Vamos al Sexólogo o... |
1.-
SORPRESA (Sala
de espera del consultorio. Tres sillas y una pequeña mesa que contiene
cuatro revistas con artículos marcados, el libro “El Kama Sutra Modeno”
y una estatua pequeña, imagen de San Lucas, en forma fálica. Entran
Brigitte y Vicente) VICENTE: ¡Que extraño!... BRIGGITE: ¿Extraño? ¿Qué cosa? VICENTE: El lugar... Que nos hayan hecho venir aquí y no al de siempre. BRIGITTE: El
Dr. Winner nos dijo que era una terapia especial... Tal vez para
una terapia especial se requiera un consultorio especial. VICENTE: Si... es posible. BRIGITTE: ¡Qué suerte que la Señora Bermúdez te haya dado la tarde sin
ninguna complicación! Porque, como siempre, tú dejaste todo para el último
momento. VICENTE:
A mí, más que a nadie, me extraña la facilidad con que me dio el
día. BRIGITTE: (Que estaba distraída viendo
el mobiliario) ¿Decías? VICENTE: No, nada... Ven, siéntate. BRIGITTE: Ay, espérate, déjame curiosear. ¡Qué pocos muebles!. Aunque
debo reconocer que el estilo es acertado. Va muy bien con la clínica de
un profesional de la envergadura del Doctor Winner. VICENTE:
Claro, con lo caro que cobra las consultas. BRIGITTE:
No
empecemos con eso otra vez. Creo que merecemos ser tratados por el mejor.
¿O acaso tengo que recordarte que además de ser un excelente sexólogo,
el Doctor Winner es psicólogo, ginecólogo y dueño de esta clínica tan
famosa?... Lo mejor de la sociedad viene aquí. VICENTE:
Si, como tu digas, pero ven... siéntate, ¿Qué tanto miras eso? BRIGITTE: (Toma el objeto fálico en sus
manos) Mira, mi
amor... ¿No te recuerda algo? ¡Ay, como extraño aquello! Su grosor, su
dureza... Mi amor, no te preocupes: seguro que el Dr. Winner va a
solucionar pronto nuestros problemas. (Se acerca a Vicente y le pone
el objeto entre las piernas)
Además, viéndolo bien, tú no tienes nada que envidiarle a esto... ¡mi
burrito!. (Entra
Victoria y se queda un momento observando el cuadro) VICENTE: ¡Victoria! Digo, Señora Bermúdez... ¿Usted aquí?... VICTORIA: Hola, Vicente... Yo también estoy sorprendida de verte... ¿No nos
vas a presentar? VICENTE: Yo...
Esteee... VICTORIA: Cálmate, Vicente... Hola, linda. Yo soy Victoria Singalis de Bermúdez... BRIGITTE: ¡Señora Bermúdez!... Hola... VICTORIA: Tranquila, linda, veo que tienes las manos muy bien ocupadas... BRIGITTE: (Deja el objeto fálico en la
mesa) Disculpe, yo soy
Brigitte... Brigitte de Pedernales. Mucho gusto... VICTORIA: Ah, ¡Es tu esposa! ¡Pero qué linda es! BRIGITTE: Ay, gracias, no es para tanto. VICTORIA: ¿Por qué no me la habías presentado antes? BRIGITTE: Es que Vicente es tan parco a veces. Amor, ven, acércate... ¿qué
te pasa? ¡Estás pálido! VICENTE: Nada, nada. Estoy bien. VICTORIA: No te preocupes, linda, debe estar impactado por este encuentro...
casual, por cierto. Yo misma estoy sorprendida. ¿Por qué no me dijiste
que era aquí que venías? VICENTE: Bueno, no lo creí necesario. ¿Y el señor Ricardo? (Entra
Ricardo. Se sorprende al ver gente en el consultorio y se detiene en seco) VICTORIA:
Ah, precisamente aquí llegó. Hola, Ricardo... RICARDO: (Frío)
Hola... Esto no fue lo convenido, Victoria. Se suponía que iba a ser una
sesión privada. BRIGITTE:
Mira,
mi amor, ¡el señor Ricardo Bermúdez Dubs en persona!. Preséntamelo. VICENTE: No, espera... Parece que está enojado... VICTORIA: Ricardo, convenimos en que íbamos a venir aquí. RICARDO: Pero no así... ¿Qué hacen ellos aquí? BRIGITTE:
Bueno, si no me presentas, yo voy sola... VICENTE: Brigitte... ¡Ven acá! BRIGITTE: Vamos, vamos... RICARDO: Esto no me gusta, yo me voy... VICTORIA:
(Lo toma por el brazo)
Ricardo Bermúdez: tú no te vas. BRIGITTE: ¡Buenas tardes!... (Suena
la chicharra indicando que la puerta se cerró) RICARDO:
¿Oíste eso? VICTORIA: ¿Qué cosa? RICARDO: Ese ruido... VICTORIA: Mira, ella es Brigitte, la esposa de Vicente... RICARDO:
¿Quién? VICTORIA: Vicente... Vicente Pedernales, el Contador que esta realizando la
investigación conmigo ¿Te acuerdas?...
RICARDO: Ahh, si... Qué tal... BRIGITTE: Muy bien ¿Y Usted? VICENTE: Buenas tardes, señor Bermúdez... RICARDO: Buenas, cómo está. BRIGITTE:
Ay, es mucho más elegante en persona que en las revistas.(A
Vicente) Aunque parece
un fosforito... VICENTE:
Brigitte, por favor... (Suena
el celular de Ricardo) VICTORIA: Ricardo, quedamos en que no íbamos a traer celulares... RICARDO: Sólo déjame ver quién llama... VICTORIA: Ricardo... RICARDO:
Es mamá... Debo atenderla... VICTORIA: ¡Pero si vienes de estar con ella!... RICARDO:
Aló, mamá... (Se retira
aparte para atender la llamada. Sale).
Estoy ocupado... No, no te estoy gritando, mamá. 2.-
LUCRECIA VICTORIA: Si las brujas existieran, mi suegra viviría volando en escoba. BRIGITTE: ¿Lucrecia Dubs? Ay, pero esa dama es tan elegante, tan Señora... VICTORIA: Si. Imagen. BRIGITTE: En el último número de Fashion
aparece ella saliendo de la Catedral y se le ve tan... impresionante. VICTORIA:
Hmm,
Cuántos hay que comen santos y cagan diablo... RICARDO: (Su voz)
¡Claro que estoy con Victoria! Mamá, ya te he dicho que no me hables así
de ella. VICTORIA:
¿Oyeron
eso? ¡Las madres, las madres!... BRIGITTE: Si, algunas no comprenden a sus hijos... VICTORIA: ¿Por qué lo dices? BRIGITTE:
Bueno, es que mi mamá y yo estamos un poco... distanciadas. VICTORIA:
¿Y hace mucho que no se tratan? (Se
acerca a Vicente y le acaricia el cuello sin que Brigitte la vea) BRIGITTE:
Nueve años... Desde antes del nacimiento de Junior. ¿Verdad,
amor? VICENTE: (Se levanta nervioso):
Si... Si, amor, nueve años... BRIGITTE:
Vicente ¿qué te pasa? ¿Por qué estás tan tenso? VICENTE: Estoy pensando en Junior... Recuerda que se quedó solo... VICTORIA: ¿Y qué edad tiene? BRIGITTE: Ocho añitos apenas. VICTORIA: Ah, pero ya está grande. Seguro se parece a ti, Vicente. BRIGITTE:
¡Idéntico en todo!. VICTORIA: (Mirando hacia la entrepierna
de Vicente) ¿En todo? VICENTE:
¡No! BRIGITTE: Si... Ay, Vicente ¿Qué te pasa? RICARDO:
(Su voz)
Mamá, estoy bien, no estoy nervioso... VICTORIA:
¡Estos
hombres y sus nervios! A ver, Vicente, déjame relajarte un poco... VICENTE:
No, déjeme. Estoy bien. BRIGITTE: Vicente, no seas descortés... VICTORIA:
(Comienza a masajear a Vicente
en las cervicales)
Este masaje es efectivísimo. Claro, sería mejor con aceites... en otro
ambiente... los cuerpos desnudos... Linda, ven, hazlo tú... VICENTE: Ya estoy bien, ya estoy bien... BRIGITTE:
Vicente, quédate quieto... Déjame a mi... A ver, ¿cómo es? RICARDO:
(Su voz)
Mamá, estoy en una reunión, ya te dije... No, mamá, no te estoy
gritando. VICTORIA:
Parece que después le vamos a tener que hacer masajes a la fiera
esa... BRIGITTE: ¿Y pelean mucho? VICTORIA: Si, bastante... A ver, permíteme tu mano... ¿Ves? es así...
Suave... Sensual... Busca la dureza... Ahí... ¿La sientes?... ¡Por
Dios, Vicente!... ¡Qué tenso estás!... ¡Relájate, hombre!... RICARDO: (Su voz)
¡Mamá, no voy a decirte dónde estamos! ¿Aló?... ¿Mamá?... ¿Mamá?... BRIGITTE: Si, chico, relájate... VICTORIA: ¿Acaso no te gusta? RICARDO: (Entrando)
¡Y ahora este maldito celular se quedó sin batería!... VICTORIA:
(Deja el masaje)
Mejor, así tu madre no vuelve a molestar. ¿Y qué quería esta vez? RICARDO: Tú sabes, ella se preocupa mucho. VICTORIA: Demasiado, diría yo. VICENTE: Amor ya, deja... BRIGITTE:
No se sienta mal, señor Ricardo, las madres solemos ser así..
protectoras. Para nosotras nuestros hijos siempre son bebes. RICARDO:
Si. VICTORIA:
Esa es una de las exageraciones en la que caen algunas mujeres...
No se dan cuenta cuando sus hijos dejan de mojar y ensuciar los pañales...
