Harpya destructor

poema de Jorge Medina Vidal

Vuela como nosotros

hacia esfumado punto.

Y sólo se detiene una vez en la vida

como nosotros,
para guiar los vientos o sobrevivir feroz

el tumultuoso desplante de la noche.

Su nombre es águila y el mío es prisionero.

Corcho sobre el espacio negro
a veces dorado azul
cual una copa de vino derramada.
Y mis ojos recién la persiguieron

como aquella Extranjera
que cruzaba desnuda por los médanos

hasta abrirse en el mar.

Yo quisiera tu cuota de verdad

tu secreto de acero por los ojos,

tu mano pálida que hace gestos de Dios

sobre las nubes.
Oh águila y tu fervor de muchacha

vagarosa e inconsciente

sobre la carne
que abajo late y hacia ti se levanta.