La perseguida hasta el catre |
PARDA
- Realismo, resignación MIMI
- Seducción, vitalidad. MAMA
- Víctima, victimaria. PERSEGUIDA
- Compendio de las anteriores. Los
personajes mantendrán su ESENCIA, a través de los
diferentes papeles a representar. Los monólogos de la PERSEGUIDA,
oficiarán de hilo
conductor permitiendo los cambios de los demás
personajes. ESCENA
1 - El parto. Nace la
Perseguida. PERSEGUIDA
- Niña. ESCENA
2 - Entre amigas. PERSEGUIDA
- Niña grande. ESCENA
3 - La menstruación. PERSEGUIDA
- Los quince. ESCENA
4 - La estética. PERSEGUIDA
- Señorita enamorada. ESCENA
5 - La primera vez. PERSEGUIDA
- El casamiento. ESCENA
6 - Las tres. PERSEGUIDA
- La maternidad. ESCENA
7 - El hombre ideal. PERSEGUIDA
- La menopausia. ESCENA
8 - La soledad. Al
iniciarse la acción, el espacio escénico estará
surcado por varias
cuerdas con parrales y ropas. Los elementos
escenográficos serán traídos a escena por las actrices. Con música
de fondo de canciones infantiles: " Arroz con
leche", etc. entra
la MAMA con un embarazo exageradísimo,
arrastrando entre jadeos una mesa y varios banquitos. MIMI trae un
tocador con su butaca y entre contoneos de
vampiresa, un perchero con todo el vestuario. Se probará alguna
ropa con poses frívolas, mientras la MAMA sacude con un trapito, al
tiempo que se sostiene la
panza, suspirando con cara de víctima. Luego recoge la
ropa colgada. Entra la PERSEGUIDA caracterizada en
su primer papel: la NIÑA. Las observa, se sube a un banquito y
dice: Las mujeres no hemos tenido un papel, sino un trapo en la historia. LA
MAMA sale con un suspiro, jadeando casi oculta
bajo el brazado de
ropa. MIMI
se retira no sin antes
dedicarle una sonrisa de:
callate estúpida.
La NIÑA
la observa y dice: También las mujeres hemos hecho la
historia del
trapo. Y a veces
armamos cada historia
por un
trapo... Extiende
una sábana blanca
sobre la mesa y antes de retirarse hace la señal de: !Ojo! Caen fuertes acordes de música trágica.
ESCENA
1. EL
PARTO - Nace la Perseguida. MAMA - (Mezclando comentarios muy
calmos con aullidos)! Ay! Auxilio,
socorro... no puedo más,
ay! (Observa y
comprueba que nadie
viene) Esto debe ser la sala de partos. (Mira
un cartón con un número,
que trae colgando al cuello y se acuerda del dolor) !Ay, ay,
ay, que ya nace por
favor! Ay, ay , ay... (Se mira entre
las piernas como si
fuera a aparecer el
bebé) !Socorroooooo! (Ensaya
el jadeo) Ah, no...a mi no
me agarran más. (Le habla a
la panza) !Hijo único
vas a ser! (Alarido espantoso)
!Ahhhhhh! MIMI
- Enfermera. (Taza
de
te en mano, toma tranquilamente
mientras
espera
que finalice el alarido) Un poco de
paciencia mi querida. Una también tiene
que
alimentarse. (Sale diciendo)
Doctor, hoy
le
toca
a usted ir a comprar los bizcochitos. MAMA -(Paralizada
al ver el poco interés de MIMI, retoma
el alarido, aullando y
tirándose el pelo)
!Auuuuuu! PARDA
- Enfermera. (Muy
enojada)
!Un momentito mi querida, eh?! !Nada de
escándalos aquí! !Esto es un sanatorio, no la perrera!
(Con maniobras rápidas
y bruscas,
le levanta los brazos, le obliga
a abrir
las piernas, imitando
un cacheo policial y le indica la mesa) !Suba! MAMA
- !Ay,
no puedo. No puedo moverme...si me muevo se me sale...Ay! PARDA
- (señalando
el suelo)
Bueno, que salga...dele...así no ensuciamos
la mesa. MAMA
- (Aulla
enloquecida) PARDA -(Grita
más fuerte)
!Suba ya! MAMA
- (Tratando
a duras penas de subir a la mesa)
!Ay, me muero...no ve que me muero?! PARDA
- (Mirándose
las uñas)
Si, si...todas dicen lo mismo. !Suba de
una vez! MAMA
- (Aulla) PARDA
- !Cállese
y no me enloquezca! Abra las piernas. !Ya! MAMA
- (Las
cierra apretando las rodillas)
!Ahhh! PARDA
- (Con
fuerza exagerada intenta abrirlas)
!Abra! (Con voz ronca por el
esfuerzo) Vamos mijita que no tengo todo el día! !Relájese ya! MAMA
- (Jadea
respirando exageradamente) PARDA
- !No
respire! MAMA
- (Junta
aire hasta inflar las mejillas) PARDA
- Ya
está la cabeza afuera. MAMA
- (soltando
el aire de golpe)
!Ahhh....! PARDA
- (furiosa)
Pero qué me hace? Qué quiere, que nazca? MAMA
- (Pujando)
si, si, si, si, si. PARDA
- !Momentito
mi querida, no respire! !Muéstreme el número! MAMA
- (En
hilo de voz)
Ay...no se donde lo puse... PARDA
- (Buscando
con brusquedad)
Si, si, todas dicen lo mismo. !Arriba
la cola! (Mamá, levanta los brazos.
