“Re-
educándo –nos” |
¿Dónde estamos parados? C- En relación a las concepciones de ser humano que se sustentan |
“Un ser humano inmensamente solo Alumbrando como puede con la pobre lucesita remendada de su fé la gigantesca nada. Un ser humano aferrándose a la idea, reclamando la posibilidad, suplicando la presencia de un orden, de un algo que explique lo inexplicable que responda y que calme que nos ayude a dormir y después a despertarnos y después a seguir y después a cambiar... Un ser humano inmensamente solo ante Dios” Murga Agarrate Catalina |
Tomado del latín, el término educar surge de la concepción de “educere” y “educare”. El primero hace referencia a la cualidad de nutrir y fomentar el crecimiento. El segundo se refiere a la acción de sacar a la superficie, lo que estaba cubierto. Ambos indican un proceso mediante el cual se manifiesta aquello que estaba latente.
Retomar la etimología del término, nos permite desligarlo de su asociación con la idea de un docente poseedor de todo el conocimiento, cuya labor sería la de iluminar las mentes a oscuras de sus alumnos.
Muchos docentes en el mundo entero se sienten atados por planes y programas de estudios. Se sienten frustrados al tener que cumplir con límites de tiempo y preparar a sus alumnos para exámenes, en lugar de alentarlos a ser más creativos e imaginativos. Es más fácil quedar absortos en la materia que estamos enseñando en lugar de centrarnos en el alumno.
Pero la palabra del profesor y el libro didáctico ya resultan elementos paleontológicos frente a la explosión de los medios audio visuales.. También es bastante antigua la sospecha de que los métodos escolares basados en la memorización produce embotamientos en la inteligencia. El docente-emisor (informante) es un triste arcaísmo dentro de un contexto saturado de información.
Para encontrar un camino adecuado tenemos que situarnos en la realidad que vivimos en cuanto al tipo de ser que estamos formando ya que obviar esto y trabajar “para y con” un alumno abstracto, reproduce fielmente el sistema..
Según Sábato” al sobrevolarse lo racional, fue desestimado todo aquello que la lógica no lograba explicar.¿Acaso son explicables los grandes valores que hacen a la condición humana, como la belleza, la verdad, la solidaridad o el coraje? El mito al igual que el arte, expresan estas profundas manifestaciones del espíritu, que resisten a cualquier tentativa racionalizadota, que toca los fundamentos últimos fundamentos de la condición humana, logrando que el mundo en que vive adquiera sentido. Entre lo que deseamos vivir y el intrascendente ajetreo en que sucede la mayor parte de nuestra vida, se abre una cuña en el alma que nos separa de la felicidad, como exiliados de nuestra tierra. Porque el mundo no está sólo afuera, sino en lo más recóndito de nuestro corazón.
Muchas veces me he preguntado en cuánto contribuye la educación a adulterar el alma de los niños..Es grave que los niños y adolescentes pasen horras frente al televisor, asimilando todo tipo de violencia, o dedicados a juegos que premian la destrucción. Es urgente encarar una educación diferente. Tenemos que reaprender lo que es gozar .Estamos tan desorientados que creemos que gozar es ir e compras. Gozos verdaderos son aquellos que embargan el alma de gratitud y de amor. Pero la educación no está independizada del poder, y por lo tanto, encauza su tarea a la formación de gente adecuada a las demandas del sistema”
La educación tiene mucho para hacer y decir en ese aparentemente campo privado, que es el reino del corazón. Desarrollar la capacidad de amar y ser amados es a mi criterio el aprendizaje existencial que cada individuo debe resolver en su vida personal y la humanidad como tal. Pero eso no se instala por decretos, ni siquiera a través de maravillosos mensajeros, sino a través de una construcción cotidiana que se apoya en el desarrollo de determinados valores
Nacidos, criados e inmersos en posturas que se plantean rígidas (bien- mal; cuerpo-mente; salud- enfermedad; saber- no saber...) nos puede parecer utópico lo de tender puentes , establecer alianzas, aceptar paradojas...
Algunos lo intentamos con la convicción de que el hombre es dueño de un potencial enorme, aún cuando esa energía en muchos momentos quede trabada por los condicionamientos de la Sociedad y de la propia vida personal.