RICARDO: Victoria... dejémoslo ahí... VICTORIA: Si, mejor busco algo en qué entretenerme. (Va
hacia la mesa) 3.-
KAMA-SUTRA VICTORIA: (Toma el libro)
¡Caramba! ¡Miren lo que acabo de encontrar! Nada más y nada menos que
el legendario y bien querido Kama-Sutra... RICARDO:
Victoria, no estamos para esos chistes... VICTORIA: Mira: ¡aquí está!... BRIGITTE: (Codea a Vicente)
¡Amor, el Kama-Sutra!... VICENTE: Si. VICTORIA: “El Kama-Sutra Moderno, Guía
del placer total para la pareja moderna” BRIGITTE:
¿La
versión moderna? ¿Me lo muestras? VICENTE: Brigitte, deja eso. BRIGITTE: Ay, amor, ¿cuál es el problema? VICTORIA: ...¡Y lo escribió el Doctor Albert
Winner!.. BRIGITTE:
¿De
verdad? (A Vicente)
Viste, amor, lo escribió el Doctor. VICTORIA:
Escuchen
esto “El
Kama-Sutra moderno es un libro que pone énfasis en el placer de ambos
miembros de la pareja, y no solo del hombre... y complementa el texto
tradicional con información sobre la forma de lograr el acoplamiento
perfecto, cualesquiera que sean las dimensiones de los órganos genitales...” BRIGITTE:
¡Para
ver!.. VICENTE: Brigitte, siéntate. VICTORIA: Mejor siéntate aquí conmigo. Los hombres piensan que lo saben
todo... BRIGITTE: Si. VICTORIA: (Abre el libro y le muestra a
Brigitte) Mira esto:
las medidas... BRIGITTE: Lee, lee... VICTORIA: “El hombre, según sean las
dimensiones de su pene, es liebre, toro o caballo...”
BRIGITTE: ¿Sólo tres? ¿No hay otro animal? VICTORIA:
¿Cómo cuál? BRIGITTE: No se... el burro... VICENTE: Brigitte. VICTORIA: ¿Por qué el burro? BRIGITTE:
¡Ay,
ya se dio cuenta, mi burrito! VICENTE:
¡Brigitte, por favor! BRIGITTE:
Amor,
perdóname... Disculpe, señor Ricardo, pero la verdad es la verdad... VICENTE: Bueno, pero hay cosas que no tienen por qué divulgarse... VICTORIA: Tranquilo, no sientas vergüenza... RICARDO:
Victoria, deja ya ese librito de burdel ¿No ves que estás
incomodando con eso? VICTORIA:
¿Todavía no te has dado cuenta donde estamos? Este es el consultorio de
un sexólogo y lo más obvio es que aquí hayan libros como éste. Además,
no es un librito de burdel como tú dices sino un tratado científico de
un tema tan importante como las relaciones sexuales. ¿Cuándo
terminaremos por fin con los tabúes? BRIGITTE:
Si,
yo creo que no es tan malo, después de todo es un clásico. (Toma
el libro lee) ¡Amor,
mira esto: la Postura del Cangrejo...! VICTORIA: Esa es muy estimulante. BRIGITTE: ¿Cómo? VICTORIA: Esa posición hace que haya una buena estimulación del clítoris.
Pero yo la que te recomiendo es... VICENTE: Amor, ¿tú crees que Junior esté bien? BRIGITTE: Si, mi amor. (A
Victoria) ¿Qué me
decías? VICTORIA: Te decía que la mejor, para mi, es la Maniobra del Jardinero. A
ver... Si, aquí está... BRIGITTE: ¡Ah, mira esto!.. ¡Se ve difícil!... Mira lo que dice: “La
penetración resulta muy agradable y profunda”...
La Maniobra del Jardinero... ¡Qué lástima que tú seas Contador!... VICTORIA: (Ríe)
¡Qué linda! ¡Qué ocurrencias tienes! Te puedo recomendar otras. BRIGITTE:
¿Si? Usted si que parece una experta en esto... RICARDO: Victoria, creo que ya es suficiente. VICENTE: Amor, ¿Por que no vamos y le compramos el juego a Junior y
volvemos? BRIGITTE:
No, todavía es temprano. Además, él sabe que se lo compraremos a
la salida de la consulta. VICTORIA: ¿Y qué juego es? VICENTE: Uno de computadora: “Fantasy Four” VICTORIA: ¡Fantasía para Cuatro! ¡Por Dios! ¿Qué clase de juegos le
regalas a tu hijo? BRIGITTE:
Es
que él lo pronunció mal. En realidad es “Fantasy Force” Force, de
fuerza. Es uno de esos juegos normales de guerra y muertos que llenan de
sangre la pantalla. VICTORIA:
Sería mucho más saludable que leyera un libro como éste en vez
de matar gente en la pantalla del computador. RICARDO: ¿Estas loca? ¿Cómo puedes pretender darle a un niño un libro
como ese? VICTORIA: ¿Y por qué no? Primero: le haría ver el sexo de una manera muy
natural. Y segundo: si todos lo leyeran no habría necesidad de tantas
consultas como éstas. ¿Tú qué opinas, linda? BRIGITTE: No se, pero para ocho años como tiene mi Junior, no. Aunque sí
sería bueno que muchos adultos lo leyeran. VICENTE: Amor, ¿crees que Junior ya haya comido? BRIGITTE: ¿Le dejaste el sándwich preparado como te dije? VICENTE: No, se me olvidó, es que salimos tan rápido… BRIGITTE:
De todos modos te daba tiempo. No sé cómo puedo dejar esas cosas
en tus manos… VICENTE: Bueno, seguro que sabrá arreglárselas… 4.-
JUNIOR (Suena
el celular de Brigitte) BRIGITTE:
¡Junior!... ¡Segura que es él! (Saca
apurada el celular de la cartera)
¡Ay, Dios mío! ¿Qué le pasará? VICENTE: No sé, ¡atiende rápido! ¿Es él? BRIGITTE: (Mira el número)
¡Si, es él!..
(Atiende) ¡Aló,
hijo!... VICENTE: ¿Qué pasa? ¿Qué tiene? ¡Déjame hablar con él!… BRIGITTE: ¡Si, dime!.. ¿Qué te pasa?… VICENTE: ¿Está en la casa? ¿Le pasó algo? No debimos dejarlo solo… BRIGITTE:
Si, mi vida, estamos con papito acá en la consulta… ¿Que
quieres qué? VICENTE: ¡Seguro es el juego!… Te dije que tenemos que irnos… BRIGITTE: Vicente, ¡ya!.. ¡No, mi vida, a ti no! ¡A tu papá!… VICENTE: ¡Pásamelo, quiere hablar conmigo!… BRIGITTE: Ya te dije que el juego te lo vamos a comprar después de la
consulta… VICENTE: No, dile que vamos ya… BRIGITTE:
¡¿Me vas a dejar hablar?! VICENTE: Bueno, no te enojes… BRIGITTE: No, a ti no… Bueno, si ¡ a ti también!… VICENTE: La consulta la podemos dejar para otro día… BRIGITTE: ¡Ni se te ocurra!… ¡Déjame tranquila!… ¡A ti no, mi vida,
es a tu papá que está pesado!… ¡Junior!... ¿Junior?… ¡Alo, mi
vida!… VICENTE:
¿Qué pasó? BRIGITTE: Me trancó… Por tu culpa… VICENTE: Es que estoy preocupado… BRIGITTE:
¿Preocupado? ¿Desde cuándo tú tan preocupado por Junior? VICTORIA: Si, Vicente, no te preocupes… Seguro está bien. Mejor sigamos
viendo este libro… RICARDO: ¡Victoria, Deja eso ya! VICENTE: ¿Acaso no me puedo preocupar por mi propio hijo? Mira, mejor nos
vamos, le compramos el juego, volvemos a la casa y todos tranquilos… BRIGITTE:
¡¿Qué?! ¿Y perder la consulta? ¡Ni loca!… VICTORIA:
Tiene
razón. Quién sabe cuándo Winner les pueda dar otra cita… BRIGITTE: Es verdad, cuesta muchísimo conseguir que el Doctor nos atienda.
Acuérdate que nos la dio hace un mes. VICENTE:
Bueno, pero mira la hora que es… ¡Y todavía no le hemos
comprado el juego!... VICTORIA:
No
es tan tarde, Vicente… En el “Shopping” esas tiendas cierran a las
diez. VICENTE:
Lo que pasa es que nosotros no pensamos comprarlo ahí… VCTORIA:
Bueno,
pero igual en el “Shopping” hay más tiendas, compras mucho más cómodo
y aprovechan para mirar cosas para ustedes… BRIGITTE:
Claro…
Por cierto yo quería ver unos zapatos… RICARDO:
Victoria,
el señor está preocupado por su hijo y se quiere ir a la casa. Creo que
no deberías meterte en eso. Además, la manera como habla del niño se
nota que lo quiere mucho… VICENTE: ¿Ves, amor? El señor Ricardo comprende. Está de acuerdo conmigo. BRIGITTE: Si, es cierto, pero de todos modos no quiero perder la consulta.
Además, antes de venirnos le dejamos muy bien claro que primero teníamos
que atender esto. VICENTE: Si, pero el Doctor Winner ya está demorado. Tú sabes como se
siente Junior cuando oscurece. VICTORIA: ¿Y con ocho años tiene miedo a la oscuridad? BRIGITTE: Es un complejo que tiene… Nictofobia. VICTORIA: Supongo que le habrán dejado alguna luz encendida. BRIGITTE: Si, claro. VICENTE: No sé, yo no recuerdo haber dejado nada encendido… BRIGITTE: Pero yo sí lo recuerdo. Además, la verdad es que no entiendo de dónde
sale ahora tanta preocupación por el niño. RICARDO: Yo insisto: para mí, el niño está primero… VICTORIA: Yo no me preocuparía tanto. El niño está en su casa, tiene la
luz encendida, seguro debe tener comida en la nevera… Y el juego, sin
duda después de la consulta con Winner, ustedes se lo van a comprar… ¡Es
más! Nosotros los podemos llevar al “Shopping” BRIGITTE: ¿En serio? ¡Ay, gracias, qué amables!… VICENTE:
Brigitte, no los comprometas que son personas muy ocupadas… VICTORIA: ¡No hay ningún problema! ¿Verdad, Ricardo? RICARDO: En su momento lo veremos… BRIGITTE: Y ustedes ¿piensan encargar hijos pronto?. RICARDO:
Victoria
no puede. Precisamente estamos aquí por esa razón… VICTORIA:
¿Que
yo no puedo? RICARDO:
¡Claro que nos gustaría muchísimo tener un hijo! ¿Y a quién
no? En eso estamos, ¿verdad amor? VICTORIA:
Si, mi vida… Aunque estamos aquí por más de una razón... BRIGITTE: ¿Si? VICENTE: Amor, sigo pensando que lo mejor es que nos vayamos… BRIGITTE: Vicente, no molestes más con eso. Junior está bien. VICENTE: Si estuviera bien, no hubiera llamado… BRIGITTE:
Mira, para lo único que llamó fue por el juego; además, si te
hubieras quedado tranquilo cuando llamó y no te hubieras puesto tan
molesto, el niño no hubiera trancado. VICENTE: ¿Ahora es culpa mía? ¿Acaso no conoces a tu hijo? BRIGITTE:
A mi hijo sí lo conozco. El que está irreconocible eres tú con
tanta preocupación innecesaria. VICENTE:
¡Quien sabe cómo estará ahora y qué cosas se le estarán
ocurriendo! BRIGITTE: Vicente, termina ya con este tema. ¡Me tienes harta, chico! ¡Harta! 5.-
IMPACIENCIA BRIGITTE: (Después de un silencio largo)
No soporto esta espera... Me pone nerviosa. No sé por qué estará
demorando tanto el Doctor. ¡Siempre ha sido puntual! VICENTE: Por la hora y la demora yo creo que no va a venir… RICARDO: La verdad es que se está demorando demasiado. Tendrá mucha fama,
pero parece que responsabilidad no… VICENTE: Si, además, no entiendo por qué nos dio a todos la misma hora. ¿Será
que se equivocó? BRIGITTE: Ay, no sé. Yo no creo. RICARDO:
Justo el detalle que faltaba: que este señor se haya equivocado. VICTORIA: Calma. Todos sabemos que Winner tiene varias profesiones.