Parda busca debajo de nalgas
y espalda entre los ayes de
la parturienta) !Arriba los brazos!
(Mamá levanta la cola y se repite
el juego anterior, hasta
que Parda encuentra el
número) !No me respire le dije!
(Observa
el cartón con
aire de venganza, mientras la otra
se infla hasta
estallar) Así que el setenta y ocho? Usté me queráa pasar a mí? A
mí nada menos? Y a la hora del té? MAMA -No...si
yo...Ahhhhh! PARDA
- !Basta
de quejiditos!
!Recién vamos en el cuarenta y cinco! !Bájese
de ahí y no me haga perder el tiempo! MAMA
- !Ay, no puedo, ay! (Estira un
brazo en señal de ayuda para incorporarse) PARDA
- Bájese,
ya! (Se
limpia las uñas con el termómetro)
Lo hubiera pensado
antes, mijita...bien que les gusta divertirse y
después me vienen a joder acá! MAMA
- (Alarido
imparable) MIMI
- enfermera. (Entra
masticando)
Qué esperás, ché? Vení que los pan con
grasa están calentitos. PARDA
- A
que se baje, espero. Tiene unos mimos, mirá. MAMA
- !Ay,,Ay
que nace, ya nace...auxilioooooo! MIMI
- (Masticando
con un bizcocho en la mano)
A ver mi queridita... PARDA
- Pero
qué hacés? MIMI
- Le
doy bola, así se tranquiliza y no jode. PARDA
- Hay
veintitrés delante de ella. !Bájese ya! MAMA
- No
puedo, no puedo...no puedo máaaas! MIMI
- Pero
ché...lo tiene afuera...haga fuerza como para ir de
cuerpo, mijita. PARDA
- (Furiosa)
Te volviste loca? MIMI
- Pero
si ya está afuera el morochito... PARDA
- (Metiendo
un brazo entre las piernas, toma postura como
apoyada en la cabeza del bebé)
!Se respeta el orden! (A Mamá) ! !Sostenga,
no respire, no respire! MAMA
- (Se
contrae, como si le metieran el bebé para adentro, de aquí en más sólo
emitirá ruidos guturales) MIMI
- (Boca
llena con todo el bizcocho, tono de secreto)
Mirá que te puede meter un
juicio. PARDA
- Ah,
si? Y las otras veintitrés? Seguí vos que se me acalambró
el brazo. MIMI
- (Rapidamente
toma el lugar de
Parda, aguantando la cabeza
del bebé, sacando otro bizcocho del bolsillo) (A Mamá)
Este quiere y quiere, eh?
Como empuja, eh? PARDA
- Ningún
juez va a venir a decirme nada, porque estamos en la
hora de descanso. Si
el Toto organizó mal la guardia es problema
de él. Qué, no tengo derecho yo a un te con bizcocho? MAMA
- (Con gran
esfuerzo para retener al niño)
Yo soy...prima...del
cuñado...del hermano del Toto. MIMI
- No
hable que se le sale, mi querida. De qué Toto? PARDA
- Del
Toto Gómez? El administrador de la mututalista? MIMI - Pero
haberlo dicho antes, mi querida. !Yo soy íntima del Toto! (Saca el brazo al tiempo que se apaga la luz y se oye el llanto del bebé) |
PERSEGUIDA
- Niña. (Se enciende un foco sobre ella. Trae una muñeca de trapo que cada tanto revienta contra el piso.) Esa era yo cuando estaba naciendo. (Tono de poesía escolar) !oh, qué hermoso es nacer! !Ah, la maternidad! !hay algo acaso más bello que tener un hijito!? Yo se todo como nací, porque mi mamá le ha contado todo lo que ha sufrido a todo el mundo. la única duda que tengo es si el fibroma era más grande que mi cabeza...quién salió primero? El fibroma o yo? (Queda pensativa, enseguida retoma el tono poético) Yo voy a tener muchos hijitos. Cuando sea grande me van a dar la semillita y...esta parte de la semillita debe ser lo más interesante. Cada vez que pregunto, a todos les vienen unos nervios...Para mi que a esas semillitas no las venden en la Agropecuaria. Yo no quiero poner nervioso a nadie. Los nenes no queremos molestar a nadie. Y menos a los grandes que tienen tantos problemas con las semillas misteriosas y todo eso. Cada vez que hay reunión por lo caro de los gastos comunes del apartamento, los nenes del edificio nos quedamos quietitos mirando viedos. Porque no hay que molestar a los padres, ellos tienen muchas preocupaciones. Pero ni en !Garganta profunda" viene nada de la semilla. El Fede consiguió: "Las millonarias in-can-des-cen-tes", "La masajista caliente" y "Penetración ardiente", pero para mí que el único caliente es el padre del Fede, que esconde los videos en el último estante del placard, para que no se los vea nadie. Y de la semillita? Nada. Yo estoy esperando que mi padre saque "El jardín de los placeres prohibidos", ya la marcó en el folleto del video club. Pero todavía tiene que devolver " Acto antinatural". Yo no se...los grandes miran cada pavada...De repente en esa del jardín, viene algo de la semillita, no? |