Según Leonardo Boff “hay un descuido por la vida inocente de niños y jóvenes usados como combustible en la producción para el mercado mundial. Hay abandono y descuido por el destino de millones de marginados y de los excluidos del proceso de producción. Hay descuido y abandono de la sociabilidad en las ciudades, la mayoría de las personas se sienten desenraizadas culturalmente y alienadas socialmente, predominando la sociedad del simulacro y del entretenimiento. Hay descuido por la dimensión espiritual, No hay cuidado por la inteligencia emocional. Hay un abandono por toda reverencia, indispensable para cuidar la vida y su fragilidad. Atolondrados por aparatos tecnológicos vivimos tiempos e impiedad e insensatez”
Oriente, con su postura instrospectiva , generó grandes líderes espirituales, mientras las grandes masas morían y mueren de hambre e ignorancia. Occidente se permitió en estos últimos tiempos la duda en las ciencias; pero busca en lo externo lo eterno, generando una sociedad ruidosa y superficial.
Grandes pensadores de todas las corrientes y profesiones expresan la necesidad de cambios cualitativos en nuestra concepción del hombre, con las implicancias educativas que ello conlleva. Y entonces ¿ por qué tanta demora? Tal vez por lo que decía Hebert Spencer: “existe un principio que se resiste a toda información, que se resiste a toda argumentación, que nunca deja de mantener al hombre en una ignorancia perenne; ese principio es el de desestimar lo que no se ha investigado”
No hay ni habrá nunca nada tan irresoluble como los ojos de un niño vueltos hacia nosotros. No heredaremos a las generaciones venideras ni las certezas ni las quimeras de un mundo feliz. Nacemos en un mundo signado por la desigualdad y el abuso, en un mundo que a veces nos parece no tener remedio. Pero saber que hay infamia y desdichas no nos relega de la constante obligación de intentar que sea mejor. Ese debe ser nuestro ideal y nuestra responsabilidad
En realidad no existe una fórmula universal. El desarrollo es endógeno. Un país, una comunidad, un grupo, una persona, no pueden ser desarrollados, sólo pueden desarrollarse. Porque el verdadero desarrollo significa crecimiento.
Cada persona, cada pueblo debe buscar sus objetivos y metas. Pero en el vértigo que nos hemos acostumbrado a vivir , no se dan frutos, ni se florece. Lo propio del vértigo es el miedo y un ser humano con comportamiento de autómata, que ya no se siente responsable, ni libre, ni reconoce a los demás como personas. Todo es temible y desaparece el diálogo y el contacto entre las personas.
¿Cómo hacer entonces de la educación una tarea de todos, en cuanto a determinar cuales son en esta situación los aprendizajes significativos? ¿cuáles serían los roles de los educadores profesionales, de los educadores padres y de la Sociedad toda?¿qué implica “hacer mi parte”?
Ya Sartre nos hablaba de la necesidad de un “sujeto situado”, consciente de sí mismo , de su circunstancia histórica, de su temporalidad, consciente de dónde y cómo vive. También este “sujeto situado” necesita saber cuáles son sus capacidades y potencialidades, para lograr transformaciones internas y externas.
Que otra finalidad más importante puede tener cualquier sistema educativo que lograr personas felices y comprometidas con esa búsqueda. Pero este ideal tan compartido, está lejos de ser vivido y cada vez más corren ríos de Ritalina para contener a niños y jóvenes y sicofármacos con los adultos que en medio de multitudes sufren de soledad. Es bien sabido que nuestro país figura estadísticamente entre los que tienen un más alto porcentaje de suicidios
A ninguno de nosotros, nos han enseñado reglas básicas para una vida donde ese aprendizaje de “ser – con – otros” sea posible y menos aún para la vida en pareja. Sólo nos han dado unas vagas directrices, pero no tenemos idea de las maravillas que podemos extraer de la vida, cuando actitudinalmente estamos abiertos a esa posibilidad. No existe “escuela para el buen vivir”, y hay escasez de modelos de maestros de la vida.
