octubre
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hoy fue el jardín máquina y tijera cortado ramaje amontonado al fuego todo terso como un paisaje chino cada macizo de flores en su sitio con la sonrisa de color redondo últimas glicinas en las púas del cerco de grategus asomando cándidas porfiadas su manchón azul dulce paz jueves de octubre en mariposas verde flor la luz en todo - brillaba el picaflor - edénica tarde esta dulzura bueno es vivir sitio apacible oyendo a los jilgueros fiesta decolores cruza el aire una paloma blanca bebe en un charco se refleja pensativa descansa el alma de la pena y siente como un hálito de luz en las costillas adentro de los huesos metido entre la sangre bueno es sentarse con un mate sobre el césped a contemplar a meditarse. |
Marta de Arévalo
De
“Gracias por la ternura”
(Carta para él)
Publicado en Montevideo, 1989
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