Nunca nadie pregunte
Marta de Arévalo

...dijo la Voz:

No serás menos que luz

ni has de ser más que la hierba.

Serás un poeta.

 

Un poeta.

Aquel que se sienta frente a Dios

y le conversa.

El más inteligente de los locos.

El más ingenuo de los inteligentes.

Aquel que dice

las verdades más terribles

en la forma más bella.

 

Casado con la muerte

desde antes de nacer.

Enamorado loco de las áuras del aire

con un corazón sin mentira

que le guarda la frente

y con sólo un abismo y su sangre

testimoniando el ser.

 

 

Un poeta.

Con su pulso sensible

de mito y de ceniza

asomado al origen de la vida.

Dándose en la simiente del agua

y rescatado en la raíz del universo

por el dios de sí mismo.

 

Desdeńoso

inasible

impensable

y maldito.

Más tierno que un balido

más insondable que el arcano

más desconocido que el viento

más sutil que la luz y la apariencia

Más ausente de sí que un muerto

más vívido que sol y que relámpago

más que Todojunto

y menos que presencia.

 

żAlguien ha visto alguna vez

la sustancia misteriosa

que forma los espíritus?

 

Entonces

nadie nunca pregunte

qué es un poeta.

Marta de Arévalo

De “Abran todas las puertas” - 1988

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