ESCENA 2. |
Entre
amigas. MAMA - No me pidan que cuente, porque no me quiero
ni acordar. Sufrí
tanto, tanto... MIMI
- Yo la paso divino
en los partos. Mi ginecólogo es
igualito a Robert Redford. Cada vez que lo veo le digo: Doctor... PARDA
- !Pero
ésta liga hasta en los peores momentos! A mi me han
tocado cada brutos. Sin ir mas lejos, la última vez... MAMA
- sólo poque ustedes
insisten, cuento, porque la verdad que
fue algo tan espantoso, que no quisiera impresionar a nadie,
pero... MIMI
- Como
el mío. Al último de mis hijos, le
dió por nacer un veinticuatro de diciembre a las doce en punto. Sonaban
las campanas, se oía esa musiquita divina del "Jingle bell..." PARDA
- Yo lo único que agarré fue un paro general. Con decirles que
me atendió
el portero, ya les digo todo. Horas estuve... MAMA
- Ah,
yo sufrí como loca. Tenía un fibroma así de grande, el
útero invertido, la placenta previa, varias vueltas de cordon y
encima no hacía dilatación. MINI
- Todos
brindaban tan felices...El ginecólogo tenía una curda
que se caía, pero es tan divino...es lo simpático, que si no
fuera... PARDA
- El hombre iba desde la puerta, a la sala de parto, al
teléfono. Al final me llevó a la mesa de entrada para estar más
cómodo. un parto
sin guantes me hizo...y yo ahí, agarrada a
la centralita telefónica. MAMA
- Parto
seco el mío. que según dicen son los peores, y claro si dos días
antes había roto la
bolsa y perdido las aguas y el
tapón mucoso y la... MIMI
- Fue todo tan
alegre, tan maravilloso. Claro que
al estar
el doctor tan mamado, se ve que algo le salió mal, proque yo me
iba en sangre y veía
todo rojo. pero él estaba tan divino
de roji-blano... parecía
un papá Noel... PARDA
- Tenía
unas garrras ese portero que ni un albañil... MAMA
- Y
la fuerza, porque además perdí las fuerzas...sufrí... MIMI
- Lo principal es
tenerle confianza al ginecólogo y este
es tan amoroso... PARDA
- Es
que el hombre quería ayudar, entonces se puso a revolver... MAMA
- Y
encima me hicieron una episiotomía hasta la nuca... MIMI
- Esa
vez fuí feliz. No me van a negar que es mucho mejor la
sidra que el suero... PARDA
- Yo empecé a desconfiar, porque despues de todo y por
mas buena voluntad que
tuviera, no dejaba de ser el portero, entonces... MAMA
- Y
yo creí que ya estaba y pregunté: es sano? Pero era el fibroma, enorme,
grande así, peludo y todo... MIMI
- Si le digo que
cuando salí del estado de coma, el
divino del ginecólogo
me llevó los turrones... PARDA
- Afuera
gritaban: "Que salgan, que salgan, que salgan los
carneros", entonces
yo cerré las piernas, justo que el hombre tenía hasta los brazos adentro. ¡Gritaba como loco aquel
portero! MAMA- Sólo
le faltaba hablar al fibroma. Con decirles que tenía rulitos y todo...si
hasta me miraba... MIMI
- Y
avellanas y nueces y fruta seca, que yo miraba de lejos
porque estuve tres meses en terapia intensiva. PARDA
- Y
salí corriendo de la portería con aquel hombre de arrastro.
El no aflojaba porque se le haba trancado un dedo... MAMA
- Y
atrás del fibroma venía la nena...que cuando la
ví, pobrecita...comparada con aquello, parecía tan poca cosa,
tan... MIMI
- Es
lo que yo digo. Lo principal es confiar
en el ginecólogo. PARDA
- Y
los huelguistas que habían roto la puerta y se venían en
malón y yo que me meto espantada en el ascensor y cierro la puerta
y el ascensor que arranca y
el portero que sigue enganchado y claro pobre...creo que solo perdió el dedo...pero fué un
alivio... MAMA
- Y
encima la costura. Lo que sufrí... se había terminado la anestesia...y
cosían y cosían...no acababan más de llegar a la nuca... MIMI
- A
mi, que me atiendan ginecólogos hombres. No se puede comparar.. PARDA
- Cuando
paró el ascensor yo ya salí con el nene. La huelga general seguía...sólo
quedábamos el portero y yo, así que lo operé y... MAMA
- Estuve
seis meses sin poder sentarme. Levantaba una ceja y... MIMI
- (A
Parda)
Y a vos cómo te fue en el parto? PARDA
- Mejor,
hablemos del Mercosur. (A Mamá.)
A vos qué te parece? MAMA
- Si.
