Durazno, mesopotamia ubicada entre los Ríos Yí y Negro, fue durante los albores de la Patria atalaya de presencia militar y geopolítica oriental.
Es precisamente en el año 1797 en un Paraje conocido como Capilla de Farruco que el joven José Artigas ingresa al Cuerpo de Blandengues.
José Artigas no solo tuvo su bautismo en estas tierras como Blandengue, sino también desde las orillas del Río Yi, en el llamado Paso del Durazno es que suscribe en la Navidad del año 1812 su célebre "Precisión del Yí" en la cual enjuicia con severidad la conducta de Buenos Aires y de su representante Sarratea.
Continuando con esta breve reseña histórica que es necesaria para comprender al departamento de Durazno y sus costumbres, expresamos que en octubre de 1821, Fructuoso Rivera elige a la Villa San Pedro del Durazno como base para todo su accionar político y militar.
Asimismo, en el año 1827 Juan Antonio Lavalleja ratifica y consagra a la Villa como Capital de la Provincia Oriental.
La singular circunstancia de que los dos grandes Caudillos nacionales de entonces - Lavalleja y Rivera - hayan elegido a dicha población para desde ella dirigir los destinos del pueblo oriental constituye, sin duda, uno de sus más importantes blasones.
Hasta aquí el origen predominante de nuestro departamento, está en vosotros señores visitantes consustanciarse con la historia al visitar cada recodo de la ciudad de Durazno.
Ustedes, irradiarán su emisión desde el antiguo edificio donde funcionó el otrora Magisterio, centro de enseñanza de los futuros maestros, ubicado en la calle Dr. Emilio Penza.
Aquí vamos a hacer mención a la vida del mencionado Galeno, profesional radicado en Durazno en el año 1900, transformándose en un profesional sumamente respetado y admirado, no solo por su tarea científica, sino también, por su amplia cultura y su tremendo amor a los árboles.
Fue uno de los más decididos impulsores de la plantación de árboles para el ornato público. Construyó, el recordado Recreo Penza, que fue por décadas el principal paseo romántico de la ciudad.
El Hospital lleva su nombre en homenaje y recuerdo de la comunidad duraznense.
En la Plaza Independencia a tan solo dos cuadras de vuestra ubicación, encontrarán huellas históricas como por ejemplo la Casa de Rivera, ubicada en calle Manuel Oribe, edificio construido próximo al año 1836 y fue residencia del General Rivera desde los años 1839 a 1842 y ser prácticamente la Sede de Gobierno.
Hoy sus amplios salones albergan el Museo de Historia "Casa de Rivera", como también encontramos salas donde se realizan exposiciones y conferencias de diversas temáticas.
La leyenda popular narra que se ubica en su subsuelo un túnel por el cual Rivera lograba escapar de sus adversarios en situaciones desventajosas.
También frente a la Plaza Independencia se encuentra la Iglesia San Pedro, cuya característica principal refiere a un incendio ocurrido en el año 1967 que destruye totalmente su interior.
En el año 1969 se inician las tareas de reconstrucción y la obra es dirigida por el Ingeniero Eladio Dieste y allí el maestro despliega su característica.
En su interior podrán apreciar la Cruz con el Cristo muy singular, además de colores llamativos donde predomina el rojo y verde, además encontrarán el Púlpito de madera desde donde los sacerdotes se dirigían a sus fieles, y La Piedad conservada y restaurada por manos duraznenses.
En el centro de la Plaza, se ubica el conocido Monumento a Colón, reconocido lunfardamente como "La bola de Colón".
Este monumento que tuvo su centro en el año 1992 al conmemorarse el centenario de su realización y en cuya esfera se guardaban documentos históricos de la Villa y posteriormente se archivaron en la misma nuevos artículos para ser nuevamente abierta la esfera en el año 2092, por los pobladores del futuro que habiten nuestra ciudad.
En sus veredas laterales podrán apreciar acuarelas de las cuatro caras de la Plaza principal realizada por M. Besnes e Irigoyen.
