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Yo no digo
- como dijo el maestro que más veía -
que todo ocurra sólo
para que luego tengan los venideros
materia sobre la que
componer sus cantos.
Reales nos hizo el buen Dios,
reales, que no ficticios
- aunque nuestros asuntos
parecen a veces
cosas de cuento.
El hacer más humilde
vale infinitamente más
que el más armonioso
de los cantos huecos.
Pero el cantar con sentido
es una de las más valiosas
maneras de hacer.
Yo doy testimonio de lo que pasa
según puede vérselo desde mi torre.
Me he ganado el derecho: primero
anduve largos años en el llano.
Desde la altura todo
toma un sentido distinto.
Los venideros sabrán
qué notas de esta canción
son parte del canto profundo y veraz
y cuáles son eco
de las mentiras que el vano viento
me metió por las orejas
en todos estos años. |
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