Seguramente estará atendiendo alguna urgencia, algo.. Yo que ustedes me
quedaría tranquilo. BRIGITTE:
Eso es cierto. RICARDO:
Por
lo menos nos pudo haber avisado. Después de todo, tiene un ejército de
empleados en esta clínica. VICENTE:
Yo no sé como vamos a resolver cuando él venga. ¿A qué hora los
citó a ustedes? RICARDO: Victoria, respóndele… VICTORIA: (Toma el libro del Kama Sutra)
A las cuatro… BRIGITTE: ¿Las cuatro? A nosotros también… ¡Qué raro!… VICENTE: ¿No será que tu entendiste mal, mi amor? ¿No será que era para
otro día? BRIGITTE:
No, Vicente, estoy segura. Era hoy, hoy a las cuatro de la tarde…
Además, te lo vengo recordando desde hace dos semanas… VICENTE: Si, es cierto. Pero… ¡nos pudimos haber equivocado! ¿No? BRIGITTE:
No, amor, estoy segurísima de que es hoy a las cuatro de la
tarde… RICARDO:
¡Bastante
atrasado está el doctorcito! ¡Por la hora, digo!... BRIGITTE: Bueno, puede ser como dijo la señora Victoria, que esté
atendiendo una emergencia. RICARDO: ¿Y qué hay de nosotros, de nuestras ocupaciones? ¡Yo tengo
muchas cosas que atender! ¡Actividades programadas, negocios,
entrevistas…! La verdad, lo de este señor me parece ya una falta de
respeto. VICTORIA: Ricardo, siéntate y tranquilízate… RICARDO: No entiendo cómo tú puedes estar tan tranquila cuando también
tienes muchas cosas que atender. Sobre todo, y ahora que veo aquí al señor
Pedernales, la investigación. VICENTE:
¡Cierto! VICTORIA: No te preocupes ahora por eso… Todo este tiempo que estamos aquí
está dentro de lo calculado. RICARDO:
¿De lo calculado en que? VICTORIA: Del tiempo de consulta… A eso es a lo que me refiero. RICARDO:
¿De la consulta de quién? Porque aquí estamos dos parejas. ¿O
acaso crees que nos va a atender a los cuatro a la misma vez? VICTORIA:
¡Te imaginas! ¡Los cuatro!… BRIGITTE: ¡Ay, qué locura!... De todos modos me tiene mal esta espera… VICTORIA: Escuchen, ¿Por qué no nos calmamos? ¿Por qué no tratamos de hacer
de cada momento que vivimos un buen momento? RICARDO: ¿Aquí? ¿En una sala de espera del consultorio de este medicucho? BRIGITTE: Usted disculpe, Ricardo, pero el Doctor Albert Winner es un médico
muy distinguido. Así como es usted muy distinguido en los negocios y en
la sociedad, el Doctor lo es en la medicina. Acuérdese que él ha tratado
a gente realmente importante de nuestra sociedad. VICTORIA:
Winner es un punto de referencia en sus especialidades;
principalmente en lo que tiene que ver con la sexología. Médicos de todo
el mundo vienen a consultar por sus terapias. VICENTE: Bastante caras, por cierto. RICARDO:
Lo que me recuerda que este tiempo perdido también lo estamos
pagando… VICTORIA: ¡Y tenía que salir el dinero! ¡Como si fuera tan importante para
ti! BRIGITTE:
Siempre que resolvamos nuestros problemas de salud, creo que no
importa lo que se pague… VICTORIA: ¿Oíste lo que dijo? Ricardo, si es por el dinero no te preocupes:
yo pago la consulta. ¡Ay, Ricardo, mejor dejemos ya esta discusión
bizantina de una vez!... Dime, ¿con preocuparnos estamos realmente
solucionando algo? RICARDO:
Bueno, en eso tienes razón… VICTORIA: Miren lo que leí aquí... RICARDO: ¿Otra vez ese librito? VICTORIA: Tranquilo, Ricardo, que no tiene nada que ver con lo otro. Habla
sobre las peleas entre enamorados y miren lo que dice: “Las
parejas en las que reina el equilibrio y la armonía saben que la
felicidad a dos es un trabajo de cada día, y que hay que poner en juego
todas las fuerzas para triunfar en el empeño. Para ello, basta con
procurarse los medios, disponiendo de momentos para dedicarse
exclusivamente unos a otros. ¿Por qué no probar una velada semanal sin
televisión, sin hijos, sin negocios, sin madres?…”
¿Qué opinan? RICARDO: Me parece una verdadera estupidez… VICTORIA: Ricardo, ¿Hay algo más estúpido que esas reuniones sociales en
donde se juntan no sé cuántas personas para decir absolutamente nada,
donde lo más importante es el figurar más que el ser, el realmente ser? RICARDO: En esas reuniones que tú llamas estúpidas es donde se pone en
juego el poder y el dinero… Dinero que por cierto sirve para pagar estas
consultas... VICENTE: ¡Y este doctor que no llega!… VICTORIA:
Si
seguimos con esta impaciencia, la espera se va a convertir en un
desespero… BRIGITTE:
Si, tiene razón, mejor tratemos de calmarnos. Si el Doctor no nos ha
avisado seguramente es porque está en camino… VICTORIA:
Eso, traten de calmarse. Tratemos de hacer de éste un momento
placentero. RICARDO: ¿Y qué propones? ¿Acaso jugar pocker? VICENTE: Yo pienso que igual nos deberíamos ir. BRIGITTE: Ay, ya basta con eso, Vicente… Vamos a esperar. VICTORIA:
Si, Vicente, tranquilo. Todo va a estar bien… BRIGITTE:
Yo no sé ustedes, pero esta angustia me ha dado sed... Siento la
necesidad de beber algo. RICARDO:
Hacia allá hay un cuarto para el café. VICTORIA: ¿Y tú cómo sabes eso? RICARDO: Cuando llamó mamá lo vi… VICTORIA: Por fin tu madre te hizo hacer algo bueno: descubrir el cuarto del
café. RICARDO: Victoria, no empieces con tus ironías si en verdad quieres que
permanezca la calma. VICTORIA: Tienes razón. Era un juego, contigo no se puede ni jugar… Vamos,
yo voy contigo: necesito fumarme un cigarro. ¿Tu fumas? BRIGITTE: No, gracias. Pero vamos porque quiero beber aunque sea un vaso de
agua… VICENTE: ¿Y por qué no esperas aquí? BRIGITTE: ¿Acaso piensas que el vaso va a venir solo? VICENTE:
No, claro, claro... Deja que yo te lo traigo… BRIGITTE:
No te preocupes, de todos modos quiero ir al baño. ¿Hay uno ahí,
señor Ricardo? RICARDO: Si. VICENTE: ¡Yo las acompaño!… VICTORIA: Vicente, tranquilo. ¿Acaso piensas que me voy a comer a tu esposa? BRIGITTE: Si, amor, quédate ahí para que el señor Ricardo no se sienta
solo… VICTORIA:
Ya volvemos… Bye. 6.-
INVESTIGACIÓN (Vicente
camina inquieto por la sala. Ricardo lo observa) RICARDO: ¿Por qué tan nervioso? VICENTE: No, no es nada... La espera... RICARDO: Si fuera por eso yo ya estaría caminando por el techo... VICENTE: (Mirando hacia el lugar por
donde salieron Brigitte y Victoria)
¿Demorarán mucho? RICARDO: Usted sabe cómo son las mujeres. Siempre encuentran algo qué
decir en los lugares menos indicados, sobre todo en los baños. VICENTE: ¿Cree que vayan a entrar juntas? RICARDO:
Las
mujeres siempre van juntas al baño. VICENTE:
Si, es cierto. RICARDO:
Lo
cual para mí es un enigma. Pero tranquilícese, hombre. Siéntese. VICENTE: Si... Gracias... RICARDO: ...Y ¿cómo va la investigación? VICENTE:
Bien... Usted sabe... RICARDO:
Si.
Lo que me parece es que llevan demasiado tiempo... VICENTE:
¿Le parece? RICARDO:
Bueno, yo diría que ocho meses es más que suficiente... ¿No? VICENTE:
Bueno... Yo... RICARDO:
¿No
será que hay algo más allá de la investigación entre usted y mi
esposa? VICENTE:
¡No!... ¡Cómo se le... RICARDO:
¡Tranquilo,
hombre! ¡Fue un chiste!... VICENTE:
¿Un chiste? Si, claro, un chiste... RICARDO:
¿Cómo
se le ocurre que pueda creer que hay algo entre usted y Victoria? VICENTE:
¡Si, claro!.. RICARDO:
¿O
si?... VICENTE: No, claro que no... RICARDO: Volviendo a la investigación, me parece que ocho meses es mucho
tiempo... VICENTE: Lo que pasa, señor Ricardo, es que tuvimos que ir muy atrás en el
archivo. Y la verdad es que el archivo estaba bastante desordenado. Eso
fue lo que tuvimos que hacer primero: ordenar todo para después iniciar
realmente la investigación. RICARDO: Si, puede ser. De todos modos me parece que se han tomado demasiado
tiempo. Y en lo que a mi respecta, las faltas de dinero son bastante
cercanas en el tiempo. VICENTE:
Si tiene alguna información, le agradezco me la haga llegar. RICARDO:
¿Para qué? VICENTE:
Digo... para que lleguemos más pronto a la solución. RICARDO: Solución... Precisamente para eso le pago: para que usted me de
soluciones en vez de problemas. VICENTE: Bueno, acuérdese que ya más de una vez le he entregado
soluciones... RICARDO: ¿En esta investigación? No me parece... VICENTE: No. Yo me refería al apartamento en Margarita, por ejemplo. El de
la señorita Jennifer. RICARDO: Caso en el que por cierto usted se mostró muy eficiente y por el
que yo supe compensarlo muy bien. ¿Cierto? VICENTE:
Si, claro... (Mira
hacia el lugar donde se fueron Brigitte y Victoria)
¿Por qué tardarán tanto? RICARDO:
Dígamelo usted... VICENTE: Ni idea. RICARDO:
¿Y los informes? ¿Cuándo cree usted que podría leer el primero?
