“Re- educándo –nos”
En el arte de vivir

Edith Martirena

“¿ Cuántas veces cierra uno los ojos para no ver y cuántas para ver mejor?

Me lo pregunto porque creo que   pensar la diferencia entre una cosa y otra puede ayudarnos a elegir la vida que preferimos.

 

En esta época de pérdidas y pesares... cerrar los ojos para distinguir con    exactitud no sólo aquello que no queremos perder, sino todo lo que nos urge   imaginar, es además de un consuelo, un deber de asombro al que no podemos

negarnos   

 

Marcela Serrano

 

Presentación

 

En el epílogo de la publicación anterior “Desde el ombligo al corazón pasando por el hígado” hice un pequeño aporte a la educación.   Básicamente me   detuve   en descartar la ilusoria posibilidad de que el docente   fuese un profesional tal, que sus aconteceres personales y/o sociales no interfirieran en la deseada “objetividad” que se exige “para y en” su tarea .

 

Muchos lectores   me han solicitado una ampliación de esos puntos y aquí estoy agradablemente entreverada en la construcción de dos libros: uno de cuentos para adultos y este sobre educación.

 

Espero tener la “ imaginativa rigurosidad” para el de educación y el “realismo utópico” para los cuentos (valgan las contradicciones), o mejor aún un poco de cada cualidad para los dos

 

Desde mi pase a jubilación, no pensé que iba a volver a escribir sobre educación; pero somos un misterio aún para nosotros mismos. Además en esos días se produjo una sincronicidad (al decir junguiano) que me terminó de decidir . Una compañera de expresión corporal me hace llegar una poesía de Pablo Neruda para un trabajo grupal.   Coincidentemente me alcanzan   una invitación para un festejo con los colegas con quienes compartí tantos años de docencia , Co-Dirección y luego Dirección. Al final del libro como cerrando el mandala , en una carta a mis ex compañeros, relataré cómo   y porqué se provocó esa sincronicidad en mi.

 

Por supuesto, que como siempre   después de empezar, uno va descubriendo otras razones que le impulsan nuevamente   a caminar sobre sus propias huellas. Así me di cuenta que los argumentos antes mencionados fueron solo disparadores, porque principalmente escribo por una necesidad propia y   en este tema en especial ,para intentar de recrear el espacio circundante aportando mi granito de arena   en la construcción de un mundo mejor

 

En realidad mi intento será el de “organizar” toda una serie de reflexiones a las que fui llegando a través de fermentales lecturas, interesantes “maestros” con quienes me crucé y experiencias que ellos desencadenaron en mi. También es válido a la inversa;   el transitar por determinadas experiencias me condujo a buscar marcos conceptuales referenciales que sostuvieran lo vivido.

 

Considero que el tomar cierta distancia, me ha aportado por un lado una mirada no muy lejana pero si más reflexiva sobre la educación en general y el acto educativo en particular, y por otro al liberarme de compromisos propios del cargo que ejercía,   puedo permitirme ciertas valoraciones o interpretaciones personales .

 

De todos   modos, asumo nuevamente   la palabra desde el lugar de “sujeto implicado” (aunque legalmente ya no lo esté) ya que comparto la idea de que la “subjetividad” del que escribe es a la vez un obstáculo , pero también un estímulo. Por eso   a veces escribiré en presente   y otras en pasado, algunas en una forma personal y en otra utilizaré el “nosotros” como si yo todavía siguiera trabajando. Uds comprenderán esos deslices emocionales y/o afectivos que me hacen sentir por momentos todavía incluida.

 

Escribo sin estilo; aunque tal vez eso ya es un estilo. No soy especializada en Pedagogía, ni en Planificación, ni en Sicopedagogía, soy solo y orgullosamente una docente que llegó a cofundar un Colegio y más tarde   dirigirlo.