Prefiero no acordarme, yo sufrí tanto... MIMI
- Tenés
razón. Sinó después dicen que las mujeres cuando nos junta mos, sólo
hablamos de los partos. PERSEGUIDA - Niña grande (Música de jingle publicitario. Aparece vestida de blanco, con una enorme mancha roja detrás que se verá al final. Hará la mímica de lo que dice el reclame. Camina como montando a caballo y con expresión avergonzada.) JINGLE:
Tú
estás en lo días difíciles, pero tu estado es normal y natural en toda mujer. Antes sí era duro ser mujer. Ahora,
con la nueva toalla femenina,
extra seca, tú te sientes libre, recuperando
la elegancia de tus movimientos. (Ella se entusiasma y ensaya unos pasos de ballet con mucha torpeza) La incomparable libertad de ser tú misma, todos los días. Con la nueva toalla impermeable de suaves bordes redondea dos, extra chata, extra fina, extra seca, quedan los temores en el pasado, recuperando tu libertad de acción. (Salta, se flexiona y se da vuelta dejando ver la mancha detrás. Sale contenta.) |
ESCENA 3. |
La
menstruación. (La
Perseguida pasa delante de las tres viejitas sentadas en
la plaza. Va muerta de verguenza, tratando de disimular la mancha.) PARDA
vieja - Tapones
buenos eran los de antes. MAMA
vieja - Pobrecita...es
una desgracia ser mujer. MIMI
vieja - Eso es por el invento ese...(Hace
un gesto hacia su pubis.
Las otras miran.) !A
mí me encantan esas cosas modernas! PARDA
- Yo
en esos días no salía de mi casa. MAMA
- Una
nace, para sufrir. MIMI
- !Y
lo que todavía pueden inventar! (Se
ríe para sí.) PARDA
- Tapones
buenos eran los de antes. MAMA - En esos días...a mi siempre se me cortaba la mayonesa. Y a usted? MIMI
- Todo
lo contrario, mire. Yo batía, batía. batía, batía, ahhhhh! (Ríe, las otras la miran escandalizadas) PARDA
- Mi
marido, el finadito, se ponía tan enojado... MAMA
- Ellos
no saben lo que es eso...tendrían que pasar por lo que pasa una... MIMI
- ¡Faltaba
más! Perderíamos otra semana. A menos que se coincidiera y
la veo difícil...habría otros siete días de " inantividá".
No se da cuenta? (La miran horrorizadas) PARDA
- Rápido
pa’ darse cuenta era el finadito, si. Era un gran
conocedor. (Las
otras la miran expectantes) MAMA -Esa cruz la
cargamos nosotras. Todos los meses la
misma desgracia. MIMI
- !Y
una liberación! (Se ríe con un:
Ji, ji,. Muy contagioso) PARDA
- !Y era de exigente el finadito! A él no le importaba
nada. Una tenía que
estar siempre pronta. MAMA -(Horrorizada)
Y usté le hacía caso...en ese estado? MIMI
- Y
es mejor llovido sobre mojado y no que "haiga" sequía, digo yo,
no? (La miran espantadas) PARDA
- El
me miraba fijo y yo me apuraba. MAMA
- (Se persigna) ¡Las cosas que hay que oir! MIMI
- (A
Parda, pícara)
Eso porque usté quería... PARDA
- (Dilatando
las pupilas como hipnotizada)
Me miraba fijo...y yo... MAMA
- La
obligaba, pobrecita...una nace para sufrir. MIMI
- (Suspira)
Ah, Díos le da pan a la que no tiene diente. PARDA
- Obligación.
Todas las
mañanas. A las seis en punto
y aunque estuviera
enfermo. MAMA
- De
mañana? Ah...qué hereje, pobrecita. MIMI
- (Pícara)
Este...dicen que con la fiebre... (La miran sin entender) PARDA
- ¡Cincuenta
y dos años de
casados, sin fallar un sólo
día! Si sabré yo de
tapones... MAMA
- (Seña
de irse al cielo)
Menos mal que...no? MIMI
- (Alborotada)
Y no lo extraña? PARDA
– (Suspira)
!Si lo extrañaré, ah! MAMA
- Somos
unas desgraciadas las mujeres. MIMI -(Se
levanta nerviosa, con la risita ji, ji)
Alguna sabe si
hay baño en esta plaza? PARDA
- (Sigue
suspirando)
Tapones buenos eran los de antes... MAMA -(Se
levanta y toma a Mimí
del brazo)
Si vas a
orinar...yo te acompaño,
Eduvija. PARDA
- ¡Cincuenta y dos años preparándole el mate a las seis de la mañana! ¡Qué buenos salían aquellos termos de aluminio...y los tapones de corcho! (Sale detrás de las otras) !Esperen chiquilinas que yo también quiero! |
PERSEGUIDA
- Los quince.
(De fondo
una canción muy cursi que habla de los
quince años.
Aparece la Perseguida con un traje blanco enorme, con las
dimensiones de
una gorda descomunal.