VICENTE: Yo ya le entregué unos preliminares a la señora Victoria. Sólo
falta que ella los revise.... RICARDO: ¿Y usted podría adelantarme algo? VICENTE:
¿No cree usted que es mejor esperar? Estas cosas son muy
delicadas... Y, la verdad, no quiero pasar por encima de la autoridad de
la señora Victoria. RICARDO: Victoria es sólo un intermediario entre usted y yo. VICENTE: Pero ella es mi superior directo y usted sabe mejor que yo cómo se
manejan estas cosas. RICARDO: ¿Me está escondiendo algo? VICENTE: No, ¿le parece? RICARDO:
Digo, por el misterio... De todas maneras, me quedo con lo que le
dije hace un instante: que las faltas son recientes. Tengo mis sospechas VICENTE: ¿Algo en particular? RICARDO: Más que algo, alguien... VICENTE:
¿Me puede decir de quien sospecha? RICARDO: Usted sabe que estas cosas son muy delicadas... De todos modos,
para eso está usted, para descubrir quién me está robando... VICENTE: Si, claro... Quédese tranquilo que lo vamos a descubrir todo... RICARDO: ¿Y usted? ¿Sospecha de alguien? VICENTE: (Vuelve a mirar hacia el sitio
por donde se fueron Brigitte y Victoria)
¿Por qué demorarán tanto? 7.-
ENCERRADOS (Brigitte
y Victoria regresan) VICENTE: ¡Por fin, amor!.. ¿Qué pasó?.. ¿Por qué demoraron tanto? BRIGITTE: Ay,
amor ¿Tanto me extrañaste? VICENTE:
¿De qué hablaron? Porque demoraron mucho allá adentro... VICTORIA: Cosas de mujeres... VICENTE: Pero... ¡Tanto tiempo!.. ¿Entraron juntas al baño? BRIGITTE: ¡Amor, ya, basta!.. ¡Cálmate!...!Estás alterado!... VICTORIA: Cálmate, Vicente, que eso está en Control Perceptivo... RICARDO: ¿A qué te refieres? VICTORIA: Tú sabes, es una manera de decir que algo se ha tratado sólo
superficialmente. VICENTE:
(A Brigitte)
¿Y tomaste agua? BRIGITTE: Si. ¿Quieres? VICENTE: No, no... RICARDO:
Por la hora parece que el doctorcito ya no llega... VICENTE:
Si, ya es demasiado lo que se ha demorado este hombre... BRIGITTE:
Puede ser... VICENTE: ¿Te parece si vamos y preguntamos en recepción por el Doctor
Winner? BRIGITTE:
No sé... ¿Por qué no se lo consultas a Victoria? VICENTE: No te entiendo... ¿Qué dices? BRIGITTE:
No importa, yo me entiendo... VICENTE: Bueno, ¿y entonces qué hacemos? VICTORIA:
A mí me parece que lo mejor es seguir esperando; total, mal no
estamos. Allá hay de todo: jugos, refrescos, cerveza, frutas... ¡Hasta
una botella de Don Perignon!... RICARDO: ¿Y eso qué puede interesar? VICTORIA: Que aquí podemos estar hasta el amanecer, si queremos... BRIGITTE:
Bueno,
esa no es la idea... VICENTE:
¿Y entonces? BRIGITTE: ¿Entonces qué? VICENTE:
¿Voy a preguntar a recepción o no voy? VICTORIA: ¿Y otra vez la impaciencia? ¿Acaso les cuesta tanto a ustedes los
hombres calmarse? RICARDO:
Es que esto sobrepasa ya los límites de la calma. Ya hace media
hora que este doctorcito tendría que estar aquí. BRIGITTE: Si, eso es cierto... Yo ya estoy más que preocupada... Lo mejor es
que vayas a recepción y preguntes. VICTORIA:
Pero ¿Por qué no se sientan y esperamos unos minutos más? RICARDO: Yo estoy de acuerdo con la señora Brigitte... Vicente, vaya a
recepción y pregunte cuándo éste curandero se dignará a venir... VICTORIA: ¡Curandero!.. ¡Pero qué gracioso que te has puesto ahora!... BRIGITTE:
¡Pero no preguntes así, mi amor!.. ¡Anda, anda!... VICENTE: Okey... (Va a la puerta) VICTORIA: No se, no me parece... Sigo pensando que lo mejor es esperar. VICENTE: (Su voz)
¡Qué raro!... ¡No abre!... RICARDO: ¿Qué dijo? VICENTE: (Regresa) Está
cerrado... RICARDO: ¡¿Cómo?! VICENTE:
La puerta... está trancada... RICARDO:
¿Cómo
trancada? Mejor voy yo... (Va
a la puerta) BRIGITTE:
Mi
amor ¿Y no será un problema de la cerradura? VICENTE:
No sé... RICARDO:
(Su voz)
¡Maldición!... ¡No abre!... (Golpea
la puerta) BRIGITTE:
Anda
a ayudarlo... RICARDO: (Su voz)
¡Abran!.. ¡Abran la puerta!... VICTORIA:
¡Ricardo!... ¡Cálmate!... (Va
a la puerta) VICENTE: (Su voz)
¡Tranquilo!... ¡Déjeme probar a mí!... RICARDO:
(Su voz)
(Golpea
la puerta) ¡Abran,
carajo!... VICTORIA: (Su voz)
¡Ricardo, por favor!... ¡Ya, cálmate!... ¡Vamos a la sala!... RICARDO:
(Regresando)
¡Maldita sea, lo que nos faltaba!... ¡Quedarnos encerrados aquí!... VICTORIA: (Regresando)
¡Ricardo Bermúdez por favor te tranquilizas!... VICENTE: (Regresando)
La verdad todo esto es muy extraño... BRIGITTE:
¿Y nadie escuchó? VICTORIA:
¡Vamos a calmarnos!... Porque gritando y golpeando las cosas no
vamos a resolver absolutamente nada... RICARDO: Tampoco vamos a resolver nada sentándonos como unos estúpidos a
esperar a ese curandero de pacotilla... BRIGITTE: ¿Y no probaron con una llave? VICENTE: Es de esas puertas que solamente se abre por fuera... BRIGITTE:
Y entonces ¿Qué hacemos? VICTORIA:
Esperar... Claro... RICARDO: Yo no pienso quedarme aquí esperando, como un maldito estúpido... VICENTE: ¿Será que por allá hay una salida? RICARDO: Si, debe haberla... Mejor vayamos... VICTORIA:
Pero ¿Qué es lo que van a buscar? RICARDO: No sé... Una puerta, una ventana, algo; un agujero por dónde
salir... Vamos, vamos,
Vicente... (Sale) VICENTE: Si, si, vamos... (Sale) 8.-
SOLAS BRIGITTE:
Caramba,
¿qué será?... VICTORIA:
Seguro
es como dijiste tú, problemas con la cerradura. Lo más probable es que
la secretaria se dé cuenta y arreglen eso enseguida. BRIGITTE:
Ay,
es que esto está tan retirado de la recepción que temo que no nos
escuchen... Ay, ¡No soporto estar así!... VICTORIA:
Tranquilízate...
Siéntate, toma una revista, lee algo... BRIGITTE:
Si,
mejor, ¿verdad?... (VA HACIA LA MESA Y OBSERVA LAS REVISTAS). ¡Mira
esto!.. VICTORIA:
¿Qué
pasa? BRIGITTE:
Las
revistas... Están marcadas. VICTORIA:
¿Marcadas?
A ver... Seguro son cosas interesantes... BRIGITTE:
Si,
ven, toma éstas dos. VICTORIA:
Mira,
está marcada en un artículo que dice “La
Disfunción Eréctil: cuando el stress apaga el placer”
BRIGITTE:
Me
interesa. Por favor, pásamela para leerla después... Esta dice: “Las
razones verdaderas de la eyaculación precoz” VICTORIA:
¿Y
esa otra? BRIGITTE:
Ah,
esta trae una artículo sobre: “Nuevas
soluciones de la ciencia contra la infertilidad” VICTORIA:
Hmmm,
éste está interesante.... BRIGITTE:
¿Qué
dice? VICTORIA: “La lujuria: el placer sin
fronteras” BRIGITTE:
¿Y
qué dicen ahí? VICTORIA:
Oye
esto: “El excesivo apetito sexual no
es otra cosa que la búsqueda de nuevas fronteras a favor de la satisfacción
personal o colectiva. Aunque
socialmente no es bien vista, la lujuria
podría ser la puerta a un universo de placer ” BRIGITTE:
¿Y
quién escribe eso? VICTORIA:
Adivina...Nuestro
sexólogo favorito... BRIGITTE: ¡El Doctor Winner! VICTORIA: ¿Quién más? BRIGITTE: Debe ser alguien con mucha experiencia sexual para saber todas esas
cosas... VICTORIA:
Sin
duda porque eso se aprende más en la cama que en la biblioteca. BRIGITTE:
Se
nota que tú también eres una persona con mucha experiencia... VICTORIA:
Bueno...
si te dijera que no, te mentiría. ¿Por qué lo dices? BRIGITTE:
Por
el Kama Sutra, la naturalidad con que tratas estos temas. Para serte
franca, mi experiencia es bastante limitada. VICTORIA:
Por
eso no te preocupes, siempre estamos a tiempo... para aprender. BRIGITTE:
Si
claro... a mi me gustaría... VICTORIA:
¿Complacerte
más? BRIGITTE:
Ay,
no sé. Me da un poco de... VICTORIA:
No
te preocupes, linda, no hay por qué tener miedo de hablar de estas cosas,
después de todo, somos seres sexuales. El sexo importa. Y el placer que
hay en él... BRIGITTE:
Si,
claro, pero, ¿no es que la
lujuria lleva a la promiscuidad? VICTORIA:
No
necesariamente... BRIGITTE:
¿Y
tu eres? VICTORIA:
¿Qué?
¿Lujuriosa o promiscua? BRIGITTE:
No
se... las dos cosas... VICTORIA:
Bueno,
linda, yo en realidad me definiría como una mujer que le gusta disfrutar
de su sexo. Complacerme a plenitud... ¿Quién no? BRIGITTE:
Si,
claro, es natural... Ahora me pregunto ¿es lícito buscar placer fuera de
la casa? Claro, me refiero a mujeres como nosotras... VICTORIA:
¿Y
por qué no? Dime ¿Tú no tienes fantasías? BRIGITTE:
¿Sexuales? VICTORIA:
Por
supuesto, ¿No es de lo que estamos hablando? BRIGITTE:
Ah.,
claro... Bueno, sí, claro que las tengo... VICTORIA:
Y...