Asistimos a una superinstitucionalización de los niños de clase media y alta a partir del corrimiento de las familias en cuanto a la capacidad para contener , socializar y transmitir pautas de convivencia . Muchos de los niños pasan sin contacto con sus padres la mayor parte del día y en instituciones y con docentes con muy buena voluntad, pero que no está preparados para esta nueva realidad. Porque las Instituciones en el mejor de los casos, responden (y no me refiero solamente al ámbito privado, sino también al Público) con una lógica de mercado, adecuando la propuesta educativa a las exigencias de la nueva realidad. En esos casos, los niveles de violencia en la vida cotidiana de las Instituciones se han visto intensificadas de manera irreductible.
Hay que tener presente que si bien no es totalmente definitorio, ya que creo en las propias fortalezas transformadoras de cada ser y en la educación como una importante herramienta generadora de cambios, el impacto que la paternidad-maternidad deja en los niños es extraordinariamente profundo, de ahí la necesidad de que los padres apunten primero a la propia sanación de su vida personal y de pareja.
Cuando los padres logran un buen equilibrio en su vida emocional, cuando pueden reconocer y expresar sus sentimientos, sus hijos se muestran más afectuosos, más relajados físicamente, con menos problemas conductuales y también con beneficios cognitivos ya que tienen una atención más concentrada. |
Hacia qué ser humano queremos ir .............................. Si globalizan nuestro pensamiento sólo habrá un libro con el mismo cuento sin esa magia de la fantasía la música del mundo no tendrá lugar
Pregunto yo: ¿quién va a cantar? ¿quién va a soñar? ¿quién va a tocar la melodía del amor?
Si cada pueblo tiene un presidente que por lo menos rime con la gente cuando el reparto sea más coherente tendremos un planeta con identidad
Cuando el amor sea lo más urgente no tendrá caso la guerra de Oriente cuando el racismo no tenga pariente me sentiré orgulloso de la humanidad Ruben Rada |
Si, “el amor como lo más urgente” para esta humanidad doliente. Pero si hasta me salió un verso que podría integrarse a la canción. No hay duda de que los artistas, los poetas, por su sensibilidad muchas veces conocen más de alma humana y sus necesidades que los técnicos especializados. El amor – condición y cualidad tan manoseada y manipulada a tal punto que ha perdido su poder - en la base y en la utopía de la educación para la vida. ¿Por qué? Porque los que aman y se sienten amados difícilmente necesitan tratamiento siquiátrico, porque los que aman son menos consumistas , porque los que aman valoran la vida como algo sagrado, porque los que aman se comprometen con su destino y el de la humanidad toda. El amor del que aquí hablo no es el que evita enfrentar los conflictos o los avatares que la vida presenta, sino un amor que fortalece porque es una construcción. Los verdaderos enemigos del amor son : el miedo y los intereses creados en torno a él. El coraje para soñar, para crear y reinventarse a sí mismo, para buscar la felicidad, para poder tener en cuenta al otro ( quien quiera que éste sea) solo puede manifestarse, cuando lo que prevalece no es el miedo, sino el amor El amor enriquece, da alas, sana, da valor para enfrentar la incertidumbre y abrirse a los cambios. Siguiendo a Leonardo Boff “toda nuestra vida debería ser un proceso de autoconocimiento. Ella no se manifiesta solamente en lo exterior- el trabajo, las ocupaciones, los vínculos, la convivencia..-, sino también en el universo interior, que es tan vasto como el exterior.. Vivimos para aprender, pero no sólo aquello que es intelectual, aprendemos especialmente a experimentarnos a nosotros mismos. Por eso la escuela más importante es la vida. La vida cura la vida. Vida que cura es vida verdadera, transparente, que mira a los ojos, que mira hacia adentro, que siente corazón a corazón, que no crea mecanismos de huida o de autojustificación para ocultar la realidad, que deja ver la sombra...que nos permite ser màs humanos.” Tal vez también sustentado en esas premisas, fue que el gran educador Paulo Freire, críticamente, estableció la utopía de toda educación “como práctica de la libertad”. La vida como creación de nosotros mismos, en una relación libre con los otros, dando y recibiendo Transitamos un momento histórico crucial, bisagra entre lo que ya fue y lo que todavía no es, en el que estamos a tiempo de colaborar en la construcción de una comunidad armoniosa basada en el amor, que es una energía de crecimiento y transformación Lo primero es pues “darnos cuenta” que todos nacimos para amar y ser amados y que casi todo lo que hacemos, aún aquello