Cada tanto, arranca
con los dientes
los pétalos de un
ramito que lleva en las manos y
los mastica mientras habla.) PERSEGUIDA
- Cuando
yo nací no quería prenderme al pecho. Entonces me enchufaron leche de
vaca espesada con una cucharada de maicena, para que no me debilitara. Me
dió alergia. Entonces mis padres consiguieron
la leche en polvo más completa y cada dos horas me
embutían una sustanciosa
mamadera. Esa leche en polvo era la
más cara, porque tenía
más de cien vitaminas, cincuenta y ocho minerales
y calcio superfortificado, adicional. No recuerdo que me cantaran canciones de cuna. Si
recuerdo una especie
de versito
con este ritmo: (Entona)
"Si no tomás la
memita, se muere mamita, si no comés el purecito, se muere
papito" Y
bueno...cuando una no tiene edad, todavía,
de salir
a trabajar para comprar comidita y todo eso, prefiere que no se
le muera nadie. En
realidad, crecí lozana y fuerte y no parecía una triste desnutrida
como la hija de la
vecina, por más modelo que
ella sea ahora y gane
todos los concursos de belleza. (Mastica freneticamente)
Todos los días, mamá
me leía un cuento
diferente. Lo
comenzaba al desayuno. Si
yo cerraba la boca, ella
paraba de leer. El
cuento seguía en el almuerzo, mantenía el suspenso hasta la
merienda y finalizaba con la última cucharada del postre,
en la cena.
Yo tenía que abrir la boca bien
grande, porque
para mamá, leer
y embocar la cuchara al mismo tiempo, era
algo muy difícil. Más
de una vez me suturaron la córnea de este ojo...ella se sentaba siempre
del mismo lado. Con el correr del tiempo,
fue aumentando mi falta de visión y mi odio a la literatura
infantil. Todos los días, cuando papá volvía del trabajo, me traía un premio. Me lo daba si me había portado bien...o sea: si había comido todo: alfajores, chocolatines, caramelos, garrapiñada, Pororó, papas fritas, maní con chocolate, medallones de menta, ticholos, garotos, o lo que consiguiera. Nunca menos de diez golosinas diferentes, porque claro, yo me había portado: diez. O sea, una por cada punto alcanzado. A veces traía once...o quince. Yo nunca lo defraudaba. Los sábados de tarde, él me llevaba a pesar a la farmacia. Su mayor orgullo era comprobar que yo pesaba más que el hijo de su socio, que a pesar de ser varón y llevarme más de seis meses de diferencia, era flor de raquítico. Si había aumentado algo, por lo menos cien gramos, me llevaba a la calesita y después a tomar un helado y churros rellenos. No me obligaba para que no se me cerrara el est_¢_mago, ya que a la vuelta mamá nos esperaba con la cena pronta. Sopa, entrada, plato fuerte y postre. Por suerte soy hija única. Ellos no quisieron tener más hijos, porque ya se sabe lo que cuesta alimentar a un hijo, aunque vengan con el pan debajo el brazo. Eso me molestó un poco cuando fui a la escuela. Lo que tenían hermanos sabían jugar. Es lógico. Cuando hay poca comida, los niños tienen que saltar y divertirse para distraerse. Yo aprendí a jugar, mirando. En los recreos, tenía que comerme el huevo duro, las bananas y los refuerzos de la merienda, porque sino mamá se ponía muy triste. Y si ella se moría de tristeza, quién me iba a preparar la comida? A papá las milanesas no le quedan ricas. Al principio yo me atragantaba en los recreos y cuando iba a empezar a jugar... sonaba el timbre. Tirar la merienda a la basura no podía, porque la comida es de Dios y es sagrada y además están los negritos que se mueren de hambre en el Africa. Si yo la tiraba, Dios me podía castigar dejándome sin nada. Con el tiempo mis compañeritos me gritaban: ¡cerda! y cosas por el estilo, por la envidia que da ver comer cuando se tiene hambre. Pero ya se sabe que una no puede ponerse a convidar, porque sino tendría que alimentar a media escuela. Ahora, en el liceo, también me gritan cosas... ¡Bomba, bola de grasa, pelota inflada! Y otras que no puedo repetir. Pero viniendo de esos desnutridos a quién le puede importar? Lo hacen por rencor. Porque me ven comer y les vienen ganas. Pero a mi me enseñaron en mi casa: el que tiene, tiene. Y el que no... al cuartito a llorar. La vida es así. (Puchero de angustia) Aunque me griten: ¡buque de carga! a mi no me importa. En este hermoso día de mis quince años, yo agradezco a la vida, a mis padres que me quieren tanto y a ustedes, por compartir mi fiesta. (Saca un arma y apunta al público) Por ser un día tan especial, voy a perdonar a esa persona que dijo: "Parece una elefanta." (Apunta a alguien con las dos manos) Si...si...usted. Cuando bailaba el vals con mi padre, la oí. Levante las manos. Si la veo tocar algo del lunch, la liquido. Y ustedes de qué se ríen? ¡Levanten todos las manos! Al primero que toque un saladito, un sándwich, una pildorita, lo mato, estámos? Y ni se les ocurra acercarse a la torta... entendieron? Ustedes vinieron a saludarme y a acompañarme en mi día y yo me lo merezco. Por lo tanto, los invito a mirar... con los brazos en alto... no hagan cumplidos. |