Siguiendo con las plazas encontraremos la denominada Sarandi, donde en su centro se ubica una Pérgola rodeando una fuente luminosa que se ve adornada por una Santa Rita, que florece junto a las reuniones juveniles que encuentran en esa plaza el lugar adecuado para recrear sus bríos novatos.
También se encuentra el busto al Dr. Luis Alberto de Herrera, obra realizada gracias al aporte generoso de donaciones de bronce del pueblo duraznense y que fue inaugurado el 30 de diciembre de 1973.
También se encuentra en la misma plaza sobre la calle 19 de abril un monolito en recuerdo del Dr. Eduardo M. Calleri, famoso Médico Cirujano, nacido en Fray Bentos pero radicado definitivamente en Durazno, al que la sociedad lo adopta como hijo adoptivo del suelo.
Su prestigio fue de tanta trascendencia que el propio Dr. Larghero que lo respetaba y admiraba, le envía a su hijo para que aprenda junto a Calleri la técnica operatoria.
Los principios del 1900 constituyen una serie de obras inauguradas para Durazno.
En el año 1902 se inaugura el Teatro de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, y la elaboración del proyecto se confió al Arq. Angel Demichelli y se encuentra ubicada en la calle 18 de Julio casi Zorrilla de San Martín.
Un año después en 1903, la Villa San Pedro del Durazno era escenario de la inauguración de tres nuevas obras: la Escuela N° 1, el Edificio de la Junta Económica Administrativa y el Puente Sumergible sobre el Río Yí.
Tanto el edificio de la Escuela N° 1 como el de la Municipalidad fueron construidos sobre proyectos y dirección del Arq.Octavio Ramos Suárez.
El Puente "Viejo" así conocido fue construido a instancias del Dr. Juan A. Méndez del Marco y del Ing. Federico Capurro (h).
Como anécdota el ex Presidente Máximo Tajes, que tenía campo en las proximidades, donó las piedras de una antigua manguera para la construcción de la base del puente.
La Comisión Recaudadora de Fondos, logró más de 450 donantes y se recaudó la cifra de $ 33.833, 34 y el costo total del puente ascendió a $ 29.931, 51, la iniciativa popular había dado rédito y logrado incluso superávit en la obra realizada.
El 18 de setiembre de 1903 la diligencia de Francisco Aguirre cruzaba inaugurando el puente de madera.
Al recordado puente se llega mediante la circunvalación de una histórica avenida de plátanos que unen las dos arterias denominadas Winston Churchill y Orlando Aldama.
Orlando Aldama, escritor duraznense, poeta, autor de obras teatrales y cinematográficas como por ejemplo: "Los duendes cazan perdices" y "El diablo anda entre los choclos", además de ser amigo del recordado actor argentino Luis Sandrini, quien lo visitaba en Durazno.
En ambas márgenes de la avenida se encuentran las canchas del viejo Rampla Juniors, todavía rodeada de los clásicos muros de color gris y el descampado field del Club Wanderers.
Además, otra característica de la Avenida es el legendario Puente de Hierro del Ferrocarril, inaugurado en el año 1879 y su longitud es de 623 metros, orgullo de una época donde el transporte por las vías férreas resultaba vital.
Recuerdan los cronistas de la época, que los balseros del Yí hicieron sentir su protesta por los daños que le causaba el puente "que ha de bandear el Río Yí, precisamente donde funcionaban sus balsas".
Precisamente muy cercano de esos lugares se encuentra la famosa casa cuya dueña era Cayetana María Leguizamón (a) "La Guayreña", genuina representante de los tiempos heroicos.
En estos días la añeja vivienda ubicada en el Barrio que lleva orgulloso su nombre conserva en un Museo los recuerdos vividos en estos lares.
Durazno se ha caracterizado por tener monumentos singulares, ejemplo de los mismos son el realizado en homenaje al Peón Rural, ubicado en Ruta 5 frente a la Base Aérea N° 2, también el brindado al Mate que está en la ciudad de Sarandi del Yí, pero además en la propia ciudad de Durazno encontramos el Monumento a las Llamadas, que se encuentra ubicado en la intersección de las calles Larrañaga y Arrospide, barrio Bertonasco.
