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Unamos voluntades.
No sé si te lo dije
pero ahora te lo digo
a mi también me duele
la injusticia igual que a vos.
Me duele la ignorancia
me duele la tristeza
me duele la miseria
de este nuestro pueblo.
Me duelen las miradas
que miran a la nada
me duelen las palabras
las toscas y astutas.
Me duelen los silencios
que esconden tanto miedo
me duelen esos gritos
que surgen incoherentes.
No sé si te lo dije
pero ahora te lo digo
¡yo también quiero contigo
borrar tantas heridas…!
Pero ¿de qué nos sirve
el llanto
que ahoga nuestra voz
que nubla nuestros ojos
que aturde nuestra mente?
A cambio te propongo:
hagamos una tregua,
pensemos en voz alta
para empezar a idear.
Tomemos papel y lápiz
tracemos los caminos
repletos de palabras
que anuncien el abrazo.
Unamos voluntades
que esperanzas atesoren
que irán cerrando puertas
a la incomunicación.
No sé si te lo dije
pero ahora te lo digo:
yo tengo la certeza
que con tus manos y las mías
haremos construcción. |
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