ESCENA 4. |
La
estética
(En la sala de espera, charlan Parda y Mimí.) PARDA
- Pituca. (Gesticula moviendo los ojos exageradamente, mientras que hace el movimiento característico de la boca de los peces.) MIMI
- Pituca. (Con lentes de aumento tipo
“culo de botella”
1)
Y yo le dije a la muchacha: Hay
que asumirse, mi querida; cada una
hace lo
que puede, dentro
de su condición. Pero ya se sabe cómo
son estas chicas
del servicio
dom_‚_stico. y fijate, que como yo le dije: pensá
en la fortuna que tenés de trabajar en mi casa. Valorá que comés la
misma comida que nosotros. En la
cocina, pero
come, después de
servirmnos a nosotros, por supuesto. !Si se llena
el plato con lo que sobra! PARDA
- (Hace gestos y ruidos extraños, que Mimí toma como aprobación:) MIMI
- Tú
bien sabés mami, que el Cuqui come lo que un pajarito y fijate
lo injusta que es la vida con uno. La muchacha, que no lo necesita
para nada, tiene un cuerpo estupendo. ¡Estás flaquísima, es una vara
de mimbre, un junco! Y fijate que me sale conque pasa
hambre. No es bochornoso que alguien te diga eso? Yo
le repliqué
inmediatamente poniendo las
cosas en su lugar. Le dije: velamos
por tu salud, mi querida. Estoy segura que el colesterol lo tiene en
cero. Y fijate lo que se ahorra en tratamientos para
adelgazar. Pero no valoran nada, estas chicas...es inútil. ¡Si
tuvieran que hacer los sacrificios que hace una para estar en línea, ya
te digo! Pero esta chica es tan cabeza dura. !Fijate que insiste
en cenar! Justo ahora
que no hay revista especializada que no
mencione, lo perniciosa que es la cena. Y tú bien sabés que en
casa ninguno cena... PARDA
- (Ruidos
y gestos) MIMI
- Bueno
...a veces una picadita... en la terraza, no te voy a negar. Pero te
supondrás que no la vamos a estar invitando. No
queremos que se
intoxique... fijate que el Cuqui insiste con las latas
de mariscos espa_¤_oles y las aceitunas griegas... y esta chica,
pobrecita, sólo está
acostumbrada al guiso. ¡Y con porotos
y todo,
hay que ver lo flaca
que está. Si está divina! Pero ya se
sabe, nadie se conforma con lo que tiene. (Le
da un codazo a Parda para que mire a Mamá
que acaba de entrar.) MAMA - PitucaBuenas
tardes...en qué número va? MIMI
- Acaba
de entrar el cuarenta y ocho. MAMA
- (Con
enorme busto, sobre-caderas y una cola abultada)
Menos mal. Yo tengo el
sesenta y nueva. !Como atiende
este cirujano!
Y después la gente llora que no hay plata. PARDA
- (Con un
silbido que lleva la entonación de la frase)
Yo tengo el cincuenta y dos. MAMA
- Cómo dijo? MIMI
- No se le
entiende mucho, a mami. Quedó asi
desde la
segunda operación. MAMA
- Se
operó con este... cirujano? MIMI
- Si,
con el Chacho... es un amoroso. Nosotras, con mami, nos
atendemos de toda la vida. MAMA
- Todavía
no le sacaron los puntos. MIMI
- No,
mi querida, esta es la onceava intervención que se hace. Está pasando
por algunos efectos secundarios. Un detalle... PARDA
- (Explica con gran esfuerzo algo terrible) MIMI
- No
quiero ser indiscreta, pero la veo tan regia. De qué se
opera mi querida? MAMA
- Bueno...después
de tener a los
chicos...quedé con un
poco de pancita... MIMI
- ¡Ni me diga, la
bolsa del canguro! A mí me la sacó
hace años. Hubiera
jurado que usted venia por el pantalón de montar. MAMA
- (Se mira horrorizada) MIMI
- (Se
señala las caderas)
Aqui, mi amor... Esto. Se lo saca de
una sola tajada. Queda
estupenda. A ver de atrás? (La hace parar y girar,
le toca una nalga) Trae puesto el almohadón? MAMA -No...
soy así de naturaleza... MIMI
- Culona.
PARDA -(Ruidos como que intenta reirse) MAMA
- (Se
sienta como achatando, ofendida.) MIMI- Pero
no se preocupe... todas pasamos por lo mismo. No hay forma de
disimularlo.
aunque tiene arreglo... PARDA
- (Gestos como que a ella le han quitado grandes rebanadas en esa zona, con gran sufrimiento.) MAMA
- (Algo
asustada)
No... le fue... bien? MIMI
- Exagera
probrecita. De la última intervención quedó algo
impresionada. Le
sacaron... (Hace la mímica de un hachazo en la
zona del busto) ¡Todo!
¡Y todo por insistir en pagar con tarjetas
de crédito. Porque el Chacho es lo que tiene... adora el efectivo. Y ahora que la
observo... usted tiene más ubre que una holando,
mi querida. Y conste
que no lo digo como grosería, porque la
frase la he dicho en más de una oportunidad, en público, en la Rural. MAMA -(No
llega a entender la indirecta, por los ruidos y gesticulaciones de Parda,
que está como desesperada)
No quedó conforme? MIMI
- No le haga caso. Mami es tan exagerada... así divina como la ve, tiene noventa y cinco años. ¡Y se empecina en no mover los capitales del plazo fijo! Y claro... el Chaco se cobra los intereses. PARDA
- (Le recrimina a Mimí, señalándose la cara) MIMI
- Y para qué querés
reirte, con el mundo como
está? Convencete
mami, con todo lo que está
pasando, una cara de culo es lo chic. MAMA
- No...no
puede reirse? MIMI
- Y
lógico, si tiene veintitrés cirugías de rostro...Está espléndida.
