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Acaso estoy tan bien decepcionado
porque estuve muy mal ilusionado.
Quiero decir:
acaso no era posible
ser decente y bueno
y me fijé unas metas
ilusorias y frustrantes.
¡Esto sacaste,
pobre Juancito,
por andar por ahí,
perdiendo el tiempo en buscar
vaya a saber qué piedras
filosofales!
Pero no:
yo soy el vil, yo pude
llegar a haber valido mucho la pena
pero elegí hace tiempo
que no, que no quería
meterme en tanto lío.
El mundo está en su quicio,
sigue existiendo un orden,
es posible ser bueno
– soporto mi vileza
pero no aguantaría el sinsentido
de todo lo que existe. |
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