¿se puede saber? BRIGITTE:
Si...
(TOMA EL FALO) Veo el mar... el sol poniéndose en el horizonte... la
brisa.... una playa solitaria... bebiendo champaña... las olas... Vicente
y yo totalmente desnudos... haciendo el amor en la orilla... VICTORIA:
Hmm...
¡Qué placer!... ¡Cómo me gustaría estar ahí!.. BRIGITTE:
Si,
verdad... Bueno, pero es una fantasía... VICTORIA:
Claro,
bastante clásica para mi gusto... Además, no muy recomendable... BRIGITTE:
¿Por
qué? ¿Ya lo hizo? VICTORIA:
Si...
Y la verdad no es tan romántica como parece, sobre todo por la
molestia... BRIGITTE:
¿Molestia? VICTORIA:
La
arena, la traviesa arena, metiéndose por todos lados... Bueno, puede
serte placentera si te gusta el castigo... BRIGITTE:
Ay,
no, el sólo pensarlo me da un no se qué... (SE TOCA EN LA ENTREPIERNA) VICTORIA:
Yo
estuve bastante tiempo poniéndome cremitas... BRIGITTE:
Sin
duda tú si que tienes experiencia. Cuéntame... ¿Has tenido muchas
relaciones? VICTORIA:
Si.
Aunque más que la cantidad importa la calidad... ¿Y no me vas a
preguntar? BRIGITTE:
¿Sobre
qué? VICTORIA:
Mi
fantasía... BRIGITTE:
Si,
¿Y cuál es tu fantasía? VICTORIA:
Fantasía
para cuatro... BRIGITTE:
¡Por
Dios!... ¿Tres hombres? VICTORIA:
No...
Dos y dos... BRIGITTE:
Ah,
entiendo... Y ¿qué cree que opine el Señor Ricardo de eso? VICTORIA:
Ricardo,
dile Ricardo, sin el señor... Bueno, Ricardo ni pendiente... Aunque todo
es posible... Y tú ¿qué piensas? BRIGITTE:
Ay, yo... ¡Claro que siempre dentro de la fantasía!... ¿Verdad?...
VICTORIA:¡Por
supuesto!... ¡Atrévete!... BRIGITTE:
Bueno,
aquí somos.... 9.-
SIN SALIDA (REGRESAN
RICARDO Y VICENTE) RICARDO:
¡Maldita
sea!... Esta todo cerrado... VICENTE:
Por allá adentro no hay salida... VICTORIA:
¿Por
qué no me hacen el favor y se calman de una vez? RICARDO:
Yo
vuelvo a intentar con la puerta (SALE HACIA LA PUERTA) BRIGITTE:
¿Y
qué hay para allá, mi amor? VICENTE:
Hay una baño... sin ventanas. VICTORIA:
Si,
ya lo conocemos... Un baño, como todo baño de consultorio... BRIGITTE:
¿Y
qué mas? VICENTE:
Está el cuarto del café... VICTORIA:
Bastante
bien equipado, te diré... VICENTE:
Y una habitación.... RICARDO:
(SU VOZ): ¡Abran!.. ¡Abran, por favor!... BRIGITTE:
¿Una
habitación? ¿Y qué tiene? VICENTE:
Una cama... redonda... VICTORIA:
Hmm...
Interesante... ¿Y qué mas? VICENTE:
Espejos... muchos... en las paredes... en el techo... BRIGITTE:
¿En
el techo?... ¿Y para qué? VICTORIA:
Para
ver las estrellitas... BRIGITTE:
¡Ah,
ya entendí!.. ¿Y qué más hay? VICENTE:
De todo... cosas... BRIGITTE:
¿Cosas?
¿Qué cosas? ¡Explica!... VICENTE:
¡Cosas!... ¡Cosas para... aquello! BRIGITTE:
¡Habla,
hombre!... ¿Cosas para qué?... ¿Qué cosas?.. RICARDO:
(SU VOZ): ¡Abran, maldición!... VICENTE:
Bueno... Condones... BRIGITTE:
¡¿Condones?!
¡Ah....! ¡Para aquello...! VICTORIA:
¿Y
qué mas hay? VICENTE:
Cremas... Inciensos... Consoladores... Y un Potro... BRIGITTE:
¿Un
qué? VICENTE:
Un Potro... VICTORIA:
¡Un
Potro!... ¡Caramba, esto sí que se pone bien interesante!... BRIGITTE:
¿Y
qué es un Potro? VICTORIA:
Un
Potro es el aparato ideal para reproducir lo que dice el libro de Winner...
VICENTE:
Si, desde la Postura del Cangrejo hasta la Maniobra del Jardinero
pasando por la posición del deshollinador... BRIGITTE:
¿Y
cómo es la cosa? RICARDO:
(REGRESA)
¡Maldita puerta que no abre!... VICTORIA:
Ya
deja eso, Ricardo... Yo te explico, linda... El Potro es como una silla,
aunque no exactamente... Digamos que te permite cierta... VICENTE:
Comodidad... VICTORIA:
Eso,
comodidad... BRIGITTE:
¿Comodidad
para qué? VICTORIA:
Para
tener relaciones... Tiene un respaldo... VICENTE:
Ajustable... VICTORIA:
Es
todo acolchado para evitar golpes cuando la cosa se pone muy caliente, tú
sabes... VICENTE:
Si, y tiene unas agarraderas para impulsarte mejor... BRIGITTE:
¡Y
tu cómo sabes tanto de eso!... VICENTE:
Bueno... yo... RICARDO:
¿Y
por qué en vez de estar hablando de eso no buscamos una salida? VICTORIA:
Bien,
¿Y no es mejor que nos tranquilicemos para buscar esa salida que tú
tanto deseas? RICARDO:
No
me gusta esto... Esto es culpa tuya... ¡Si no fuera por ti y esta maldita
consulta no estaríamos aquí!... VICTORIA:
Bueno,
si tan preocupado estás, usa tu celular y llama a Winner... RICARDO:
¡Bien
sabes que me quedé sin batería!... Te lo dije inmediatamente que llamó
mi mamá... VICTORIA:
¡Es
cierto! ¡Como pude olvidarlo!... RICARDO:
Y
el tuyo ¿Dónde está?... VICTORIA:
Lo
dejé en el carro... RICARDO:
Ustedes...
Ustedes tienen celular... BRIGITTE:
Si,
pero no tenemos saldo... Te dije, Vicente que compraras tarjeta... VICENTE:
Bueno, se me olvidó, caramba... ¿Ustedes por casualidad no tienen
tarjeta? RICARDO:
No,
yo no... VICTORIA:
Yo
tampoco... RICARDO:
¿Puedo
ver su teléfono? BRIFGITTE:
Si, un
momento, déjeme buscarlo... (LO SACA DE SU CARTERA) Aquí esta... Tome... RICARDO:
Lo
sabía, son modelos diferentes... No puedo usar su batería... Es inútil,
guárdelo... VICTORIA:
Definitivamente,
Ricardo, debemos tener paciencia... RICARDO:
Sin
salida... Estamos sin salida... (SILENCIO)
VICENTE:
¡Qué extraño es todo esto!... Demasiado extraño... 10.-
SOSPECHAS (SECUESTRO) RICARDO:
Meier Sayegh... VICTORIA:
¿Qué? RICARDO:
Meier
Sayegh... Esto es como el caso de Meier Sayegh... BRIGITTE:
¿Ese
es el empresario textil? RICARDO:
El
mismo... BRIGITTE:
¿Y
qué le pasó? RICARDO:
Fue
un caso de un secuestro... BRIGITTE:
¿Secuestro?
¡No me digan que lo secuestraron! ¿Y cuándo fue? RICARDO:
No hace mucho... BRIGITTE:
¿Y
por qué no estoy enterada? VICENTE:
Ay, amor, por favor... BRIGITTE:
Que
yo sepa, eso no salió en ningún periódico... RICARDO:
Lo
que pasó es que la familia logró que no trascendiera a la opinión pública... BRIGITTE:
Y
usted ¿Cómo se enteró? RICARDO:
Somos
amigos... VICTORIA:
¿Y
qué tiene que ver eso aquí? RICARDO:
¿Es
que no te das cuenta de lo que nos está pasando? VICENTE:
Usted no querrá decir que... RICARDO:
¡Esto
es un secuestro!... VICTORIA:
¡Ah,
qué ridiculez!... ¡Estás loco, Ricardo!... RICARDO:
No,
no estoy loco... Todo concuerda... Es exactamente igual. Primero: le dan
una cita para un médico... VICTORIA:
Bueno,
la cita no fue solo para ti... RICARDO:
Segundo:
nos envían al lugar más lejano de la clínica... Nos encierran y no
tenemos ninguna posibilidad de comunicarnos con el exterior... VICENTE:
Bueno, pero los celulares los tenemos... RICARDO:
Si,
pero, recuerden que nos dijeron que no los trajéramos... Además, sin
duda corrieron con suerte de que yo me quedara sin batería... Seguro el
doctorcito tiene un complot con alguien... VICTORIA:
¡Estas
loco, Ricardo!... ¿Cómo puedes pensar semejante estupidez?.. BRIGITTE:
Ay,
si, señor Ricardo, cálmese por favor... Yo no puedo creer eso del Doctor
Winner. VICTORIA:
Además,
si te fijas bien y no te has dado cuenta, aquí no estamos solos... Y dime
algo ¿Quién va a querer secuestrarte? RICARDO:
¿Cómo
que quien? ¡Tengo enemigos, Victoria!... ¡Políticos, negocios!... Somos
gente de buena posición... VICTORIA:
Si,
pero ¿Y ellos?... ¿No te das cuenta que estás desvariando? RICARDO:
¡Es
una conspiración! ¡Seguro que ésta es una conspiración!... Y ya sé
entre quienes... ¡Winner!... ¡Zerpa!.. VICTORIA:
¿Zerpa?