 

Todo lo   aquí expuesto fue organizado con un impulso irrefrenable entre Enero - febrero del 2008; pero la comprensión y posicionamiento sobre los temas planteados, recorren toda una historia de treinta y pico de años de experiencia, cursos, reflexiones personales y grupales, lecturas, acciones y escritos que fueron conformando un encuadre técnico personal; que sería algo así como mi credo pedagógico.

 

Muchas veces utilizaré prestados los “decires” de los especialistas en teorizar, a quienes pido su don para la palabra precisa desde   el conocimiento teórico académico. Pero también me apoyo en la sensibilidad de los artistas, de los poetas, de los músicos, en la sabiduría popular que emerge del género murguero que en sus cantos y parodias reflejan lo que sienten y/o piensan los que no sueltan su voz ... para que en sus vuelos nos ayuden a imaginar   otros mundos posibles.

 

U no nunca escribe solo , sino que es acompañado por cientos de voces internas – reales e imaginarias- quenos allanan el camino. Amigas/os, compañeros /as, familias, alumnos, técnicos especializados en distintos órdenes del quehacer humano con quienes he tenido contacto, a todos agradezco . Están presentes en mí :aportando, intercambiando, discrepando, coincidiendo, apoyando....

 

Tal vez algún educador pensará al leerme   “nada nuevo bajo el sol” y tiene razón. Hay temas aquí desarrollados, que desde la teoría han sido tratados muchas veces por distintos   estudiosos de la educación, interesados en la formación del ser. Por eso con total conciencia transcribo algunas de sus ideas y hasta las repito, para recordar y recordarnos que si bien todo ha sido dicho, la mayoría de esas intenciones han quedado en el reino de los deseos; sin plasmarse en la realidad..

 

“La vida en la Escuela” está en las aspiraciones de todos los Programas y en la metodología propuesta por   los educadores de más avanzada; ya que todos estamos de acuerdo de que cualquier aprendizaje debe partir de los conocimientos que ya trae el alumno y que siempre debe priorizarse el encarar las situaciones   humanas a cualquier conocimiento teórico..   Pero   la realidad muestra que las personas egresan   de las Instituciones de Enseñanza   con pocas herramientas para ser artífices de sus vidas.

 

Entonces debemos convenir que las artes necesarias para ser personas que valoren y disfruten   de la vida , lo aprenden fundamentalmente y a veces con mucho dolor en “La Escuela de la vida”

 

Aunque confío en la potencialidad de los jóvenes para crear y reinventar formas de “estar y de vivir”, siento que al menos debemos decirles que hay conciencia   del mundo que les hemos heredado y responsablemente   apoyarlos y habilitarlos a hacer los cambios que se necesiten en la legítima   búsqueda   de ser más felices    y de construir un mundo sustentable. Después de todo qué otra finalidad más noble puede tener la educación que el logro de esos dos objetivos.

 

“ Formar-nos” como seres básicamente capaces de consagrarnos en la búsqueda permanente   del sagrado arte de   vivir con disfrute en lo personal y responsabilidad en lo colectivo; comprometidos en el desarrollo de una conciencia de crecimiento en el amor, imprescindible para un despliegue de las potencialidades en lo individual y con aceptación de las diferencias   en lo social; así como defensores de una sustentabilidad digna para todos ...debe ser en mi criterio, nuestro norte y nuestro sur.

 

Muchos piensan que todavía hay poca base para confiar que, en un futuro inmediato se produzca una modificación de la cordura social y mucho menos que ese cambio   venga desde la educación, porque ésta se ha desacreditado en el aspecto académico y más aún como agente de transformación personal y   social.

 

Yo considero que estamos “tocando fondo” y que toda gran crisis brinda oportunidades.   Por eso mi   intento será rescatar a la educación como agente de cambios y al educador como guía profesional. También animarlos al riesgo de soltar la imaginación   confirmándoles desde mi experiencia personal, que “otra u otras formas de educar-nos” son posibles...yo vivencié una .

