Trilogía del silencio. |
(Dos
mujeres ingresan a escena. Encuentran una cucheta en el centro de la nada.
Se
despojan lentamente de sus ropas de calle. Debajo visten ropa de
cama. Luchan por un lugar en la cucheta. Durante toda la obra intentan
dormir, pero jamás lo consiguen. En cada escena rige una regla de
movimiento distinta. La cucheta debe ser utilizada en todas las
posibilidades que se encuentren.) 2:
no puede nada medirse de principio a fin/ ya que todo/ se continúa en el
aire/ en fin/ mueve cada pieza que aún no estaba colocada/ y nunca estará
colocada/ pues cada cuerpo/ al elegir su camino/ va eligiendo el camino de
todo lo demás/ cada parte de todo lo demás/ al moverse/ elige además el
camino del resto de las partes de todo lo demás/ y cada cuerpo/ en fin/
es movido por motus propio/ y además/ por cada cuerpo que se ha movido en
algún pasado/
o ahora a su costado/ o vaya
a moverse sobre el mundo/ incluso en la memoria del mundo/ cuando sólo
perdure en otros cuerpos el recuerdo de un cuerpo que ya no es/
e incluso en la memoria de las partes de todo lo demás que continúa
en movimiento/ hasta que por fin seamos olvidados por otros cuerpos
nuevos/ que ya no tengan ni rastro de nosotros/ y que incluso se muevan/
afectando los cuerpos/ las memorias/ de los que no los van a recordar/ y
sin embargo/ siempre habrá alguien que lo diga: no puede medirse nada de
principio a fin/ ya que todo/ se continúa en el aire…¿qué se supone
que hace? 1:
Estoy sacando la proporción de la normalidad.
El mundo se rige por una proporción. Lo leí en un libro que todo
el mundo lee. Que todo el mundo compra. Y que a todo el mundo le gusta en
todas partes del mundo, en cualquier lengua. Eso lo convierte en un libro,
lindo, lindo! Como todas
las personas que lo leen. Es cansador, pero es hermoso confirmar
que lo que un libro afirma es cierto. En vez de andar confiando en
certezas ajenas, lejanas a mi alcance de verificación. Certezas
poderosas. Peligrosas. Que han construido todo lo que se ve y lo que no se
puede ver desde ningún sitio. Es hermoso haber escuchado una vez que todo
número multiplicado por 0 es 0. Y ver que uno, sin tener la más mínima
noción de lo que puede llegar a ser un 0 en realidad, hace la cuenta y le
da, le da, le da! Y he allí, la felicidad. 2:
partamos de la base de que los libros, e incluso las personas que están
detrás de ellos, pueden afirmar rotundamente informaciones contrarias. Y
ud. no podrá en modo alguno verificarlas todas. Su angustia perdurará
por siempre. 1:
hubo quienes alguna vez afirmaron que la tierra era redonda ¿lo recuerda? 2:
sí…creo que sí. 1:
conviviendo en el tiempo con
la hipótesis de que la tierra es plana en realidad. ¿no es
cierto? 2:
sí…creo que sí. Pero yo siempre creo que sí. 1:
y ud. sabe que la tierra es redonda. Bueno, me imagino que cree que sí.
Pero yo lo sé, lo sé, lo sé!
Porque lo veo. Veo cómo cambia el sol de lugar… bueno, la
tierra. Veo las diferentes fases de la luna. Veo los planetas!...bueno, en
fotos, en libros, en telescopios, pero los veo. 2:
la única vez que vi un planeta, juraba que era una estrella, y era Venus.
Cuando juré que rea Venus, era un avión. Así que vaya a saber uno cuántos
planetas vio. Si es que hay planetas. 1:
bueno, uno sabe que la tierra es redonda. Pero, pero, pero…ojo!
Uno sabe también que en cualquier parte del mundo en la que uno esté
parado, la tierra es plana. Por ejemplo acá. Ahora. Acá es plana la
tierra. ¿O no? 2:
es una cuestión de percepción. (2
apaga la luz. 1 se queda pensando en su cama. Apaga la luz. Después de
algunos largos segundos la prende) 1:
y eso de que todo se continúa en el aire bla bla bla, muy lindo por
cierto, también es una cuestión de percepción. A ver esto (lo
que sea) ¿dónde se continúa? ¿cómo se continúa? 2:
(silencio tenso) bueno…no es
algo que pueda verse con los ojos… 1:
¿con qué puede verse entonces? 2:
(silencio tenso) bueno…no sabría explicarlo claramente. 1:
retornemos entonces a lo anterior: yo sé perfectamente que la tierra es
redonda, pero no sé explicarlo claramente. Pero, pero, pero…ojo! Puedo
saber cuánto mide la tierra, ¿qué me dice? 2:
nada le digo. Cualquiera puede saber cuánto mide la tierra. Está escrito
en una tarjeta de trivial. 1:
sí. Pero yo puedo averiguarlo sola. Sin ayuda: agarro un globito terráqueo
¿se fijó que trae anotadita la escala que se utilizó para hacerlo?
