Yo canto
Tú sonríes
Él desprecia.
Todos estamos locos.
Apresados en el círculo
de nuestros microscópicos mundos
diferentes.
Por los cuatro costados
comidos por el prejuicio
la incomprensión
la intolerancia
los celos.
El mundo es un manicomio
y cada uno en su celda
se pone sus propios grilletes
deseando enchalecar a su vecino.