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Parece extraño pero no lo es
que en este tiempo exento de amor
tú saques todo a relucir
sólo en nombre de la amistad.
Cuando yo llego hasta tu casa
veo la sonrisa de tu jardín
como un presagio del dulce abrazo
que vos al verme siempre me das.
Y luego a mi encuentro sale "Rubí"
que con sus manos y contorneos
¡con su ladrido que se hace oir
me dice entonces que está feliz!.
Y tras ella viene tu compañero
que es la réplica de " la felicidad"
porque con más de cincuenta años juntos
confirman que "el amor", vigente está.
Y ya dentro de tu morada
con regocijo puedo sentir
que " La Libertad" esa tan esquiva
la has convertido en realidad.
Y cada uno que allí llegamos
con su caudal de "humanidad"
abre puertas y enciende luces
aportando siempre a la sinceridad,
como manera de retribuir
a ese gesto tuyo tan fraternal
¡qué anima a sumarse también a otros
al fin supremo de "urbanidad"...! |
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