Bueno, lo mido, y ahí está la importancia de la medición, y hago la
regla de tres correspondiente, o sea la escuadra, y listo! Tengo la medida
del mundo conseguida con el sudor de mi frente. Siempre me pregunté para
qué tanta medición espacial, tanta cosa estrafalaria para medir la
circunferencia de la tierra, el área de los países, si uno puede
simplemente tomar un mapita y hacer la cuenta usando los datos de la
escala. 2:
( de mal modo) punto A: para poner los numeritos de la escala en el
mapita, antes, unos cuantos, hicieron todas esas mediciones que ud. llama
estrafalarias y espaciales… 1:
ojo! Que no se me mal interprete, cuando digo espaciales, digo espaciales
de espacio no de espacio ( como no se entiende la diferencia, hace la mímica) 2:
( con mala cara) punto 2.. 1:
B 2:
¿qué veo? 1:
no, que había dicho punto A,
no puede decirse punto A y luego punto 2. 2:
(de mala manera) punto 2: para qué quiere medir la tierra, si ya se
conoce su medida. 1:
ahh….pero otra cosa es habérsela conseguido uno mismo, sin ayuda. 2:
tontísimo orgullo. Ud. es exactamente igual a todo el mundo. 1:
entonces ud. se considera exactamente igual a mí. 2:
por supuesto que no. 1:
entonces no soy igual a TODO el mundo. 2:
¿qué la destaca del resto? 1:
fui voz A. 2:
(enfurece hasta límites
insospechados) 1:
ud. no, por lo que veo. 2:
yo sí.
Pero mi profesora no lo supo reconocer. 1:
entonces no fue. 2:
fui. 1:
¿si un árbol, cae y nadie lo vio, cayó? 2:
(piensa prolongadamente) claro
que cayo. (2
apaga la luz. 1 se queda pensando en su cama. Apaga la luz. La prende
enseguida) 1:
no es tan claro para mí. Y pienso que no cayó. O sea, capaz que cayó,
pero si absolutamente nadie en el mundo lo vio, ese hecho, no existió en
modo alguno. 2:
pero cayó. Lo dijo usted. Para poner el ejemplo tuvo que decir “ capaz
que cayó”, de hecho el problema fue planteado utilizando la palabra “
cayó”: “ si un arbol cayó”. 1:
es solo un supuesto filosófico. 2:
Los supuestos filosóficos parten de situaciones imaginarias. No
tiene sentido reflexionar acerca de sí cayo o no cayó un árbol que
nunca cayó. Así y todo, pienso que cayó. 1:
El punto es, que si usted nunca integró un coro de voz A, usted nunca fue
voz A. 2:
(piensa prolongadamente)
Volvamos al problema del árbol que cayo. Yo creo que cayó. Por analogía,
creo que soy voz A, aunque mi profesora no lo haya reconocido. Y
particularmente odio a las profesoras de canto. (1
apaga la luz) 1:
por el contrario yo, soy profesora de canto. (Silencio
tenso) 2:
poco me importa. 1:
le importará saber que cuando yo teniía la edad que usted tiene ahora,
me veía como ahora como ahora me ve. Y era su profesora de canto. Y puedo
asegurarle que usted no es voz A. 2:
me encuentro realmente sorprendida no voy a negarlo. Pero no me sorprende
precisamente el hecho de que usted siga afirmando lo mismo que en aquel
entonces. 1
y 2: pero no deja de ser interesante que dos personas de distintas
generaciones, se encuentren justo cuando ambas tenían la misma edad. 2:
no me sorprende repito, que no se contradiga. Y no será la única persona
que quedó amarrada a una época. 1:
¿me esta diciendo antigua? 2:
si se supone que alguien quiso decir algo, pero no lo dijo ¿ lo dijo? 1:
( piensa prolongadamente)
Interesante. Le diré: recuerdo perfectamente el episodio que la excluyo
del coro de voz A. 1:
Usted no puso empeño. 2:
puse. Usted no supo apreciarlo. Si alguien pone empeño y otro alguien no
sabe apreciarlo ¿ puso empeño?.
Y no crea que tiene en mi vida un lugar preponderante. Usted no fue
la única persona que intentó frustrarme el amor por el arte. También
estaba mi amiga Laura. Usted es una herida. Laura una cicatriz.
