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Día por día
el Sol continúa poniéndose.
Día por día
seguimos naciendo y muriendo.
Continuamos aún inventando
maneras nuevas de matar
pero de curar también.
Crece día por día el nivel
de radiación ultravioleta
pero al mismo tiempo
aumenta la proporción
de tréboles tetrafoliares.
Parece que surgen
novedosas maneras de amar
pero cuando uno mira con cuidado
ve que son los mismos
viejos modos de amor
vestidos con ropajes
acordes a la época.
Cada dos por tres
matamos algún cristo
(o lo dejamos vivo para malversarlo)
pero también muy seguido
(aunque sin darnos cuenta)
resucitamos algún
difunto meritorio.
No digo que todos los días
pero de vez en cuando
siguen acaeciendo
actos de justicia.
También la belleza
sigue sucediendo
por mucho que no
nos la merezcamos.
Surgen nuevos problemas,
lo mismo que siempre han surgido,
y, lo mismo que siempre hemos hecho,
intentamos en vano
que nos sirvan las viejas soluciones
hasta que de repente
se nos prende la lámpara
e inventamos la nueva solución
que implica la semilla
de futuros problemas.
Usamos decir todavía
pasado,
presente,
futuro.
Día por día
sigue saliendo el Sol
y todo lo que es sólido continúa
disolviéndose en el aire. |
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