Sólo que después de
la última, al reirse...las
orejas le bajaban a
los hombros. Realmente no quedaba nada bien. Por suerte la
convencí de que el
retoque lo pagara en efectivo,
sino ni llorar podría
con todo lo que le hubiera sacado para desquitar. MAMA
- Des...quitar? MIMI
- Claro,
mi querida. El Chacho aprovecha todo. A veces se le va
un poquito la mano. ¡Pero hay
que ver lo apreciados que
son en Europa los
souvenir realizados en cuero nacional! MAMA
- (Horrorizada)
Qué? PARDA
- (Se levanta para explicar y camina rígida, como si le faltara piel para mover las articulaciones.) MIMI
- No le haga caso...mamita es muy amarreta. Y el Chacho si
no le pagan
en fectivo, se cobra los intereses... en la
propia operación. PARDA
- (Va tocándose diferentes lugares del cuerpo, mientras los gritos van en aumento.) MIMI
- Con
lo que le sacó de ahí hizo un monedero exclusivo con arabescos
pirograbados. (Le
toca el vientre) y de acá un
portafolio para ejecutivo, que
hasta estuvo en Londres en exposición. MAMA
- (Sale corriendo en un alarido) MIMI
- Vamos, mamita...cantaron tu número. (Se detiene a observar el lugar por donde salió Mamá.) Yo no se a qué vienen éstas... si no lo pensaron bien... [1] Lente redondo de gran aumento. |
PERSEGUIDA
- Señorita enamorada (De fondo un tema musical romántico. La perseguida viene como en el aire) PERSEGUIDA
- ¡Ay, no sabés! Te acordás de aquel muchacho que me miraba? Aquel que te conté, que lo veía todas las tardes en la parada de enfrente... ¡No sabés! Resulta que hoy salgo del trabajo a las siete como siempre, pero como ya a esa hora se está poniendo oscurito, no lo veo. Entonces me paro en la esquina, porque lo tengo fichado desde el verano, no es cosa de perderlo por culpa del invierno... ¡Y ahí estaba! Con esa pinta de Schawarzenegger del Cerro, que tiene... Porque al Cerro va, por el ómnibus que toma. Lo tengo más que estudiado. Sigo: ahí estaba con la campera de cuero negro, el pelo al viento y esa cara de intelectual, con lentecitos redondos y todo. Yo, paralizada en la esquina, pero haciéndome la boba. (Mueve la cartera nerviosamente. Se pone en una postura que parece más una prostituta que otra cosa) De repente... ¡zaz! me clava los ganchos... no me los quita de encima... yo, nada. Mirando para otro lado. El que enciende un cigarrillo...y se decide....cruza y se me acerca. ¡Ayyyyyy! (Suspiro prolongado) ¡El Puma en versión criolla! Se bate el pelo, así que al tenerlo cerca le veo las raíces oscuras. Así que es rubio, pero teñido. Y bueno... esta de moda. Lo único una peladilla, acá, pero algo sin importancia, al lado de la cicatríz en el pómulo izquierdo, que parece una puñalada. pero le agrega una personalidad... ¡Ahhhh, mirá, yo temblaba! En eso, se me acerca más y ahí le siento el perfume; importado seguramente, pero mezclado con algo de obrero... no se. Sí se. Trabaja en la construcción. Es que al principio me confundió. Al verle esas manos tan grandes y largas yo le pregunto: pianista? Y él me contesta con esa voz divina que tiene: no, albañil. Pero te cuento desde el principio: él se me acerca más todavía...entonces se me viene a la mente que lo mismo le había pasado a la de aquel teleteatro, "Amor fatal", te acordás? Y agarro y le pongo la misma cara de fruncida que la artista. no se fuera a pensar que una se está regalando... ¡No sabés! El aliento me daba acá...me quemaba. Entonces tomo coraje y me doy vuelta y...ahí le veo que le faltaba este colmillo y los dientes del medio, pero eso con prótesis se arregla. Lo miro a los ojos... y él me dice: "Parás en esta esquina? Y a mí me viene como una oleada de ternura incontenible, al ver que era bizco y que con el ojito que le daba para allá, se vichaba la parada para no perderse el ómnibus. Y entonces, sin poderla refrenar, escucho una voz que sale de adentro mío y que le dice: Cutcsa y el destino nos han unido. Pongamos la proa hacia el futuro. Que la vida hinche las velas y nos lleve a puerto seguro más allá de las tormentas. No estuve bárbaro? Vos me conocés María Fernanda... me animé a tanto porque es el hombre de mi vida. ¡Te juro que no se ni cómo pude! El... pestañeó un poco... impávido. Ahí le noto el párpado derecho un poquito caido. Debe ser de nacimiento, pero ni se le nota. Me mira fijo y me dice: si vas para el lado del puerto, no voy. Yo le repliqué de inmediato: no, vivo en Pocitos... yo espero el 121. Y él: y cuánto cobrás ché? (Suspiro de duda) No lo entiendo. A vos qué te parece que me habrá querido decir? No puede pedirle que me aclarara, porque justo en eso él ve con el ojito bizco que viene el 125... 