que consideramos más descalificable es “un gesto de amor o un pedido de amor”. Por eso una de las misiones fundamentales de una educación hoy, debería ser enseñar a expresar lo que sentimos, lo que pensamos, lo que necesitamos, aprender a descifrar las señales que los otros nos envían en ese sentido y principalmente a buscar y expresar el amor con valores y ética. Cuántos conflictos se ahorrarían si la comunicación de necesidades, la expresión de deseos, la manifestación de emociones fuera más clara y los afectos circularan con mayor libertad Ya se dijo que toda crisis también es una gran oportunidad. En este caso, la oportunidad para el reencuentro con el misterio y el milagro de la vida, que solo podrá sobrevivir si amamos sin egoísmo, si comprendemos y aceptamos las diferencias , si compartimos con generosidad y si se produce el reencuentro del ser humano con su ser interior. El “hombre nuevo” - que tanta literatura y esperanza desarrolla - en permanente proceso”AMA”, ama la vida en todas sus manifestaciones y la cuida y respeta como algo sagrado. Apoyándonos en esa necesidad casi “biológica” de ser amado, debemos direccionar nuestra propuesta hacia la búsqueda del “nosotros”..la oportunidad de “ser-con- otros”. En el hipotético caso que se produjese esa instancia de diálogo entre todas las partes interesadas, y que llegaramos a un acuerdo de la importancia del amor en nuestras vidas. Inmediatamente y como educadores surgiría la pregunta ¿por quiénes empezar? Lo más probable es que al unísono surgiera la decisión “comenzar por los niños”. Por supuesto que todo lo que se pueda hacer en cualquier edad está bien Pero, en esta etapa de mi vida y con toda la experiencia adquirida, veo el comienzo de una forma diferente. Los niños, los jóvenes, aprenden más de lo que ven que de lo que se les dice. Y me detengo con un ejemplo de mi vida cotidiana en mi rol de abuela Cada vez que salgo con mi pequeño nieto de dos años a pasear le hago ver el color de los semáforos y el aprendió cual es el apropiado para cruzar. ¡ “verde”! me avisa para seguir nuestro camino hacia el parque. Una tarde en que yo estaba apurada por regresar, observé la avenida y al constatar que no venía ningún vehículo-ni cerca ni lejos- adelanté un pie como para cruzar con luz roja. Inmediatamente sentí que sus ojitos perplejos me miraron sin decir nada. Pero fue suficiente para que yo me detuviera y le pidiera disculpas por mi “distracción” . Si hubiese continuado estaría yo formulando y él aprendiendo un discurso vacío y contradictorio . Este es sólo un ejemplo personal de lo que fui descubriendo: la educación como un proceso de búsqueda de “coherencia entre el decir y el hacer, entre el afuera y el adentro” y de “reciprocidad permanente” que se da dentro y fuera del aula. Si bien somos un misterio y tenemos zonas oscuras que ni nosotros conocemos, tenemos que trabajar por la coherencia. Por eso, yo comenzaría por una reeducación del adulto Es con los otros, como el hombre accede a la dimensión de la ética donde interviene no solo la racionalidad , sino también la afectividad, como una forma de escapar de ese círculo vicioso en el que estamos inmersos, de esa trampa que nosotros mismos sostenemos que promueve un yo individualista e impide enriquecernos en el nosotros. Hoy yo, sueño con círculos de personas, mayoritariamente adultos mayores que enseñan y aprenden al mismo tiempo en una relación “mutuamente modificante” al decir de Pichón Riviere.. Un vínculo que abarque lo cognitivo y lo afectivo y que se base en la confianza, cooperación y ayuda en el aprendizaje de “crecer en el amor. Estoy dando los primeros pasos para formar el primer círculo. Sólo con dar una mirada rápida , ya no con lo que ocurre adentro de los hogares, sino en las calles , bien visible para todo el que quiera ver, surge de inmediato la necesidad de una re educación del mundo adulto. El amor verdadero se construye cada día y con el que está al lado tuyo..ese que a veces te irrita, ese que te mira con desprecio y rencor porque siente que tú le estás robando algo más valioso que lo que él te puede quitar.. |
“Reyes desterrados almas de otros tiempos mendigos de este siglo brutal Soy testigo de que fui testigo de que viví Un tiempo en el que estuve viví y se que fui rey de un reino que perdí"
Murga Agarrate Catalina 2008 |
Es casi lógico que una Sociedad que no ampara a todos sus hijos y que no acompaña a morir dignamente a sus ancianos, tenga altos grados de violencia. No brindar las mismas oportunidades a los que están en edad de estudiar y/o trabajar, también genera violencia que tiñe todas las formas de relacionamiento (familiar, laboral, educativo...) y llega a todas las capas sociales .