Fue inaugurado en diciembre de 1996 y simboliza en un gran tambor a quién fuera uno de los grandes defensores de la tradición tamborilera: Pedro "Gallo" Rojas.
En el rubro museos, creemos necesario recomendar además, el que se encuentra ubicado en el Liceo Miguel C. Rubino, creado en el año 1944 por el entonces Director del Centro Educativo Arq. Eduardo González Pose, cuya característica es un verdadero Museo de Arte, orgullo de la cultura duraznense.
Asimismo, se recomienda el Museo Histórico del Dr. Miguel Nossar Zerpa, ubicado en la propia casa de calle Manuel Oribe y Dr. Luis Morquio.
Si siguiéramos un rumbo en nuestro accionar, visitaríamos además de los clásicos lugares históricos donde aún perdura el aire tradicional conjugados con aquellos espacios de recreación y conservación del habitat natural de nuestra ecología.
Es así que nos encaminaríamos hacia dos Centros de atención ciudadana como son el Zoológico Municipal y el Parque de la Hispanidad, ambos ubicados sobre la Ruta N° 5.
El zoológico inicia su obra gracias a la dedicación de un vecino duraznense como fue Washington Rodríguez Piquinela, aficionado a la fauna indígena y conocedor de los animales, tanto, que sus inicios fueron en su propia casa de la calle Gallinal.
El recordado "Murriña", como así se le conocía luego de donar su colección, desarrolló el Jardín Zoológico, que constituye un auténtico paseo tradicional de la familia.
Contiguo al mismo se encuentra el Parque de la Hispanidad, solar abierto a distintos espectáculos tradicionales de nuestro acervo cultural, en él se desarrolla el Festival Nacional de Folklore, Jineteadas, aparcerías gauchas, y muchos eventos nativistas durante todo el año.
Cuenta con el mayor escenario que pueda albergar el país, rodeado de un hermoso espejo de agua y árboles de distintas nacionalidades nos invita a pasar los fines de semanas bajo el canto de los pájaros y la alegría de los niños jugando esparcidamente.
Para los memoriosos ciudadanos aficionados a las tertulias rodeando como excusa una taza de café, podemos visitar el único Café que mantiene el estilo del legendario Sorocabana.
Sus mesas circulares de mármol blanco, sus butacas con posas brazos inundan el aire coloquial, y en una de las mesas se enmarca una inscripción que reza: "Alrededor de ésta mesa el escritor y poeta Orlando Aldama, compartió el ocio con sus amigos".
Este Café ubicado en 18 de Julio casi Herrera nos invita a degustar un cálido café torrado, reviviendo tiempos no muy lejanos.
Con la llegada de la primavera comienzan a arribar los clásicos campamentistas que atraídos por las brisas del Yí se instalan en el Camping Treinta y Tres Orientales.
Camping ubicado en pleno monte indígena, autóctono de nuestras raíces posee servicios tales como: agua potable, energía eléctrica en cada predio, teléfono, saneamiento, caminería, módulos comerciales, guardia policial, frecuencia de ómnibus cada 15 minutos y a tan solo 1 km. de la ciudad.
Es una invitación para el descanso y olvidar durante unos días el estrés de jornadas agotadoras que nos invade estos tiempos.
Quizás luego de recorrer nuestras calles, sus rincones, nuestra edificación que data mayormente de bajas casas con relieves similares, tendrán la curiosidad sobre el Escudo Departamental.
Es obra del artista plástico Adolfo Pastor que tuvo una reconocida trayectoria nacional. La leyenda fue inspiración de otro recordado hijo de nuestra ciudad: el profesor Carlos Scaffo.
Gigantescas columnas cruzando nuestro suelo, recuerdan que son las que transportan la energía eléctrica, que desde Rincón del Bonete y Baygorria abastece a buena parte del país.
Trigo y vellón, síntesis del esfuerzo y riqueza. Ríos Yí y Negro, agua, acción múltiple.