 

Y al finalizar la presentación, algo   que aprendí al estudiar   Psicología Social   que “debemos reconocer que sabemos poco, que tenemos mucho para aprender “de y con” los demás, pero que también tenemos que aceptar   que tenemos siempre algo para compartir y aportar, y que es nuestro deber hacerlo” :

 

  Esta idea me impulsó a este nuevo desafío

 

                           Edith

“Debes amar el tiempo de los intentos”    Silvio Rodríguez

 

Una cuestión metodológica previa  

 

Para poder manejarnos con eficacia en el campo interaccional que implica la tarea educativa; donde todos los actores -Familia - Docentes. Alumnos- Sociedad- están involucrados;    para lograr   una rica diversidad y armonía entre los intereses propios y los grupales,   para que se vuelva a confiar en la “acción transformante” de la educación; es cada vez más necesario “poder   verse, comprenderse, pensarse, trabajarse” individual y colectivamente

 

Iniciar este proceso me lleva a elegir considerar tres cuestiones básicas, utilizando el conocido esquema referencial:

 

el “dónde” estamos parados - que exige un mapeo de la realidad

el “hacia dónde” queremos ir- que requiere de una buena brújula que nos guíe   hacia el destino elegido  

el “cómo” llegar - que necesita encontrar las estrategias que   permitirán llegar al destino

 

Para el primer paso aportaré una pincelada sobre la situación de la Sociedad actual en general y de la educación en particular; cuestión que ya ha sido objeto de muchas investigaciones y expresado técnicamente por grandes pensadores contemporáneos; por lo tanto no me   exigirá demasiado vuelo imaginativo. El segundo me reclamará un posicionamiento y   el tercero creatividad.

 

El primero y el segundo los trataré juntos y el tercero por separado, porque en él describiré las estrategias que usamos en una experiencia particular, la que yo he vivido como docente, que es de la única que puedo hablar con propiedad y aún así será siempre desde mi mirada.

 

Cada educador consciente o inconscientemente siempre elige. . Puede elegir quedarse sólo en el primer punto, un análisis de la realidad , de su realidad.   Puede ir un poquito más allá e imaginar el mundo y la educación que desea para ese “hombre nuevo”.

 

Una opción riesgosa pero imprescindible   eligen los   que se animan a dar el último paso. Estos, tienen que estar dispuestos a muchas de las cualidades de los “viejos lobos de mar” como se les llamaba a los intrépidos navegantes , que se internaban en los mares embravecidos y transitaban por lugares misteriosos a veces con una pequeña brújula y otras a pura intuición: amar lo que hacen, capacidad de riesgo , creatividad para resolver situaciones nuevas, calma para aceptar frustraciones propias de cualquier intento renovador, conciencia abierta a que lo único permanente son los cambios, compromiso con la vida… por nombrar algunas de esas cualidades

 

“Todos tienen. Y no hay nadie que no pueda tener lo suyo si no se lo quitan...Y nada de lo que cada uno tiene es lo de otro, aunque se haya elaborado en el sueño de los demás. E igualmente puede ser original en los dos. Tanto que hasta parezca sin parentesco. Y todos tienen. Y cuando alguien no usa lo que tiene hay que desenterrárselo, mostrárselo y dárselo a comer de nuevo. Y entonces será suyo. Y nadie se lo podrá quitar más nunca. Y será su mejor arma, su mejor instrumento para ser. Y será en su sociedad: el que tiene, el que dice, el que puede. Y será más útil, más consciente, más dueño de sí, menos dominado. Y habrá ganado su mundo. Y ayudará a construir el mundo de los demás, que es parecido al suyo, que es como el suyo, pero que no es igual al suyo, es el de ellos. Y cada uno, en su mundo de iguales –no de prestados de vendidos ni aniquilados ni mentidos ni encadenados -, en un mundo de iguales, tendrá su mundo: propio, intransferible, insobornable, original, vivo, activo, definitivo....al servicio de los demás”  

 

Jesualdo Sosa

Edith Martirena
Una entrega de "Re-educando-nos" en el arte de vivir

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