Sin peligro para nadie
Juan de Marsilio

Angustia

y tranquilizantes.

Reventar trabajando y también

morir diariamente del miedo

a quedar sin empleo.

Informaciones

llegando vertiginosas

a golpear al hombre

desde infinitas direcciones

para hacerlo ignorante de lo que importa

- sobre todo

de su propia ignorancia.

Pero fabricamos

paisajes virtuales

indistinguibles de los verdaderos

o flores de plástico aromatizadas:

paraísos al alcance

de toda la gama de

bolsillos

            consumidores.

Y para los más lúcidos tenemos
- en oposición 
al horror presente -
un pasado feliz que añorar 
o hasta incluso tratar de reconstruir 
sin el menor peligro para nadie 
porque nunca existió.

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