Lámpara con llama viva, esperanza que Durazno, lleno de creciente ansia, camine firme haciendo realidad su lema: "En pensamiento me centro y me descentro en labor".
El profesor Carlos Scaffo explicaba que en este lema se resume un ideal individual y colectivo. La independencia de pensamiento, fundamento de la democracia, la generosidad del trabajo y la distribución de la riqueza, están representadas en esta aparentemente sencilla figura literaria. La alusión es igualmente clara, respecto a la posición geográfica del departamento.
Y hemos dejado para lo último, el recorrer los jardines ubicados en la entrada del Cementerio para observar un sencillo pero emotivo monumento a un perro, "El Gaucho" que tiene la particularidad de encontrarse reposando como si estuviera esperando a su amo.
A continuación para vuestra ilustración transcribimos un texto del periodista Antonio Raúl Cabanas sobre este curioso animal.
" La historia comenzó cuando su amo ingresó al Hospital víctima de una grave dolencia, que veinte días más tarde provocó su deceso. Mientras duró su internación "El Gaucho" no se movió del predio hospitalario, hecho que motivó la atención y simpatía del personal y de quienes se enteraban del hecho.
Cuando ocurrió la muerte de su patrón, no sólo lo acompañó en el trayecto a su velatorio, sino que le hizo la guardia toda la noche al costado del féretro y finalmente siguió la caravana hasta el cementerio. Cuando todos se retiraron, "El Gaucho" quedó sobre su tumba. Así transcurrieron un par de días, hasta que uno de los funcionarios del Hospital, enterado de la circunstancia, lo fue a buscar y lo llevó a su casa".
Este monumento, es en definitiva, un homenaje a la fidelidad.
Podemos en definitiva citar para vuestro conocimiento el nombre de figuras representativas de la cultura duraznense, ejemplo Elías regules, Carlos Claudio Reyles, Fernán Silva Valdes, Huascar Parallada, Orlando Aldama, Carlos Scaffo, Pedro Montero López, Osiris Rodríguez Castillo, Celestina Andrade, Manuel Demetrio Souza, entre otros ciudadanos.
En Artes Plásticas sobresalieron Juan Peluffo, Bernabé Michelena y Adolfo Pastor.
En Música se destacaron Julio Martínez Oyanguren, Raúl H. Evangelisti, Telémaco Morales, Randolfo Cesar Zagnoli (Potrillo), Ceferino Alburquerque, José Baltasar Benitez.
En ciencia Miguel C. Rubino, Eduardo M. Calleri, Nestor Azziz, sin olvidarnos de Carlos M. De Pena y Antonio Taddei.
Espero que esta Guía realizada por quien reúne dos características particulares, el ser hijo de Durazno y oyente diario de Radio El Espectador pueda servirles a ustedes para ir conociendo "el pago".
El Añejado Puente Viejo del Paso del Durazno
Con motivo de celebrarse el 18 de setiembre del 2003 el primer Centenario del Puente sumergible de madera, conocido en Durazno por el tradicional Puente Viejo, se merece una celebración especial su conmemoración, como asimismo los visitantes conozcan como fue su gestación.
A continuación ustedes tendrán para una mejor ilustración e imaginariamente transportarse hacia la historia como se sucedieron los hechos:
Una vieja crónica relata como fue su gestación:
"Amante del progreso y lleno de entusiasmo, el doctor Juan A. Méndez del Marco se puso al habla con el ingeniero Federico Capurro a fin de solicitar su concurso técnico para la construcción del puente.
El propio doctor Méndez del Marco, que conserva aún intacto el recuerdo de la entrevista, nos la ha referido.
- ¿ Estarías dispuesto a construir un puente? Pregunta el Dr. Méndez del Marco al Ing. Capurro.
- Cómo no estarlo, si es lo que he querido y no he podido hacer por falta de recursos necesarios….
- ¿ Y cuánto se necesitaría?
- Unos 35.000 pesos - responde el técnico después de un rápido cálculo.
El éxito de las gestiones del doctor Méndez del Marco fue completo, pues esa misma noche, reunidos en la Plaza Independencia, se constituyó la comisión encargada de arbitrar los recursos que demandaba la construcción de la magna obra".
