|
La derrota
de los míos en el Ebro
es más valiosa para mí
que la victoria de los otros.
Lo que no quita
que los otros vencieron,
con todas las incómodas consecuencias
que ello trajo aparejadas.
Asimismo
más me hubiera valido
que venciéramos en el Ebro
aunque hubiera sido
con la mitad de la gloria
con la que fuimos derrotados.
Y más:
puesto a escoger
lo más valioso hubiera sido
que la República
hubiese estado tan fuerte
que los muy hijos de puta
ni se hubieran atrevido
a pensar en pensar en atreverse.
De tarde en tarde
retrogrado en mi mente
los peldaños de lo que fue
– sobre todo
de lo amargo que fue –
hasta llegar al punto
de lo más dulce y mejor
que hubiera podido ser.
Luego de distraerme con esas cosas
un rato no muy largo
retorno
con más ganas que nunca
a trabajar para el futuro. |
|