La
madre de los siglos por Marta de Arévalo |
EN ELLA ES LA ARMONÍA. Es ella lo absoluto plegada en el origen del germen primordial. Trigal del Silencioso, la Pura y la Dormida, flagelan su contorno los tigres del ritual. Hoy busca entre la Noche tu mano desvelada que extiende hacia Su orilla tu extraño presentir. En fuentes de lo arcano abeja y cierva herida, te exige por cautiva, eterna idolatriz. Aquella que callada, vigilia del rocío, te vio crecer en lunas nimbadas al trasluz. Que abismo en la ceniza te besó con alientos de gracia fecundada en lumínico azul. Los toros celestiales le dieron su mugido y en trigos de tu llanto se le creció la Voz. Y dio su beso al viento, de flechas perseguida, cuando en el lirio oscuro halló tu corazón. Hoy vuelve por las rutas insignes de lo oculto y en señas misteriosas implora tu raíz. Te entrega entre diamantes su brillo cuidadoso, tus sienes colorea con su matiz sutil. Es Ella la armoniosa. En ella lo infinito. En ella el dinosaurio se funde con el pez. Sus gemas recontando ha vuelto de la muerte y el aire azul de Acuario te ofrece en rama y miel. |
Marta de Arévalo
De "La madre de los siglos"
Poemario escrito en 1981
Editado en junio 2009
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