Esta conversación descrita en el Libro Historia de Durazno del Lic. Oscar Padrón Favre, fue mantenida en el año 1901.
Asimismo, expresa el referido autor que en Enero de 1903 arribaron materiales para dar comienzo a la construcción que estuvo bajo la dirección del Ing. Federico Capurro, su creador.
Continúa describiendo el Lic. Padrón Favre que, "el ex Presidente Máximo Tajes, que tenía campos en las proximidades, donó las piedras de una antigua manguera para la construcción de la base del puente. Los trabajos marcharon a excelente ritmo, desempeñándose como constructor Pedro Aguirre.
Es digno de valorar que la suscripción popular realizada por la Comisión del Puente Sumergible fue exitosa, contándose más de 450 donantes de fondos, tanto de la Villa como del interior del Departamento. Se recaudaron $ 33.833, 34 y el costo total del puente ascendió a $ 29.931, 51.
El 18 de setiembre de 1903 la diligencia de Francisco Aguirre cruzaba, inaugurándolo, el puente sumergible sobre el Yí".
Esta breve reseña histórica es precisa señalarla para comprender el espíritu de aquellos visionarios pobladores de Durazno, que aunaron esfuerzo, solidaridad y esperanza en las innumerables riquezas que ofrece estas tierras.
Hoy en nuestros días, éste legendario puente todavía sigue uniendo mediante sus estructuras de hierro y sus macizas maderas a la emprendedora comunidad de Santa Bernardina y Las Violetas con la capital del departamento.
Por sus recias y rústicas maderas transitó la economía, testigos de las distintas cosechas de los productores, y sin ser menos importante sobre su corazón circularon toda clase de vehículos, desde las diligencias, carros o el recordado primer automóvil "Michell" del Dr. Nicolás Casatroja, que en junio de 1906 iniciaba una era totalmente desconocida para la comunidad yimeña.
Nos viene a la memoria una interrogante de cuantas bicicletas y motos han surcado su piso, cuantos romances se iniciaron mediante un paseo por el tradicional puente, cuántos jóvenes diariamente lo cruzan para seguir el sendero de la educación y a través de él concurrir a los Centros de Enseñanza ubicados en la propia ciudad.
Nuestro puente se merece su justo reconocimiento, su homenaje y el recuerdo perenne a sus forjadores, para que ese legado de progreso siga siendo la lumbre de las nuevas generaciones.
Durazno en el Deporte
En la década de 1930 el corredor de automóviles Juan Pedro Ghigliani tuvo una destacada actuación en el deporte motorizado.
Otro deportista que tempranamente cosechó lauros para Durazno fue el fondista de Maratón Jacinto Macuso, de gran actuación en la célebre competencia internacional de "El Gráfico" realizada en Buenos Aires.
En la década de 1940, se inician los grandes triunfos locales en el atletismo y en tal proceso será factor decisivo la presencia del Profesor de Educación Física Héctor Merklen Budelli (la pista de atletismo situada dentro del Estadio Silvestre Octavio Landoni lleva en homenaje su nombre).
En los últimos años el atletismo tuvo figuras destacadas a nivel nacional e incluso defendiendo la selecciòn uruguaya en competencias internacionales, ejemplos como los de Manuel Montiel, Hugo Rodríguez, Felipe Gordillo, Ana Peralta, Carlos Mario Hornos y Margarita Martirena, entre otros muestran los valores surgidos en la capital del Yí.
El ciclismo en la década de 1980, tuvo en Ricardo Calleri un componente de destacada actuación, siendo incluso Campeón Sudamericano.
En el Complejo Deportivo Municipal, se encuentra el estadio de Basketball denominado Ernesto De Leòn, por cuyo escenario pasaron destacados jugadores que luego participaron con éxito en campeonatos nacionales e incluso en Federales de Montevideo, para citar algunos de ellos, nombramos a los hermanos Ibarra de destacada actuación en Trouville, Alejandro Nicolau vistiendo la casaca de Liverpool, el Prof. Rafael González, actual director técnico de Aguada y el Dr. Pedro Gabriel Mayora en Urunday Universitario.