Es pues imprescindible en primer lugar generar oportunidades “no iguales ,sino las que cada uno necesite de acuerdo a sus circunstancias” y paralelamente un Programa en Valores en las escuelas y liceos. Y mucho más importante aún, ofrecerles nosotros adultos, modelos de serenidad, buena convivencia, aceptación de las diferencias, saber esperar, transitar duelos , aprender a cuidarse hasta de la agresividad hacia sí mismo. Esto exige también un buen manejo de los límites
Una parte del desarrollo y de la posibilidad de crecer es el poder encontrar formas no destructivas de expresar la agresividad y más bien usarla constructivamente. El niño no nace sabiendo manejarse en Sociedad, ni en la familia, ni tampoco ingresa a la Escuela conociendo las pautas básicas que rigen su organización. Este aprendizaje implica la internalización progresiva de los límites Es también la sutil pero importante diferencia que señala Restrepo en el libro “el derecho a la ternura” entre “ la mano que agarra y la mano que acaricia” .El plantea que “como especie nos sentimos orgullosos de poder “agarrar”; esa posibilidad fortalece nuestra autoestima y nos ha permitido ser instrumentales por excelencia. Pero cuando uno “agarra” impone su voluntad por excelencia, tenemos el control, transformando en algo pasivo lo agarrado. En cambio, cuando uno acaricia, en la modalidad que sea (con la mano, con la mirada, con la palabra, con el gesto), entramos en el campo de la incertidumbre, no hay plan posible porque debemos contar con el otro. El tacto es pues, el auténtico punto de encuentro entre los sujetos. Esta idea del “agarre” ha sido transferida a la Sociedad, donde se ha desarrollado un “orden agarrador”. Muchos de los conflictos cotidianos surgen de esa deficiencia,¡cuántas veces creo que estoy acariciando y estoy agarrando! Ser tiernos con el mundo implica aprender a acariciar en vez de agarrar. La caricia es una mano revestida de paciencia que toca sin herir y suelta para permitir la movilidad del ser con quien entramos en contacto. Es una mano que renuncia a la posesión” ¿Dónde estamos parados? |
“Estás en la cornisa y no sabés si dar el paso al frente o la peleas Y en ese desprovisto amanecer Yo voy con mi esperanza y nada más” Los Rebeldes 2004 |
El profesional sobre cuyas espaldas gravitan las mayores responsabilidades en toda situación social es el educador. Comentarios tales como “los niño y jóvenes de hoy son muy maleducados, no sé que aprenden en la Escuela y en el liceo? ¿los docentes de ahora lo único que quieren es plata? docentes eran los de antes...¿para qué pago un colegio privado si tengo que solucionar yo si no se porta bien en clase???-se escuchan por todos lados. Como si los padres no tuvieran responsabilidades en la educación de sus hijos y ésta fuera exclusiva de los docentes. Y que además como trabajadores no tuvieran derecho a luchar por un sueldo digno y acorde a la responsabilidad que se le exige. Todo lo contrario , padres y educadores tienen una gran tarea por compartir, pero desde hace un tiempo, éstos se han convertido en algo así como los fusibles de la sociedad Hacia dónde queremos ir en relación a los educadores |
"El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es que la meta sea demasiado alta y no la alcancemos sino que sea demasiado baja y la consigamos" Miguel Ángel |
Siguiendo a Miguel Arroyo en su libro “Oficio de mestre” gusta usar esa palabra :“oficio” para designar a la tarea docente porque nos remite a artífice, a un saber calificado, profesional .
