Canción para Rosa Luna |
Rosa de los morenos. Rosa de los tambores. Con pechos gigantescos de carbón y de bronce. Rosa del carnaval. Flor de los negros que tu raza plantara en el barrio Palermo. Naciste hecha de bronce carbón y calle para alzarte absoluta, potente y frágil. Frágil porque eres sólo flor de los carnavales, cuando Sur y Palermo levantan vuelo y se ponen encima los estandartes. Y entonces acometes la dura empresa de ser tú misma un estandarte de carne. Un sexual y ostentoso meneo de tambor, un tambor caminando por las calles estrechas de tu feudo, del feudo de los negros. Y entre sudor y lágrimas de brillantina te hacen bailar los tamborileros, te fecundan de música para parir un sueño . Te sueñan dominante y redentora, te sueñan poseída y poseyendo. Mientras dure tu esplendor moreno te llevarán al centro de la ronda ritual del carnaval. Después serás recuerdo, como antes fueron la Gularte y la Johnson. Y arriarán tu bandera con respeto. Ha de surgir una negra sucesora que encienda las hogueras donde se templen las lonjas de las llamadas carnavaleras. Y tu rosa de luna, la rosa de tu nombre, la luna de tu raza, alumbrará las calles empedradas, los pobres callejones que te vieron pasar bajo los balcones al compás que marcaban con sus manos las oscuras comparsas de tambores. Rosa de los morenos. Rosa de los tambores. Con pechos gigantescos de carbón y de bronce. |
Wilson Mesa
Ir a índice de Inéditos |
Ir a índice de Mesa, Wilson |
Ir a página inicio |
Ir a mapa del sitio |