Y en lo que respecta al tradicional deporte llamado Fútbol, la Liga Departamental Ciudad de Durazno fue fundada en el año 1916, cosechando triunfos de jerarquía nacional vistiendo la clásica camiseta de color rojo con vivos blancos, y obteniendo campeonatos del Sur y del Interior.
Jugadores como Guillermo Vera, Ramón Monzón, Alejandro Mendy, Fariello, Alfredo Arambillet, Enrique Nicolás Morán, Luis Guanco, Julio Morán, Antonio Alzamendi, Néstor Silva, Héctor Morán, Alfonso Dominguez, Josemir Lujambio, Luis Cor, Germán Hornos, Ignacio La Luz, Gonzalo Castro, son algunos de los muchos deportistas que actuaron e incluso actúan con destacada brillantes en el fútbol montevideano y tuvieron participación internacional.
El pueblo de Durazno agradecido quiso homenajear a su hijo Antonio Alzamendi Casas, designado una tribuna con su nombre en el Estadio Silvestre Octavio Landoni.
Clubes Campeones de la Liga Ciudad de Durazno
1916 Unión Juvenil
1917 Wanderers
1918 Unión Juvenil
1919 Wanderers
1920 not played
1921 Unión Juvenil
1922 Wanderers
1923 Unión Juvenil and Wanderers (Simultaneous Championships)
1924 Unión Juvenil and Wanderers (Simultaneous Championships)
1925 Peñarol and Wanderers (Simultaneous Championships)
1926 not finished
1927 Unión Juvenil
1928 Wanderers
1929 Los Uruguayos
1930 not played
1931 Wanderers
1932 Wanderers
1933 Wanderers
1934 Wanderers
1935 Unión Juvenil (claimed by Central)
1936 Central
1937 Unión Juvenil
1938 Wanderers
1939 Unión Juvenil
1940 Nacional
1941 Nacional
1942 Central
1943 Central
1944 Nacional
1945 Central
1946 Unión Juvenil
1947 Unión Juvenil
1948 Unión Juvenil
1949 Unión Juvenil
1950 Unión Juvenil
1951 Racing
1952 Unión Juvenil
1953 Wanderers
1954 Central
1955 Central
1956 Unión Juvenil
1957 Wanderers
1958 Wanderers
1959 Unión Juvenil
1960 Nacional
1961 Unión Juvenil
1962 Wanderers
1963 Unión Juvenil
1964 Unión Juvenil
1965 Wanderers
1966 Wanderers
1967 Wanderers
1968 Central
1969 Santa Bernardina
1970 Central
1971 Santa Bernardina
1972 Wanderers
1973 Unión Juvenil
1974 Sportivo Yí
1975 Sportivo Yí
1976 Sportivo Yí
1977 Santa Bernardina
1978 Unión Juvenil
1979 Santa Bernardina
1980 Santa Bernardina
1981 Santa Bernardina
1982 Artigas
1983 Artigas
1984 Santa Bernardina
1985 Santa Bernardina
1986 Peñarol
1987 Unión Juvenil
1988 Artigas
1989 Wanderers
1990 Unión Juvenil
1991 Santa Bernardina
1992 Wanderers
1993 Artigas
1994 Wanderers
1995 Central
1996 Santa Bernardina
1997 Santa Bernardina
1998 Central
1999 Champagnat
2000 Champagnat
2001 Sauzal del Yí
2002 -
Number of titles
24 Unión Juvenil
23 Wanderers
11 Santa Bernardina
10 Central
4 Artigas
Nacional
3 Sportivo Yí
2 Champagnat
Peñarol
1 Los Uruguayos
Racing
Sauzal del Yí [1]
[1] not member since 2002.
Antecedentes bibliográficos citados.
1) Antonio Raúl Cabanas (Antón) Diario La Mañana, La Publicidad.
2) Lic. Oscar Padrón Favre - Historia de Durazno
3) Archivos de Luis A. Martínez Menditeguy |