¿Tu socio? RICARDO:
Si,
el mismo... ¡Y él!... VICENTE:
¡¿Qué?! RICARDO:
Si,
si... Tú... y ella también... VICTORIA:
¡¿Pero
cómo se te puede ocurrir que yo te quiera secuestrar?! RICARDO:
Si,
por la maldita plata que está faltando... ¡La investigación!... Ustedes
la están demorando a propósito... VICENTE:
Señor Ricardo, por favor, cálmese. Las cosas no son como usted
piensa... RICARDO:
¿Ah,
no? ¿Y cómo son? Explíqueme usted... ¡Seguro que Zerpa los compró!... VICENTE:
¿Zerpa? ¡No, de ninguna manera!... RICARDO:
Si,
si... Ese maldito es capaz de todo... Yo lo conozco muy bien... VICTORIA:
¡Estás
imposible!.. ¡Hoy estás imposible!... RICARDO: ¡A ver!... ¡Díganme ustedes!... ¿Por qué no me han dado todavía
los primeros informes?... Usted, Vicente... Hace un rato no me quiso decir
absolutamente nada... Seguro tú trabajas para Zerpa... VICENTE:
¡Ya, cálmese!... Le aseguro que Zerpa no tiene nada que ver con
esto ni con la falta de dinero... RICARDO:
¡¿Ah,
no?!... ¿Y entonces quién? VICTORIA:
Ricardo Bermúdez: ¡Cálmate de una buena vez!... BRIGITTE:
Ay,
sí, señor Ricardo, cálmese ya, por favor... ¿Cómo puede pensar que
nosotros estamos aquí para secuestrarlo? ¡Eso es absurdo!... RICARDO:
No
lo sé... No sé que pensar... Este encierro me tiene loco... BRIGITTE:
¿Y
usted cree que a nosotros no? RICARDO:
Si,
está bien... Puede
que tenga razón... VICTORIA:
Puede
no... TIENE razón... Y creo que les debes una disculpa...! BRIGITTE:
Está
bien, Victoria, no te preocupes; aquí estamos todos muy nerviosos... VICENTE:
¿Y desde cuando tratas de tu a la señora Victoria? VICTORIA:
¡Vicente,
por favor!... Con Brigitte ya hemos compartido algunas cosas íntimas... RICARDO:
¿Cómo
cuales? VICTORIA:
Cosas
de mujeres... Además, por lo que ya todos hemos compartido aquí y dadas
las circunstancias, creo que lo mejor es que nos tratemos de tu... BRIGITTE:
Me
parece una buena idea... Claro, siempre y cuando a Ricardo no le
moleste... RICARDO:
No,
no tengo ningún problema... BRIGITTE:
¡Que
bueno!... Y de verdad, Ricardo: cálmate, por favor. Esto no se trata de
un secuestro como tú crees. Y menos como el de tu amigo Meier Hayet... RICARDO:
Meier Sayegh... BRIGITTE:
Si,
ese... (SILENCIO) 11.-
¡ES LA TERAPIA! (WINNER) BRIGITTE:
¡Por
Dios!... Esto es para volver loco a cualquiera... Aunque a mí me parece
que aquí hay cuatro personas inteligentes ¿Cierto? RICARDO:
Si...
¿Y? BRIGITTE:
Que
tenemos que aprovechar eso, primero para actuar con cordura y segundo para
encontrar una salida a esta situación. Aunque yo... VICENTE: ¿Aunque tú qué?... BRIGITTE:
No
sé... Esto que se me está ocurriendo puede parecer medio loco... VICTORIA:
Bueno,
mientras no sea algo tan loco como lo del secuestro... RICARDO:
Victoria,
por favor, déjala que razone... VICTORIA:
Hm,
Mira quien lo dice!... BRIGITTE:
Bueno,
ya, no discutan... VICENTE:
Está bien, sigue con tu idea. ¿Qué decías? BRIGITTE:
Déjame
ver si lo explico bien... Veamos: nosotros fuimos citados para este día
para una sesión especial. ¿Cierto? VICENTE:
Cierto... BRIGITTE:
También
está la coincidencia de horas. VICTORIA:
Cosa
que parece casual, pero... BRIGITTE:
Pero
es posible que no... Además, pásame el libro, mi amor... VICENTE:
¿Para qué? BRIGITTE:
Tu
pásamelo y no hagas preguntas... VICTORIA:
El
Kama-Sutra. Esto se pone interesante... VICENTE:
Toma. BRIGITTE:
Gracias...
Escuchen esto: “Albert
Winner, científico norteamericano con muchos años de residencia en
nuestro país, es considerado uno de los pilares fundamentales de la Nueva
Sexología. Sus terapias heterodoxas o de shock han despertado diversos
comentarios en el mundo científico por lo inusual de las mismas. A pesar
de ser catalogadas por sus detractores como “terapias de la
extravagancia”, su metodología también se ha ganado el respeto de los
profesionales de la medicina a causa del indiscutible éxito que
generan”. RICARDO:
Ya
sabemos suficiente de ese señor... VICTORIA:
Ricardo,
por favor, déjala terminar... RICARDO:
Está
bien, yo entiendo todo esto, lo que no entiendo es a dónde quieres llegar
tu, Brigitte... BRIGITTE:
Bueno,
esta es la parte donde van a creer que estoy verdaderamente loca... VICENTE:
Ya, mi amor, habla de una vez... BRIGITTE:
Está
bien, ahí va: ¡esta es la terapia!... RICARDO:
¡¿Cómo?! VICENTE:
¿Qué? BRIGITTE:
Yo
sabía que me iban a tratar de loca... Pero para mí esto es la terapia...
RICARDO:
Disculpa,
Brigitte, pero eso que acabas de decir realmente me parece una locura... VICTORIA: Bueno, no parece tan loca como la tuya... RICARDO:
Pero
¿ustedes se dan cuenta de lo que están diciendo? A mí me parece
realmente una locura. No, no podemos aceptar algo así... VICENTE:
Yo creo que Brigitte tiene razón... más teniendo en cuenta lo que
dice ese libro sobre el Doctor... RICARDO:
¡No
puede ser!... VICTORIA:
Pensándolo
bien y conociendo como conozco a Winner, yo creo que es posible... RICARDO:
Pero
¡qué maldito hijo de puta!.. Y seguro nos está viendo por algún
lugar... ¡Winner! ¡¿Donde estás, maldito?! VICTORIA: Ah,
ya volvemos otra vez... Ricardo, por favor, ¡cálmate!... RICARDO:
¿Cómo
quieres que me calme? ¿No te das cuenta lo que está haciendo este hijo
de puta con nosotros! ¡Winner!... ¡Da la cara, cobarde!... VICTORIA:
Ya,
Ricardo, por favor... RICARDO:
¡Por
favor nada!... ¡Maldita situación!... ¡Y esto es culpa tuya!... ¡Tuya,
Victoria!... VICTORIA:
¡¿Mia?! RICARDIO:
¡Si,
tuya!... ¡Si no fuera por TU problema, no estaríamos aquí!... VICTORIA:
¡¿Ah,
mi problema?! VICENTE:
¡Ya, por favor! Se calman... BRIGITTE:
Si,
mantengamos la cordura... VICENTE:
Aunque parezca difícil, tenemos que mantener la calma... Yo estoy
de acuerdo con Ricardo... VICTORIA:
¿De
acuerdo en qué? VICENTE:
Digo, estoy de acuerdo con Ricardo en que, siempre y cuando
Brigitte tenga razón y esta es la terapia, no es una metodología muy ética... RICARDO:
¡¿Etica?! ¡En absoluto!... El loco ese nos tiene como conejillos de
indias... BRIGITTE:
Si,
está bien, pero de todos modos tenemos que reconocer que el doctor Winner
es muy exitoso en lo que hace. RICARDO:
¡Por
favor, Brigitte, no lo defiendas! VICTORIA:
Bueno,
el currículo de Winner lo defiende bastante bien. No creo que necesite de
nadie para defenderse. BRIGITTE:
¡Claro!...
Además, nosotros antes de venir a la primera consulta con él nos tomamos
la molestia de averiguar muy bien su currículo... ¡Y yo he leído mucho
sobre él!.. En todas las publicaciones se nombra este tipo de terapias.
Por supuesto que ahora que estoy viviendo una de ellas no puedo negar que
siento cierta molestia por la manipulación... RICARDO:
Y
el encierro... BRIGITTE:
Ahora,
con respecto a todo esto, yo aún tengo algunas dudas... VICENTE:
¿Dudas? ¿Dudas sobre qué? BRIGITTE:
Bueno,
como dije hace un rato, aquí hay cuatro personas inteligentes... Será
que entre las cuatro tenemos que resolver todo esto... 12.-
SOSPECHAS II (ARTÍCULOS) RICARDO: Resolver... VICTORIA:
Esa
es la palabra clave. BRIGITTE:
Si,
definitivamente tenemos que resolver esto... RICARDO:
Ahora
la cuestión es cómo, por dónde y hacia dónde creen ustedes que este
maldito doctor nos quiere llevar... VICTORIA:
¡Ya,
Ricardo!... Deja de maldecir a Winner... De nada sirve eso ahora... VICENTE:
Bueno ¿Y entonces? VICTORIA:
Yo
tengo una idea... RICARDO:
Cuidado,
Victoria... BRIGITTE:
¿Y
cuál es, Victoria? VICTORIA:Yo
propongo que enumeremos los elementos con los que contamos aquí... RICARDO:
No
sé a qué te refieres... VICTORIA:
Me
refiero a que nada de lo que está aquí está puesto al azar... BRIGITTE:
Si,
por supuesto... Ni siquiera el que estemos los cuatro acá... VICTORIA:
Sin
duda... Y lo que yo propongo es que definamos bien el lugar donde
estamos... RICARDO:
Un
laboratorio lleno de conejillos de indias... VICTORIA:
Lo
que sea, pero lo tenemos que definir... BRIGITTE:
Okey,
vamos a hacerlo... VICENTE:
Yo no sé a dónde quieren ir ustedes. Yo me quiero ir de aquí... BRIGITTE:
Vicente,
por favor... RICARDO:
Si,
Vicente, quédate tranquilo... Continuemos con esta prueba a ver si
salimos de este laberinto. VICTORIA:
Bueno,
celebro tu nueva actitud, mi amor... RICARDO:
Sigamos,
sigamos... VICTORIA:
¿Continuamos,
Vicente? VICENTE:
No tengo otra opción... BRIGITTE:
Y
si la tuviéramos igual yo opto por resolver... VICTORIA:
¡Así
se habla!... Muy bien. Entonces tenemos: Una sala de espera con tres
sillas... VICENTE:
No muy confortables, por ciento... RICARDO:
Esperen
ahí... Es increíble, pero recién me llama la atención esto... BRIGITTE:
¿Qué
cosa? RICARDO:
El
que hay solamente tres sillas... Somos cuatro... VICTORIA:
Obviamente
Winner no quiere que nos sintamos completamente cómodos aquí... RICARDO:
Continuemos...
No olvidemos que hacia adentro tenemos un baño, un cuarto de café y una
habitación con una cama, espejos... BRIGITTE:
Un
Potro... ¿No es cierto, Vicente? VICTORIA:
¡Eso!
¡Un potro! ¡Por qué no vamos a verlo!... RICARDO:
¡Victoria!
