Ya se ha esbozado ¿dónde estamos parados? y
¿A dónde queremos ir? Ahora viene una parte más compleja ¿Cómo ir?
¿Como ir?
Tanto en la vida personal como en la profesional es necesario encontrar ese rumbo que da unidad y coherencia a nuestro ser interno y a las manifestaciones externas del mismo.
No creo que haya una sola respuesta para esa pregunta ¿cómo ir? Ni sería deseable que la hubiera por aquello de la riqueza de la diversidad. Seguramente hay muchos caminos que conducen a la misma meta, y sin ser idénticos tienen puntos de contacto . Tal vez empecemos solos o con unos pocos , pero nos sorprenderemos al encontrar a muchos que van a la misma meta. Llamemos a esa meta felicidad, autorrealización, iluminación, paz, éxito... Todos debemos tener una meta en lo personal y en lo profesional que en este caso sería casi lo mismo .
Es maravilloso el “darse cuenta” que todas las personas son semejantes y diferentes a la vez.
No hay mucho para hacer en cuanto a nuestras semejanzas más que
reconocerla; cosa que no es tan fácil para todos por una negación narcisista y por no querer espejarnos en las sombras que todos tenemos..porque a lo largo de nuestra historia todos hemos sido alguna vez envidiosos, competitivos, fascistas, intolerantes......
Pero reconocida esta faceta semejante en todos, es fascinante descubrir lo irrepetible en cada uno de nosotros ,que nos convierte en alguien único :Por eso no estoy de acuerdo con la clonación de seres, iremos perdiendo esa mágica diferencia distintiva que necesita ser explorada, celebrada. Cuando descubrimos eso que es único en nosotros podremos “darnos cuenta” qué tenemos para dar, cuál es nuestra misión y cómo llegar a ella. Como dice Herman Hesse, es “deber de cada ser humano encontrar el camino hacia sí mismo”, hacia el verdadero yo y cuál es nuestra misión. Una vez que empezamos a caminar nuestra marcha resulta indetenible aunque cansados a veces busquemos atajos y desvíos.
Hay muchas formas de llegar, infinitos accesos, decenas de rutas y mapas, pero más que encontrar el “mejor camino”, lo principal tiene que ver con lo actitudinal: una postura incondicional con la propia vida.
No me considero para nada una persona que haya “llegado”, pero si, alguien que permanentemente se busca, que trata de ser coherente con lo que encuentra y que además lo muestra a los demás...creo que esa es mi misión : mostrarme como persona y como profesional lo más diafanamente posible; esto quiere decir con mis fortalezas y debilidades, con mis luces y mis sombras. Considero que cada uno es responsable de aceptar su diferencia y ofrecerla al mundo. Para ello he tenido que estar dispuesta a amordazar mi orgullo y sofrenar mi ego ya que éste no soporta exponerse a la risa o burla de los demás.
Pero para intentar vivir desde el corazón, alma o como queramos llamarle y no desde el ego hay que trabajar mucho el “ver” y el “verse”. Ese “ver” es diferente de “Mirar” que opera más en la superficie. El “ver” busca por las capas más profundas de nuestro ser para encontrar la esencia . Dice Castaneda “se mira con los ojos , se ve con todo el ser”
Lo que aquí expondré son algunas pautas del camino profesional elegido . Y digo algunas , no porque pretenda esconder algo sino porque hay vivencias que no tienen palabras para ser expresadas-
Al terminar esta parte trataré de evocar algunos de los trabajos hechos en y para mi misma que me condujeron a acompañar esta experiencia educativa con una conciencia mayor de la importancia sagrada de la tarea docente y de la necesidad de trabajarme para ella.
