Después de un largo año
Volví.
Sin expectativas
¡con pesadumbre también!.
Con las grietas resecas
de mis manantiales
sin ánimo siquiera
de pedir a la vida
que colmara mis vacíos caudales.
Así volví…
Y en el re-encuentro
sin preguntas, ni respuestas
ellos me recibieron.
¡Como si ayer me hubiera marchado!
Y la palabra de bienvenida
templó mis oídos
y el abrazo sincero
ahogó la sed
de tanta árida tierra
sintiendo entonces
¡que nuevamente
en casa yo me encontraba…!