Los “maestros de oficio” históricamente llevaban con orgullo su maestría, porque tenían una identidad respetada, reconocida socialmente y con trazos bien definidos. Muchos saberes de “oficio” han sido arrasados por la industrialización, por el avance de las máquinas y la tecnología.
Cada nueva ideología, nueva moda económica , política, pedagógica y/o académica, cada nuevo gobernante se juzga con derecho de decirnos que no somos lo que deberíamos ser, de definir nuestro perfil, de juzgar nuestro papel social, nuestros saberes y competencias, y también de redefinir el currículo y las instituciones sin tomarnos en cuenta...a través de un simple decreto. Como ven utilizo el “nosotros” incluyéndome porque aún me siento cerca de esa importante tarea que debemos recuperar en su nobleza Resulta imprescindible recuperar nuestro indiscutible valioso lugar en la Sociedad.. y eso no va a ser un regalo sino una conquista.
Problematizarnos a nosotros mismos, puede ser un buen comienzo para autorrevalorizar la tarea docente y dilucidar su rol. Ver qué cosas pueden seguir funcionando y qué roles nuevos se está dispuesto a asumir , Preguntarse sobre ciertas cuestiones fundamentales, sin duda ayudaría a verse y ver, aunque no tenga las respuestas ¿qué tenías al empezar la experiencia laboral como docente? ¿qué hay para tí ahora? ¿qué tienes?¿qué te falta? ¿Con qué características asumes esta experiencia? idealista, observador, víctima, protagonista, líder.. ¿cómo te relacionas con los vínculos simétricos?¿ y con los asimétricos?
En la publicación anterior hacía referencia a que , más que en cualquier otra profesión, la gran lección que recibe el docente atento, es la casi imposible separación entre su historia y evolución personal, de la tarea propiamente dicha y de su repercusión social. Por eso planteaba y sigo sosteniendo la relación entre docencia – decencia. Decencia en el sentido de ser honestos consigo mismos, para llegar al otro con lo que se es, con sus luces y sombras, con aciertos y errores...pero siempre en permanente proceso y con apertura al aprendizaje
En “Cartas a quien pretende enseñar” Paulo Freire nos dice ::“La tarea docente, que también es de aprendiz, es placentera y a la vez exigente. Es preciso atreverse a decir científicamente que estudiamos, aprendemos y enseñamos, con los sentimientos, con el cuerpo, con las emociones, con los miedos, con las dudas, con la pasión y también con la razón crítica. Jamás solo con ésta última”
El cambio impuesto desde afuera es inútil, pues lentamente se vuelve a lo anterior. Seamos pues protagonistas primero de nuestra propia modificación personal; comencemos por respetarnos a nosotros mismos en nuestra dignidad . Recuperemos la dimensión digna de la profesión docente y jerarquicémonos.. de lo contrario seguiremos reproduciendo en nosotros y en nuestros alumnos, la insatisfacción, incomprensión, angustia y miedo al futuro
En el caso de querer asumir nuevos roles, hay que prepararse y preparar a la familia para “poder escucharse, comprometerse y confiar mutuamente” . Porque somos educadores profesionales. Somos...y no solo ejercemos una función docente. . Pocos trabajos y posiciones sociales pueden usar ese verbo de manera tan apropiada. Pocos trabajos se identifican tanto con la vida personal. Para asumir los nuevos retos, los docentes deberían contar por lo menos con tres cualidades: sensibilidad, flexibilidad y conocimiento; ya que debe priorizar el aprendizaje a la enseñanza y jerarquizar los procesos en relación a los contenidos y los resultados.
Debe quedar claro que para ser buen docente, no basta conocer, es necesario desarrollar la disposición permanente a aprender. No es posible cambiar de estrategias, cuando el conocimiento está ligado a una sola forma de aproximación a los distintos temas. Por eso debe actualizar permanentemente los fundamentos de su disciplina .Esto le permitirá moverse con solvencia en distintos escenarios, poder cambiar los puntos de vista iniciales y hasta podrá analizar los problemas de la relación pedagógica.