Algunas certezas para el camino
En cuanto al ser educador
un educador es un ser humano y va al acto educativo con todo su ser, con sus fortalezas y debilidades, con sus certezas y sus dudas, con todo lo que ha logrado resolver y con todo lo que le angustia
la docencia tiene mucho más que ver con lo que uno es y hace que con lo que piensa o dice
al elegir ser educador, la gran lección que recibe el docente ,es la casi imposible separación entre nuestra historia y evolución personal de la tarea propiamente dicha. Somos y no solo ejercemos una función docente
para ser buen docente hay que atreverse a “ver- verse- vernos” “Pensar- pensarse. Pensarnos” “comprender- comprenderse- comprendernos” “trabajar- trabajarse- trabajarnos”
que el camino del autoconocimiento es interminable porque cada uno de nosotros es un universo inabarcable
que es imprescindible respetarse a sí mismo estando lo más cercano posible a lo que “yo soy” para poder habilitar al otro a ser “lo que él es “
que educar está cerca de la idea “todo lo que es humano me toca, me preocupa y me ocupa”
que la mayor enseñanza que puedo dejar a mis alumnos es un modelo de adulto comprometido y en actitud de permanente aprendizaje
que no hay un crecimiento y aprendizaje lineal y de todos al unísono, sino que cada uno tiene cantidad de espirales en desarrollo
que hoy se ve al “vínculo” ( a la relación misma) como sujeto de la educación
que la mayoría de las crisis son ocasiones de crecimiento
aceptar que todos necesitamos ser queridos y reconocidos, algunos más que otros
que la circulación y expresión de los afectos es fundamental
que las técnicas de convivencia en los equipos de trabajo deben estar basadas en : saber escuchar y resolver las situaciones en los momentos de calma
que la participación del cuerpo y del contacto corporal es fundamental , incluso para el acto cognitivo
que los educadores deben cuidar de su salud porque están expuestos a grandes presiones
que se debe tener conciencia del permanente interjuego entre “estabilidad” e “inestabilidad”
que lo espiritual y lo sagrado deben estar en la formación del ser
que además de un “yo” y un “tú” puede haber un “nosotros” mucho más inteligente y creativo
que hay una dialéctica permanente entre sujeto y grupo, pasado- presente, fragmentaciòn- integración... que muchas veces interfiere en la construcción del “nosotros”
que la creatividad es una actitud, no un don especial y por lo tanto el surgimiento y la instrumentación de nuevos caminos se da cuando estamos abiertos a dicha posibilidad
En cuanto al alumnado y al docente interactuando
el docente como facilitador de procesos de aprendizaje más que enseñante, gdndrando espacios para aprender
la educación se da en un espacio y una acción mutuamente modificante
que enseñar y aprender está unidos y sólo se separan a efectos de estudios o investigaciones
que debemos trabajar de tal modo que surjan propuesta para los dos hemisferio cerebrales
que en todo proceso de construcción se debe renunciar a la certidumbre
que la represión no educa, a lo más domestica, pero que los límites son imprescindibles para una buena estructuración de la personalidad
la promoción de alumnos activos, espontáneos, creativos, alentados a investigar, a autoevaluarse, a aprender de los errores, a participar en la elaboración del saber, estimulando la amplitud de criterios y de argumentación
siempre que es posible partir de lo que el alumno sabe del tema a trabajar
evitar la parcialización del saber y la fragmentación del ser; que se estimule a un desarrollo más armonioso entre cuerpo, mente , espíritu, afectos, sensibilidad.
desarrollar la conciencia de que el saber solo se divide en materias a efectos de facilitar su estudio
estímulo a un saber solidario más que a un saber competitivo
una visión ecológica integradora; el cuidado del “espacio interno” (ecología interios9 y el espacio
externo (medio circundante) será prioritario
Aclaro que cada una de estas pinceladas podría ser motivo de un libro, pero que elegiré algunas para comentar brevemente en próximas publicaciones
Partiendo con algunas de estas premisas en la mochila y otras que fueron incorporándose en el propio camino ; contra la conciencia de resignación, con el que fue mi compañero, fuimos al rescate y al reforzamiento de los niveles de confianza, participación, creatividad, desarrollo, pertenencia y disfrute de la tarea docente y del acto educativo. Y nos lanzamos algunos a crear un espacio educativo donde enseñar y aprender fuese disfrutable para todos.
Así nació el IDEJO (Instituto de los Jóvenes)...experiencia concreta de la que puedo aportar mi mirada porque participé de ella desde su gestación ..¿por qué nombrarla al finalizar? Para decirles “que es posible soñar y concretar ese sueño cuando la intención es correcta”. Porque la única intención de erigirlo como modelo es para animar a otros a revalorizar sus utopías y construir caminos que los acerquen a ellas. .Porque es hora de abandonar las “chacritas personales “ y compartir como siempre se ha hecho en el colegio, lo que ha dado buenos frutos para que otros se animen a cultivar.
También ha estado en nosotros la apertura para saber recibir. Agradezco todos los aportes que nos llegaron en estos años enriqueciendo el contenido de la mochila inicial, permitiéndonos hacer más viable el sueño y crecer en lo personal, en lo profesional y en lo grupal..
En especial yo a título personal, quiero nombrar a una profesional que nos hizo crecer mucho como equipo...partiendo de lo vivencial, involucrando el cuerpo, las emociones , los sentimientos...para luego contextualizar en un marco teórico Me refiero a la excelente profesional Amparo Alonso. Hicimos muchos talleres donde reimos, lloramos, nos emocionamos, nos confrontamos...donde crecimos como personas y como equipo. Gracias.
Considero que para que una propuesta y los que la sustentan se sientan “vivos”, tiene que buscarse un equilibrio dinámico entre:
la retroalimentación constante de las raíces ,
un movimiento autoreflexivo permanente
apertura a conocer otras experiencias.
