Asisto
por deber
a los ritos
del cambio de año aunque
me deprimen
no poco.
Consigo
pasar de a ratos por divertido
pero estoy dolorido y pensaroso.
Sospecho
que aquellos a los que envidio por creerlos felices
cumplen como yo, con ardua
sonrisa de cartón piedra
un pesado deber protocolar.