Usted…… usted!...usted es Laura!!. 1:
ni más ni menos, imbécil. 1:
efectivamente yo fui Laura, antes de ser su profesora de canto, y por ese
motivo ya tenía una idea formada de usted cuando llegó a la audición. 2:
Me prejuzgó. No aceptó que todo evoluciona, que yo no canto mal, sino
que utilizo escalas no convencionales. (2
apaga la luz) 1:
Acepto que tuve una edificante educación rígida en extremo. (
1 apaga la luz. 2 prende la luz.) 2:
¿ Y usted no me recuerda al decir eso? 1:
Usted si que hizo escuela en mí. 2:
Reprimí lo que de mí aborrecía. Como en general sucede. 1:
Usted no se parece ahora a Elsa. 2:
Todo evoluciona. 1:
Involuciona en este caso. 2:
Cambia, en todos los casos. 1:
Eso sin dudas. Pero yo, no parezco cambiar mucho. Los roles que he
ejercido corren en una misma línea reprimida. 2:
No se crea. No se crea. (
apagan las dos luces.) (
1 prende la luz.) 1:
¡ ¿ Cómo que no me crea profesora Velásquez?! (
2 prende la luz) 2:
Conteste mocosa: ¿Quién inventó la video casetera? 1:
Yo profesora. 2:
A sí? Yo invente el televisor. 1:
Yo la radio profesora. 2:
Yo la electricidad. 1:
Yo la vela. 2:
Yo
la luna . 1:
Yo el sol. Poca es la gente que sabe que la luna ilumina
porque el sol le da luz. 2:
Sabés perfectamente que yo te ensañe eso pollito. 1:
Yo soy el huevo. 2:
Yo la gallina. ( Se continúa la discusión prendiendo y apagando las luces,
hasta que queda claro que es interminable) 2:
Es una cuestión de status sucesivos: vengo caminando por la vereda. De
frente a mí viene usted ( lo representan y se trancan frente
a frente. Ninguna cede.) Usted no llega a trabajar, no llega,
no llega!! 1:
pero si yo no tengo trabajo. 2:
Estamos simulando. Usted no llega, no llega!! 1:
( Opta por esquivarla) 2:
( Festeja su triunfo y sigue
caminando) 1:
Usted cae en un pozo. 2:
Pero en el fondo del pozo me encuentro un maletín lleno de billetes. 1:
De billetes pasados de fecha. 2:
Que vendo por una gran suma, como ejemplares únicos al museo de la
moneda. 1:
¿ Quién es la directora del museo de la moneda? Yo 2:
Al salir, dejo caer accidentalmente la colilla de cigarro sobre la
alfombra del museo de la moneda. 1:
Yo por suerte logro escapar del incendio, con los billetes por supuesto, y
al correr calle abajo, la veo venir a usted avanzando hacia mí. Nos
detenemos. ( Lo representan y se
trancan frente a frente. Ninguna cede) usted no llega a trabajar, no
llega, no llega!!. 2:
Pero si yo no tengo trabajo. 1:
Estamos simulando. Usted no llega, no llega!!! 2:
( Opta por esquivarla) 1:
( Festeja su triunfo y sigue
avanzando. frena. Enfrenta nuevamente a 2.) Y yo soy la que caigo en
el pozo ahora ¿ comprende? O sea que hay una relación de igualdad. 2:
No. Porque nos sucede lo mismo, pero en distintos momentos. Si
todos
los pobres de hoy son ricos mañana y viceversa ¿entonces hay
igualdad? 1:
Pero si sumamos las cargas de oprecionadez y oprimimiento….. 2:
esas palabras no existen. (
2 apaga la luz. 1 apaga la luz) (1
prende la luz) 1:
Eso también lo determina una relación de poder: la verdad del
diccionario. Y eso que lo escribió alguien que ni siquiera fue
el que lo cre. Y que se desconoce por completo al creador de cada
una de las palabras de un diccionario. Y si multiplicamos el numero de
palabras o concepto´s por el numero de idiomas existentes, agárrese, ahí
si que vaya a saber de donde viene todo eso. Si n embargo uno confía, y
lo que es peor, corrige. Fíjese, por ejemplo en el trivial, y ese tipo de
juegos que definen diferencias de status intelectuales, entre los que
juegan e incluso entre los que no juegan. Yo por ejemplo jugaba al
Trivial. De la tarjeta 219 podía responder solamente tres de las seis
preguntas. Inmediatamente a leer las respuestas pude responder las seis
preguntas.
Al otro día recordaba tan sólo cuatro. El resto de mi vida
probablemente sólo una. Que además. No será una de las tres que sabía
antes de leer las respuestas. Entonces me pregunté por la verdad. Y la
verdad. No sea tal vez esa. La verdad. Está detrás del voto de confianza
que hago hacia quien escribió en el revés de esa tarjeta las respuestas.