Esto protege de no fosilizar a la propuesta creada y a los que participan de ella
Nuestra utopía primero surgió como el sueño de un quijote que ha aportado mucho a la educación-Fernando Mirza –que tal vez algún día reciba un reconocimiento por todas la posturas desafiantes que introdujo en la educación y luego como una realidad que muchos “hacedores” ayudamos a construir...
Así se logró plasmar una propuesta que, cumpliendo con todos los requisitos de la Enseñanza Oficial, ha logrado sostener un espíritu de esperanza, revalorización del docente, del acto educativo como algo disfrutable y de la educación como medio de transformación, facilitándonos inclusive superar las crisis y cultivar valores que van en contra de la cultura dominante.
Somos conscientes la mayoría de los que participamos de esta experiencia, que “remamos con la corriente en contra” porque a los valores de la competencia, del individualismo, de la exclusión, de la destrucción.... contraponemos los valores de la solidaridad, del trabajo colectivo, de la esperanza activa, de la construcción de la paz interna como cimiento de la externa, de la responsabilidad de nuestras acciones, de la libertad responsable, de las confrontaciones constructivas y de propuestas que apunten a desarrollar la alegría de vivir
También y aunque parezca contradictorio manejé - cuando estuve en la Dirección -el concepto “aparentemente discriminativo”.... de que esta propuesta educativa como cualquier otra no es para todos, porque no todos tenemos las mismas necesidades, ni compartimos o estamos en condiciones de vivir los mismos valores.
Nos hemos animado a ser “bisagras” entre un modelo de vida y de ser que ya no se sustentaba y otro que todavía no existía, que había que construir. Esto exigió coraje, entrega, compromiso..y tener en cuenta que además de un “yo” y un “tú” existe un “nosotros” y que según como nos apoyáramos como equipo
podíamos afrontar con confianza las dificultades y disfrutar de los logros personales y grupales.
Cuando la docencia se transforma en un oficio congelado, cuando se adormece la capacidad de asombro, se corre el riesgo de caer en un adormecimiento paralizante, donde se pierde al equipo y a cada individuo en su creatividad dinámica
Actualizar permanentemente la significación de nuestra presencia en un equipo de trabajo y el aporte que hacemos a èl y a la sociedad a la luz del contexto histórico social, no es un punto de llegada, es un punto de partida. Sólo así podremos cambiar y sostener modelos donde los educadores se sientan dignamente constructivos con su tarea, los alumnos concurran con alegría , las familias se sientan escuchadas y no solamente criticadas y la Institución toda sea un lugar de encuentro y de crecimiento para todos
Era común en el colegio encontrarnos muchas veces bailando, otras en silencio meditando, tal vez a veces confrontando y hasta peleando y muchas otras divirtiéndonos, abrazándonos y creando...todo es posible si empezamos por aceptar que somos humanos, que no somos robots, ni seres rectilíneos o uniformes... y especialmente si no dejamos de hacernos preguntas..
Trabajar y especialmente “dirigir” desde esta perspectiva no es fácil, porque en general el modelo en el cual nos formamos, incluso como educadores, está estructurado sobre relaciones de poder, de subordinación y en definitiva de dominación.. Se pregunta Eduardo Galeano “¿Quién no reproduce dentro de sì el mundo que lo genera? “Yo soy yo en una época, como parte de una cultura de la que difícilmente escapo totalmente”
Por eso en el momento previo a fijar las metas y elegir los caminos para llegar, es muy importante el “conocer” dónde estamos parados, “comprender” nuestro momento personal, “saber” que ambos se cruzan y entrecruzan, y “redefinir” constantemente al material humano con el cual trabajamos .
Por lo que decía Galeano...no estamos acostumbrados a un relacionamiento más horizontal basado en un modelo de resolución abierto donde se prioriza la confianza, la autonomía , el compromiso, la iniciativa de y en los educadores. Una educación liberadora, libera el potencial creador de las personas y de los grupos y desarrollar incluso entre los docentes una cultura de seres pensantes con apertura a otras disciplinas que no sea la propia, con buena autoestima, con vínculos sanos, que pueden trabajar en redes y donde el poder está tan cercano que a veces no se siente...Ese fue nuestro encare desde la Dirección . Hoy a la distancia, siento que en muchos momentos se logró y eso ya basta para decir “que es posible”.
Este escenario donde lo pensado y soñado se hace realidad, sin duda será la simiente más sana que dejaremos sembrada en la Sociedad en general y en la educación en particular
Gestar esa manera de “ser- estar y hacer” en el mundo ocupa para mi el primer lugar en el acto educativo, ya que no me canso de repetirlo: enseñamos más con lo que somos y hacemos que con lo que decimos . Creo que ese punto ,por lo menos en mi caso, ha revalorizado mi labor y la confianza en el acto educativo como agente de transformación de las personas y de los grupos
de "Re-educando-nos" en el arte de vivir
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