¡No estamos para esos chistes ahora!... VICTORIA:
Bueno,
¿No te gustaría verlo conmigo? RICARDO:
En
otra situación tal vez podría ser... VICTORIA:
Hmmm...
¡Qué buena esta terapia!... BRIGITTE:
Si,
aunque aquí hay cosas que todavía no hemos tomado en cuenta... VICENTE:
¿Como qué? BRIGITTE:
No
nombramos la mesa ni lo que hay en ella... Por ejemplo, este santo... VICTORIA:
¡Venerable
San Lucas!... RICARDO:
¡Victoria!...
¡Contigo no se puede!... VICTORIA:
Bueno,
mi amor, un santo así ¿no es como para venerarlo?... BRIGITTE:
¡Dichosa
aquella que lo tenga en su hogar!... VICTORIA:
(HACIENDO
CON LAS MANOS PRIMERO EL GESTO DE REZO QUE LUEGO SE TRANSFORMA EN EL DE LA
VAGINA) ¡Ameen! ¡Ese es un hogar feliz!... RICARDO:
Tomemos
un poco en serio esto... VICTORIA:
¿Se
dan cuenta de que podemos disfrutar esto? VICENTE:
¿El santo? BRIGITTE:
¡La
terapia, Vicente, la terapia!... VICTORIA:
Si,
la terapia también... RICARDO:
Por
favor, volvamos a la compostura... Además del santo, está el libraco
ese... VICTORIA:
¡Un
verdadero manantial de ideas!... BRIGITTE:
Y
también están los artículos... RICARDO:
¿Artículos?
VICENTE:
¿Qué artículos? BRIGITTE:
En
esas revistas hay unos artículos marcados... RICARDO:
¿Marcados? VICENTE:
¿Cómo marcados? BRIGITTE:
Sí,
miren... ¿No ven que todas las revistas están marcadas? VICENTE:
Déjame ver... RICARDO:
Permítemelas,
por favor... (VICENTE
Y RICARDO LE SACAN LAS REVISTAS DE LAS MANOS A BRIGITTE) BRIGITTE:
¡Con
cuidado! ¿Qué les pasa?... (VICENTE
Y RICARDO FORCEJEAN POR LAS REVISTAS) RICARDO:
¡Déjame
verlas!... VICENTE:
¡Déjame a mí!... BRIGITTE:
Tengan
cuidado... ¡Las van a romper!... RICARDO:
¡Vicente,
dame esas revistas!... VICENTE:
¡Yo las tomé primero!... RICARDO:
¡No,
señor! ¡Las tomé yo!... VICTORIA:
Bueno,
parecen unos niños... (LAS
REVISTAS CAEN AL SUELO) VICTORIA:
(RECOGIÉNDOLAS)
¿Vieron lo que hicieron? VICENTE:
Yo no fui, fue él... RICARDO:
Pero
fue por tu culpa... VICTORIA:
Ya,
dejen eso... ¿Qué les pasa? ¿Quieren saber qué es lo que dice aquí?
No se preocupen, yo se los leo... Ahora mismo... Aquí dice: “Nuevas
soluciones de la ciencia contra la infertilidad”.
Aquí hay otro: “La lujuria: el placer sin
fronteras”. Miren
este: “La
disfunción eréctil: cuando el stress apaga el placer”
Y por último: “Las razones verdaderas de la
eyaculación precoz”...
¿Querían saber? Bueno, ya lo saben... (SILENCIO) VICTORIA:
¿Y
por qué tan callados? BRIGITTE:
Si,
eso, ¿por qué tan callados? RICARDO:¿Por
qué?... Porque esto es absurdo... VICENTE:
Si, eso... ¡Y poco ético, además!... RICARDO:
Ya,
basta... ¡Se terminó el juego!... ¡Ya, Winner, abre esa maldita puerta
que queremos salir!... ¡No estoy dispuesto a seguir con tu jueguito!... VICENTE:
Eso, yo tampoco estoy dispuesto a seguir con esto... RICARDO:
¡Se
acabó!... 13.-
LA VERDAD BRIGITTE:
¿Qué
les pasa?... ¿A qué le temen?... ¿A la verdad?... RICARDO:No...
¿Acaso no se dan cuenta?... ¿Acaso no ven que todo esto es absurdo?...
¿No se dan cuenta que todo esto es forzado?... ¿No se dan cuenta que
este medicucho nos está forzando, nos está tratando como conejillos de
indias? BRIGITTE:
¿Y
qué? Eso ya lo habíamos aceptado. Esta, nos guste o no es la terapia...
Y si tenemos que afrontar la verdad, pues yo la voy afrontar... VICENTE:
¿Afrontar? ¿No te das cuenta? Ricardo tiene razón: nos está
manipulando... BRIGITTE:
¡Y
qué, si eso resuelve nuestros problemas!.. Yo vine a una terapia especial
y la voy a seguir hasta el final... Es más... Victoria, dame esas
revistas... VICENTE:
Brigitte, no sigas con eso... BRIGITTE:
Aquí
está: “La disfunción eréctil: cuando
el stress apaga el placer”... VICENTE:
Ya, Brigitte, nos vamos de aquí... BRIGITTE:
¡Este
es nuestro problema!... VICENTE:
¡Brigitte!... VICTORIA:
¿Disfunción
eréctil?.. ¿Tú, Vicente?... ¡No lo puedo creer...! BRIGITTE:
¿Y
por qué no?... VICTORIA:
Bueno,
disculpa... Es que Vicente es tan joven... tan fuerte... tan atractivo... BRIGITTE:
Pero
es así... Por eso estamos aquí... VICTORIA:
Perdóname,
pero yo me niego a creerlo... BRIGITTE:
¿Por
qué? ¿Acaso tienes otra opinión? VICTORIA:
Bueno...
yo... BRIGITTE:
(TOMA
OTRA DE LAS REVISTAS) ¿Y esta? “La
lujuria: el placer sin fronteras”.
¿Acaso esto no tiene que ver contigo? RICARDO:
Si,
por supuesto. Precisamente por ese problema de Victoria estamos aquí... VICTORIA:
No
voy a negarlo... RICARDO:
Eso,
no lo niegues... Eres una lujuriosa... VICTORIA:
Si,
Si... ¡Soy lujuriosa!.. Me gusta el sexo, me fascina el sexo... ¿Y a quién
no le gusta el sexo? ¿Hay alguno aquí que no le guste el placer de
tirar?... ¡Respondan!.. ¡Vamos!... BRIGITTE:
Si,
claro, a mí también me gusta... ¡Y bastante necesitada que estoy!... VICTORIA:
¡Qué
bueno que lo asumes!.. Como también sería bueno que cada uno de nosotros
asumiera su problema... RICARDO:
Bueno,
¿acaso no estamos asumiendo nuestro problema? VICTORIA:
No,
Ricardo... Lo que acabamos de hacer es asumir MI problema... Pero escuchen
esto... VICENTE:
Yo no quiero oír más... RICARDO:
Yo
tampoco quiero oír más... VICTORIA:
No,
Ricardo, yo quiero que tú escuches esto. Porque estos dos artículos que
están aquí tienen que ver contigo... RICARDO:
Victoria,
es suficiente, dame eso... BRIGITTE:
¡No,
Ricardo!... Sigue leyendo, Victoria... VICTORIA:
“Nuevas soluciones de la ciencia
contra la infertilidad” RICARDO:
¿Y
eso qué? VICTORIA:
¡Cómo
que eso qué!.. Yo hace un año que me estoy haciendo estudios y cada vez
que los resultados dicen que yo soy fértil ¿qué es lo que tú
respondes? ¡Vamos, Ricardo!... ¡Dilo ahora!.. RICARDO:
¡Incompetentes!...
¡Eso es lo que son!... ¡Todos son unos incompetentes!... VICTORIA:
¿Ven?...
¡Eso es lo que dice!... Y yo tengo que buscar otra clínica, volverme a
hacer los exámenes una y otra vez!... ¿Y tu, Ricardo?.. ¡Nunca!... ¡Nunca
te prestaste ni siquiera a un solo examen!... ¿Por qué?.. ¡Dime por qué,
Ricardo!... RICARDO:
No
lo sé... VICTORIA:
¿No
será acaso porque temes quedar como un imperfecto ante los ojos de la
Gran Lucrecia? RICARDO:
Yo...
VICTORIA:
Asúmelo,
Ricardo... Asúmelo de una vez... Por favor, Ricardo... Por lo menos ante
mi y ante ellos... BRIGITTE:
Vamos,
Ricardo... No tengas miedo... Quítate de una vez ese peso de encima... RICARDO:
Si,
tienen razón... Está bien... Lo asumo... Asumo que es por lo que dijo
Victoria... BRIGITTE:
Yo
creo que la señora Lucrecia lo va a entender... RICARDO:
Eso
lo dices porque no la conoces... VICTORIA:
¡Y
qué importa si no lo entiende!... Yo lo entiendo... ¿No es suficiente
para ti?.. RICARDO:
Si... BRIGITTE:
Además,
hoy por hoy hay muchas técnicas para ayudarlo... Inseminación
artificial, adopción... ¡Tantas cosas!.. VICTORIA:
¿Ves,
Ricardo? Lo que siempre te he dicho... RICARDO:
Bien,
ya está con eso... Ya lo asumí, ¿será que ahora el señor Winner nos
dejará salir? VICENTE:
Si, yo me quiero ir de aquí, ya no soporto más... VICTORIA:
Aun
no... Todavía nos queda algo... (TOMA LA OTRA REVISTA) “Las
razones verdaderas de la eyaculación precoz” RICARDO:
¿Por
qué me haces esto, Victoria? VICTORIA:
Por
tu bien... RICARDO:
¿Por
mi bien?... ¿Crees que exponiéndome así me haces bien? BRIGITTE:
Yo
creo que sí... Y no es exponer sino asumir... VICENTE:
¡Ya basta!.. ¡quiero salir de aquí, por favor!.. BRIGITTE:
¡Ya,
Vicente, cálmate!... VICTORIA:
Vamos,
amor, asúmelo... RICARDO:
Si,
si, maldición... Si. Soy un eyaculador precoz... ¿Y eso por qué? ¿Quieren
saber por qué? Porque estoy presionado, porque estoy preocupado, porque
ya no aguanto más, por mi madre... Y por la maldita investigación... BRIGITTE:
¿La
investigación? RICARDO:
Si,
la investigación... La que están haciendo ellos dos desde hace ocho
meses... OCHO meses... Y aún no he recibido ni un solo informe, ni una
sola línea, apenas hoy recibí un rumor... ¡Qué digo un rumor!...