Claro que para que el docente logre habilitar el espacio de aprendizaje, necesita saber neutralizar la importancia de su figura y para ello necesita ubicarse como un facilitador del aprendizaje y más que el poseedor de todo el saber, estar medianamente seguro de sí mismo, tener sus propios proyectos y sentirse valorado por el entorno.
Resulta casi imprescindible entonces, que cada educador camine a la vez por dos sendas: un camino individual de autoconocimiento y trabajo con su “adentro”, y al mismo tiempo un camino grupal donde se apoya y es apoyo de un equipo que contiene y enmarca el “afuera” común.
Pararse en esta otra postura, les permitirá manejarse, pensarse y trabajar como educadores, con la “distancia y la proximidad òptima” en el campo interaccional y a la vez poder introducir una “acción mutuamente transformante” entre el adentro y el afuera, entre la revalorización del acto educativo y la evolución positiva de la sociedad.
Esa doble mirada, que se debería permanentemente cultivar, entre el afuera y el adentro, tanto en el desempeño laboral como en el personal, es tal vez uno de los pocos bastiones que todavía se puede defender para “la construcciòn de los alumnos como personas más comprometidas con su época” y el “desempeño de la labor docente con mayores niveles de disfrute y eficacia.” La Institución educativa debe ser el lugar donde niños y jóvenes se encuentran con adultos investidos del poder de enseñar, que habilitan la potencia creativa del jugar y el aprender. Esto sólo se logra con docentes que disfrutan del enseñar aprendiendo, el jugar con las ideas, que consiguen construirse nuevas preguntas a partir de las de sus alumnos y que son respetados , valorados y gozan de la confianza de los padres.
Pero la acción del docente no es solo un ejercicio de claridad y eficacia en la comunicación. Implica también un trabajo de selección, jerarquización y reorganización de los contenido significativos
Un docente en tiempo de crisis y de cambios debe estar reflexionando contínuamente sobre su propia práctica ; reflexión que se enriquecerá con el conocimiento fluido y profundo de las teorías pedagógicas y psicológicas, que aportan elementos para diseñar estrategias
Buenos y seguros marcos teóricos le ayudarán a elaborar estrategias adecuadas a la forma de apropiación del conocimiento que tienen sus alumnos y que varía según distintos factores a tomar en cuenta: sociales, culturales, familiares, etc .
Así se descubre que la docencia es a la vez un oficio y un arte, aprendido en un diálogo intergeneracional, que requiere un trabajo constante consigo mismo, para construir en lo profesional una postura, un posicionamiento que redundará en los modos de enseñar y en lo personal el poder disfrutar de sus propias elecciones. El autoconocimiento es una tarea progresiva que debe asumir todo docente. En ese sentido, antes de preguntarse qué valores son los que va a trabajar con sus alumnos, es conveniente que se centre en sí mismo y busque profundizar y clarificar su propia escala de valoración
Aceptar que somos “humanos” desempeñando un rol; por lo tanto estamos, como todos, atravesados por nuestra propia historia personal, por el momento social, por la Institución en la que se trabaja. Poder ver la importancia de lo contextual; tanto lo que ocurre en el “afuera” como en el “adentro” afecta para bien o para mal, nuestro quehacer . Se dice que hay tres tipos de docentes: aquellos que se quejan, aquellos que explican y los que inspiran. Es imprescindible estar entre estos últimos, que son los realmente fermentales, ricos en experiencias y que disfrutan de lo que hacen.
Estas cuestiones de poder estar lo más cercano posible a “quién soy yo”, a comprender que no somos rectilíneos ni uniformes..y que la historia tampoco lo es...es bastante incómodo de manejar, pero resulta imprescindible para poder individual y colectivamente resignificar la tarea, nuestra presencia y nuestro aporte en la formación de las futuras generaciones..
