Añadido a "La lira y el vano viento" |
Tomo otra vez la espada. Bajo de mi torre al llano. Regreso al combate. El caudillo al que voy a seguir - con nada de ingenuo entusiasmo pero con toda la firmeza - tiene su lindo registro de inconsecuencias - no es ni la sombra del anciano jefe de los viejos días, todavía recuerdo la tarde en que lo enterramos con altísimo honor y profunda pena. Pero los enemigos que acosan al caudillo al que voy a seguir - y acosándolo a él nos acosan a todos - justifican de sobra, por su vileza, que vuelva yo a tomar la espada, que cualquiera con un mínimo vestigio de dignidad tome la espada y asuma su puesto en las filas. Quiera el buen Dios luchar de nuestro lado y quiera concedernos volver de aquí a poco cada cual a sus cosas, más cansados y viejos pero sin amargura ni derrota. |
La lira y el vano viento
Juan de Marsilio - 24/10/06 más viejo y más cansado
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