos que no vieron la luz (de pronto novelas interesantes,
que quedaron inéditas). Vale recordar que Guidali fue durante un tiempo
guionista de programas de televisión en España
y que tiene larga trayectoria como periodista, experiencias que lo
auxiliaron a la hora de estructurar esta novela. El
relato posee además una cualidad esencial para el caso: es entretenido y
atrapa; no decae ni pierde ritmo, a pesar de algunos pasajes demasiado
reflexivos. La historia se construye alrededor de Rulito, personaje rico y
consistente, pleno de matices, a quien rodean en su peripecia muchos otros
que ofician de coro en la tragicomedia de su vida. Un elemento más de
interés lo da el bosquejo que realiza el autor, pintando en pocos trazos
los perfiles de la bohemia latinoamericana más reciente en ciudades como
Madrid, Barcelona y París. Marginautas, de Adolfo Guidali Etcheverry. Ediciones de la Universidad Veracruzana, colección Ficción. Xalapa, Veracruz, 2010. |
Alejandro Michelena
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