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Cada cual está en su juego.
Todos centinelas de su puesto
nadie descuida
este único ajedrez.
Y si alguno todavía
espera al rezagado y le tiende
un suspiro de su aliento
o comparte la tristeza del vencido
abriéndose una grieta
en la piedra de su pecho,
no espere beso
que otro como aquel de Judas.
Tendrá su loa
en el momento justo.
Cuando todavía
el otro necesite
su mano solidaria.
Cada cual está en su juego.
Oportunamente
descubre el escondite
para mostrar
la máscara recompuesta.
Se tapa la luz de los ojos terribles
haciendo pantalla con la palma
de la mano mentirosa
y escondiendo las garras
queda al acecho.
Cada cual está en su juego.
Alerta.
En el juego cruel
donde quien vive
mata
en jugada genial
de acceder a la solemnidad. |