Por error de impresión podrían hasta ser seis respuestas a otras seis
preguntas. Individuo ese que ni siquiera será el que mandó que se
imprimieran. Ni el que mandó al que pagó al que mandó imprimir. Que por
cierto no pagó al que imprimió. Juegos. De verdad. ¿No? 2:
( que se había dormido) sí
claro, es lo que yo siempre digo. 1:
(en burla) sí claro, es lo que
yo siempre digo. (
1 apaga la luz) (
2 prende la luz) 2:
pero uno puede luchar contra eso. 1:
sí. Pero se pierde en luchar contra eso, un tiempo, que se podría
emplear en otra cosa. 2:
sí. Pero si mi abuela hubiera tenido ruedas, hubiera sido un carrito. 1:
sí claro, es lo que yo siempre digo. 2:
(en burla) sí claro, es lo que
yo siempre digo. 1:
pero uno puede luchar contra eso. 2:
¿y para qué? (
apagan las luces) (
1 prende la luz) 1:
¿será que no podemos conseguir una relación de equilibrio? 2:
las balanzas son por excelencia, instrumentos ineficaces para los seres
humanos. Completamente ineficaces. 1:
pero si yo pongo un objeto en un plato y otro del mismo peso en el otro
plato, la balanza funciona. 2:
son objetos. Nosotros no. Consiga eso poniendo en un plato a una persona y
en el otro a otra. Un miligramo de menos altera el universo. No hay. No
existe en modo alguno ese equilibrio. 1:
pienso lo mismo. 2:
¿ud. También cree que las balanzas carecen de sentido para los seres
humanos? 1:
sì. 2:
hubiera jurado que le encantaban. 1:
hubiera jurado exactamente lo mismo. 2:
qué cosa más rara. 1:
qué cosa más rara. 2:
me está tomando el pelo? 1:
me está tomando el pelo? 2:
(desmesuradamente furiosa) a qué
no puede hacer esto! (realiza una
pirueta personal) 1:
(hace exactamente la misma pirueta)
( se desarrolla un juego de espejos, que paulatinamente va volviéndose
tedioso) 1:
tiene razón, es extremadamente aburrido. (1
apaga la luz) 2:
¿qué pretendía hacer con esa farsa? 1:
quería hacerle pensar que no tenía razón. 2:
la seguiría teniendo de todos modos. Aunque creyera que no la tengo. 1:
tiene razón. 2:
¿vio? ¿vio cuando pasa por una vidriera y ve reflejada una chica
parecida a ud., y ud. piensa: qué divina, y después se da cuenta que es
ud., y se mira de reojo, màs que mirando admirando? ¿en el fondo no
piensa que menos mal que esa chica no existe en realidad? 1:
sí, sí, sin duda. 2:
celos netos. (1
prende la luz) 1:
¿le parece doctora? (a
crear: relación paciente psicoterapeuta que versa sobre el tópico
“espejos”) 2:
¿qué le asusta a ud. de los espejos? 1:
el infinito. 2:
eso si es que hay un espejo frente a otro. Porque, dése cuenta, que el límite
de un espacio en el espejo, es exactamente el mismo que si ud. se da
vuelta y empieza a caminar. 1:
¿y qué le asusta a ud. del infinito? 2:
las paredes. La cuadratez que enmarca la ventana. Un posible infinito de
ladrillos cuadrados, pues no veo en su fondo, en fin, un fondo, un fin.
Ventana adentro, libros, bibliotecas, televisión, video casetera,
casetera, casette. Cuadrados. Por suerte un compact disc! Pero su caja,
cuadrada. Habrá que hacerse pintor cubista. Descomponer la cuadratez con
unos cuantos geométricos cubos de caras cuadradas. Romper la geometría.
Para estamparla al fin dentro de un marco. 1:
lo siento. No hay remedio para el insomnio que acarrea pensar en eso.
Juego. Sé que caigo en el aire entre el nueve y el cielo.
Y sé puedo retirar la piedra. Sin embargo juego. 2:
¿ y qué propone? 1:
No pensarlo. Se cierran los ojos/ duramente se coloca la cabeza en otro
sitio/ uno concibe tristemente el escape/ lo concibe/ con la cabeza a
gachas/ y unos cuantos tragos resignados de vergüenza/ uno asume que es
mejor/ que es sano/ además de indigno/ no pensar en eso/ uno cierra
fuertemente los ojos/ aprieta los ojos/ como borrando el pizarrón/ troca
la cuasi certeza que casi araña/ por otro tipo de certezas/ diarias/ y
chicas/ otras convicciones/ que uno mismo sabe bien/ que son mentira. 2:
pero…se duerme tranquilo ¿no?. 1:
se duerme tranquilo. (permanecen con los ojos abiertos hasta el apagón) |
Jimena Márquez
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