Hace más de veinte años nos llegó un libro de un brasileño , del cual no recuerdo el nombre que ya hablaba de la transformación de las Instituciones de enseñanza. Predecía que los niños y jóvenes aprenderían lo curricular casi por medios propios y el centro educativo sería un lugar de orientación de estudios , pero principalmente un lugar de socialización.
La estrategia didáctica tendría que estar pautada por los contenidos aportados por el ambiente y el entorno social. O sea que se partiría de una lectura de la vida, del mundo circundante; lectura en la cual cada uno aportaría sus saberes y sentires.
Claro que esto también transformaría la tarea del docente que se acercaría más a la de un psicólogo social. Yo que exploré por ese campo realmente creo que la línea Pichoniana como conceptualización y como técnicas de trabajo grupal, ofrece conocimientos y prácticas que sería muy provechoso de incorporar en la formación de los docentes. Inicié la Escuela Pichoniana siendo ya Directora de primaria y Secundaria y me significó todo un replanteo de mi forma de mirar lo grupal, el acto educativo, el aprender y el enseñar, lo institucional y muchos aspectos relacionados con mi forma de pararme y posicionarme en el mundo, tanto en lo personal como en lo profesional.
La tarea de educador exige preparación científica y rigurosidad, pero también una preparación física, emocional, afectiva, espiritual. Los alumnos nos reclaman algo más que cifras, leyes y hechos ; nos reclaman “probidad moral”.
Boff habla de una ética del género humano que no se puede enseñar por medio de lecciones de moral, sino que se formará en base a una expansión de la conciencia y al ejemplo de vida que le ofrezcamos
Interrogado Ernesto Sábato sobre cuál es a su criterio la misión del educador , respondió: “En el sentido etimológico educar significa desarrollar, llevar hacia afuera lo que aún está en germen. Esta labor de partero del docente muy raramente se lleva a cabo, y tal vez es el centro de los males de todo sistema educativo. Hay que inducir al alumno a plantearse interrogantes, no sólo para prepararlo para la investigación, sino para pensar por sí mismo, para discrepar incluso. También hay que equivocarse, ensayar preguntas y métodos, por muy disparatados que parezcan. Una vez en esa disposición espiritual, el alumno comprende que la realidad es infinitamente más vasta y misteriosa de lo que nuestra ciencia domina. Así nacen las verdaderas preguntas, las que hacen la dinámica de la cultura y la renovación.. Como decía Kant no hay que enseñar filosofía, sino enseñar a filosofar”
Dejo esta parte referida al educador, dirigiéndome ti colega con una serie de propuestas simples- algunas propias y otras elegidas - de lo que he tratado desarrollar en mi “ser” para mejorar mi calidad de persona y que eso pudiera transferirse a los demás. Tal vez te sirvan como referentes para trabajar por una vida personal más amorosa ...también puedes hacer otras que más te sirvan de acuerdo a tu realidad personal y profesional. Sean cuales fueran, si lo logras para ti sin duda no tendrás que hacer ningún esfuerzo en lo profesional para alentar esos principios en tus alumnos |
Que siempre elijas amar Que permitas ser bien amada Que tus manos se abran a dar y recibir Que cultives la amistad Que la indiferencia no te gane Que tengas confianza en ti Que confíes en tus raíces Que emprendas muchos vuelos Que no olvides a los que no pueden volar Que tu pequeño o gran aporte mejore el mundo Que siempre empieces por los que tienes más cerca Que somos seres vinculares y nos necesitamos Que tengas sueños e ideales Que todos somos maestros y alumnos en esto de vivir Que cultives la generosidad y el agradecimiento Que todos merecen, merecemos ser escuchados Que todos necesitamos ser mirados y abrazados Que cuanto más ames, mas amor atraerás a tu vida Que conquistes la felicidad |
No
creas que yo he logrado todas esos deseos, pero el solo hecho de
expresarlos como meta hacen que mi “huella” sea más fácilmente
visible , con la intención de que cada uno experimente y deje la suya.
(Continuará en otras entregas) |
Edith
Martirena
Una entrega de "Re-educando-nos" en el arte
de vivir
Ir a índice de ensayo |
Ir a índice de Martirena, Edith |
Ir a página inicio |
Ir a mapa del sitio |