Vicente me garantizó que si de alguien no debo dudar es de mi socio... ¡Entonces,
Vicente, dime de una vez quién me está robando, carajo!... VICTORIA:
Vicente,
este no es el lugar... RICARDO:
Si,
este es lugar y este es el momento... Vamos, Vicente, habla, dime todo lo
que sabes... VICTORIA:
Vicente,
no digas nada... RICARDO:
¡Dime
de una vez, habla!... Porque yo sé que tú sabes... VICTORIA:
¡Vicente,
tu no sabes nada!... RICARDO:
Si,
tú sabes... Ya no ocultes más la verdad... ¡Habla, habla!... VICTORIA:
¡No,
Vicente! VICENTE:
¡Si!... ¡Maldita sea!.. ¡Ella es la que te está robando!... ¡Ella!.. VICTORIA:
¡Vicente!... RICARDO:
Lo
sabía... Ya lo sabía... VICTORIA:
¿Tu
estás conciente de lo que acabas de decir, Vicente? ¿Tu estás conciente
de que yo también puedo decir cosas? BRIGITTE:
¿Qué
cosas, Vicente? RICARDO:
Habla,
Vicente... Dilo todo y dilo ya... ¿Qué es lo que te queda por decir? VICTORIA:
Vicente,
no te conviene... VICENTE:
¿Me amenazas? ¿Me estás amenazando? VICTORIA:
Si
sabes lo que te conviene, te callas... BRIGITTE:
Vicente,
¡Habla de una vez!.. ¿Qué es lo que estás ocultando?... VICTORIA:
¡Atrévete
entonces!... ¡Anda!.. VICENTE:
¿Crees que no me voy a atrever? Pues lo voy a decir: Victoria y yo
tenemos relaciones... RICARDO:
Yo
sabía... ¡Maldito hijo de...! VICTORIA:
¡Ricardo!..
¡Ya basta!.. RICARDO:
¡¿Y
ahora lo defiendes?!... Seguro todo esto es culpa tuya... VICTORIA:
Si,
si es mi culpa... Yo me acuesto con este hombre... Yo estoy retirando
dinero de las cuentas... RICARDO:
¿Retirando?...
¡Estás robando!... VICTORIA:
¡No!..
¡Estoy tomando lo que me pertenece!... RICARDO:
¿Lo
que te pertenece? ¡Pero si te lo doy todo!... VICTORIA:
¿Qué
me das, Ricardo?... ¿Un sueldo? Porque
eso es lo único que recibo... RICARDO:
¿Y
el carro? ¿Y la casa?... VICTORIA:
¡Nada
de eso es mío!... ¡Nada de eso está a mi nombre!.. ¿O es que no
recuerdas el contrato de separación de bienes que me hiciste firmar antes
de casarnos? RICARDO:
Tú
sabes que eso fue idea de mamá... VICTORIA:
¿Hasta
cuando vas a dejar que tu madre se interponga en nuestras vidas? ¿Acaso
no crees que yo pueda sentir miedo? RICARDO:
¿Tú? ¿Miedo a qué? VICTORIA:
A
que me dejes sola, sin nada... RICARDO:
¿Y
por eso te acuestas con otro hombre? VICTORIA:
¿Y
tú? RICARDO:
¿Yo
qué? VICTORIA:
¿Crees
que no estoy enterada de lo de Jennifer? ¿Crees que no sé que te
acostaste con ella? Y lo peor... A ella sí le compraste un apartamento y
lo pusiste a su nombre... RICARDO:
Eso
fue un error... VICTORIA:
Bienvenido
al mundo de los pecadores... VICENTE:
(SE ACERCA A BRIGITTE) Amor... BRIGITTE:
¡No
me toques!... No te atrevas a tocarme... ¡Y yo pensando que el problema
era por mi culpa! ¿Tu sabes cuántos libros me he leído yo sobre
disfunción eréctil?... ¡Me volví una experta en penes!... ¡Hasta una
pantaleta de puta me compré!... ¡Una vaina de esas que se me mete por
detrás y por delante me tapa cuatro pelos!... ¡No sabes la vergüenza
que me dio comprar eso!.. Y tu, chico, lo que estás es “mamao”...
¡Cansancio eréctil es lo que tienes!... VICENTE:
¡Tú no te pones en mi lugar!... ¡Todo lo hice por ti!.. BRIGITTE:
¿Por
mí?... ¿Ahora resulta que de verdad la culpa es mía? VICENTE:
¡Compréndeme, por favor!... ¿De dónde crees que sale el dinero
para comprarte tus caprichos?... ¡Tuve miedo!.. ¡Tuve miedo de dejar el
cargo, de perder el empleo...! ¡De perderlo todo!... ¡De perderte!.. ¡Tuve
que hacerlo!... VICTORIA:
Bueno,
yo tampoco te violé... BRIGITTE:
¡Cállate,
Victoria!... ¡Eres una puta!.. ¡Una Sinvergüenza!... Si tanto te gusta,
¿por qué tenías que meterte con mi hombre? ¿Tanta necesidad tenías? VICTORIA:
Bueno,
esas cosas pasan y ya... BRIGITTE:
¡Cállate,
no quiero oírte más! VICTORIA:
¿Y
por qué me voy a callar ahora? Si justamente este es el momento para
decirlo todo... Todos... Todos aquí tenemos alguna falla... BRIGITTE:
¡Si,
pero hay fallas y fallas...! VICTORIA:
Si,
claro que si... Pero ¿acaso no nos sentimos mejor ahora que cada uno sabe
la verdad? ¿Puede alguno de ustedes negarlo? RICARDO:
¡Cállate,
Victoria!... VICTORIA: ¡No,
Ricardo!.. ¡Déjame hablar!... Yo tengo la razón... Si que la tengo... Y
aunque duela, hay que decirse las cosas... Y yo tengo algo que decirte a
ti, Brigitte... BRIGITTE:
¿A
mi? VICTORIA: Si,
a ti... A lo mejor tú no estás haciendo bien las cosas en la cama... RICARDO:
¿Cómo
te atreves a decir eso? ¿Cómo puedes ser tan descarada? Debería
golpearte por eso... BRIGITTE:
No
Ricardo, basta... Así tampoco se resuelve nada... (SILENCIO.
BAJA LA LUZ) 14.-
RESOLVER (SUBE
LA LUZ) RICARDO:
(MIRA
LA HORA EN SU RELOJ) Hace media hora que nadie dice nada. Está visto que
la única manera de que el condenado Doctor nos deje salir de aquí es
resolviendo todo este lío. VICTORIA:
Por
eso estamos aquí y todo pasa por la calma... BRIGITTE:
No
es fácil tomar con calma lo que acabamos de decirnos... VICTORIA:
Si,
pero ¿acaso no nos sentimos más livianos? Porque realmente todos nos
hemos sacado un peso de encima... ¿Cierto? BRIGITTE:
Cierto...
¿Y tú Vicente? VICENTE:
No sé qué decir... Tal vez si... VICTORIA:
¿Y
tú, Ricardo? RICARDO:
Yo
lo único que quiero es salir de aquí... BRIGITTE:
No
es escapando tampoco, después de todo, lo peor ya pasó... RICARDO:
Si,
puede ser... VICTORIA:
Ah,
por si no lo recuerdan aún hay elementos en esta terapia que no se han
utilizado... VICENTE:
¿Cómo cuáles? VICTORIA:
Como
la habitación... RICARDO:
¿La
habitación? Pero si ya la nombramos... VICTORIA:
A
lo que yo me refiero es a utilizarla... RICARDO:
¡Estás
loca!... BRIGITTE:
No,
no está loca, puede que tenga razón... VICENTE:
¿Tú también? BRIGITTE:
Si,
ya lo dijimos, nada de lo que está aquí está puesto al azar... VICENTE:
Pero, ¿una cama? ¿espejos? VICTORIA:
...y
el Potro... BRIGITTE:
Eso.
RICARDO:
Pero
todo eso es para... VICTORIA:
¡Disfrutar,
Ricardo!... ¡Dis-fru-tar!... RICARDO:
Tu
te estás volviendo cada vez más loca... VICENTE:
Brigitte, no vamos a aceptar algo así... BRIGITTE:
¿Y
por qué no? Después de todo, parece que aún tengo cosas que aprender... VICENTE:
Si, pero ¿aquí?... BRIGITTE:
Si,
aquí... La solución a nuestro problema está en la cama... VICTORIA:
O
en el Potro... RICARDO:
Esto
no puede estar pasando... Es peor el remedio que la enfermedad... ¡Maldito
Winner!... VICTORIA:
¡Ricardo,
por una vez en tu vida rompe las estructuras y libérate!... RICARDO:
¿Liberarme?...
Lo que proponen no es libertad sino libertinaje... VICTORIA:
¿Y
qué importan los términos ahora? Además hoy por hoy los límites
están tan borrados... RICARDO:
Si,
pero de ahí a... VICTORIA:
Mi
vida, ¿No te acuerdas cuando hicimos el amor en la cama de Lucrecia?... RICARDO:
¡No
metas a mi madre ahora!... VICTORIA:
No
la estoy metiendo, simplemente te hago acuerdo de aquel momento... RICARDO:
Si,
pero... VICTORIA:
Pero
bien que lo gozaste ¿no?... RICARDO:
Bueno,
si... BRIGITTE:
(TOMA
A VICENTE DE LA MANO) No sé ustedes, pero nosotros vamos a resolver las
cosas... VICENTE:
Amor, yo... BRIGITTE:
Tu
recoge el libro y vamos... VICENTE:
¿El libro? BRIGITTE:
Si,
¿Te gusta la lujuria? ¡Pues lujuria vas a tener!... ¡Vamos!... (VAN
SALIENDO) BRIGITTE:
¿Y
ustedes?... ¿Vienen?... (SALEN) VICTORIA:
(TOMA
DE LA MANO A RICARDO) ¿Vamos, mi amor?... RICARDO:
No,
mi vida... Quédate aquí conmigo... VICTORIA:
No.
Es allá donde está la solución... RICARDO:
Victoria... VICTORIA:
Nadie
es dueño del otro... Has lo que tú quieras... Yo voy... (TOMA EL FALO DE
LA MESA Y SALE) RICARDO:
(CAMINA
DUDOSO HACIA LA PUERTA. SUENA LA CHICHARRA) ¡El ruido, se abrió la
puerta!... ¡Escu... (SILENCIO. AVANZA UN POCO MAS HACIA LA PUERTA. SE
DETIENE) ¡Maldito Winner!... ¡Maldito genio!... ¡Bien vales lo que cobras!... ¡Qué más!...
(ARROJA EL SACO Y VA HACIA ADENTRO) ¡Victoria!... Fin de VAMOS AL SEXÓLOGO O... |
Juan Ramón Pérez y Daniel Martínez Dambolena
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