121 y 125, fijate que cerca estamos hasta en los números del transporte... y cruzó la calle corriendo con una elegancia, mirá... ¡Que ni el Ben Jhonson en las Olimpíadas! Aunque se ve que en un pié tiene un defecto... (Hace un rengueo) una pavada que ni se le nota. (Suspiro de ensoñación) ¡Ahhhhh! ¡Es el hombre de mi vida! Mañana me paro de nuevo en la esquina. Seguro que se me acerca y me habla. ¡Ah... ya me lo decían las cartas. Yo iba a enamorame de un intelectual! Será nomás que el Tarot no miente? |
ESCENA 5. |
La primera vez (En
la peluquería. Parda luce el cabello en forma
estrafalaria, adornado con floripones amarillos y negros. Le está
realizando a Mamá clienta, exactamente el mismo peinado.) MAMA
- Clienta. Te
parece que me quede? PARDA
- Vas
a quedar divina. MAMA
- Pero amarillo y negro, no sé... me van a gritar: ¡Viva Peñarol! PARDA
- Es
lo último que salió, nena. Está haciendo furor en Europa. MAMA
- Si,
pero acá es diferente... PARDA
- Vos
querés salir del bajón o no? MAMA
- Yo
quiero que él vuelva a casa. (Pucheros
de llanto) PARDA
- Entonces
tenés que verte super. Sentirte divina. Y para
eso lo mejor es un cambio de look, total. MAMA
- Yo estaba pensando
en un cambio, pero no se... (Señalando
el peinado) esto es como una bandera de pu... patrio... (Cae que es el
mismo que tiene la
peluquera)... de la patria. A vos
te parece que con algo así, volverá? PARDA
- ¡Pero
seguro! Y cuando
entre, le revoleás la cabeza, le
pones cara de
indiferencia y que se arrastre por el piso. Que te
pida perdón y vos nada de llorar. Me entendiste? MAMA
- Se
va a enojar... PARDA
- Pero
por qué? ¡Sos vos la que está furiosa! (Le
coloca los floripones amarillos y negros) MAMA
- (Señalando
las flores)
El...es...de Nacional. PARDA
- (Pensativa
sobre el
peinado)
Entonces la
quedamos, mijita. (Comienza
a desarmarlo) MAMA- (Se
lo impide, súbitamente decidida)
No, dejá... mejor que se caliente.
Que sea como una
venganza. !Ah... ya me
imagino la bronca
que se va a agarrar...
y yo me voy a reir a carcajadas. Haré bien? Te parece que me le ría? PARDA
- Por supuesto, nena. Hay que apretar en donde más les
duele. No querés que
te pinte las uñas mitad amarillo y mitad negro? MAMA
- (Se mira las manos pensativa y enseguida comienza a comerlas.) PARDA
- Te combina con el peinado. Te sale cuarenta y cinco pesos, pero el impacto sería brutal. MAMA
- Y
si se enoja y se me va de vuelta? MIMI
clienta - (Irrumpe,
totalmente destruida)
Buenas... me puede atender? PARDA
- Pase... con la señora ya casi terminé. Pase... MIMI
- Necesito
hacerme algo diferente. Quiero un cambio. Hágame
cualquier cosa, menos esto que tengo. Quiero otra personalidad. PARDA
- Bien...
tome asiento... lavo la cabeza? (Ante
la negativa,
le realizará la cola de caballo con los floripones de Peñarol.)
MIMI
- (Le
tocan la cabeza y se afloja como hipnotizada)
¡Mejor arránquemela! Estoy
destrozada. Más de un mes saliendo con el... veinte horas de café con la
historia de su vida, la ex-mujer, el IVA, el Mercosur,
los hijos, el fútbol, la política,
los amigos... el
paddel, sin darme cuenta... hasta hoy... en que fuimos... PARDA
- A
dónde? MIMI
- Imagínese... MAMA
- Hincha
de Nacional o de Peñarol? MIMI
– De
Nacional. MAMA- Ni
me hable. Son todos iguales. MIMI
- ¿Cómo
pudo hacerme eso?
¡ Una que con todo su amor le entrega su...
su... vida y... PARDA
– Y? MAMA
- Ni
me diga. Si es de Nacional, se dió vuelta y empezó a roncar. MIMI
- Peor.
Mucho peor... no se si se lo voy a perdonar. PARDA
- Eso...
con un baño caliente...qué digo...aquí tengo un
producto milagroso...setenta y nueve con cincuenta, sale. Se da
unos masajecitos en el sitio...es Aloe puro...y aqui no ha pasado nada. MIMI
- ¡Cómo
pudo mentirme así! ¡Un mes teniéndome a cuentos! Y yo
que me lo imaginaba tan... tan...a lo que es petizo... PARDA
- Peligrosísimos
los petizos. Simpáticos,
seductores... pura labia. MAMA
- Típico
en los petisos de Nacional. MIMI
- ¡Con las ilusiones que yo tenía! La vida entera soñando
con el día de hoy...
para encontrarme con algo así. PARDA
- (Le
hace a Mamá,
entre el pulgar y el índice la seña
de algo chiquitito,
tratando de que Mimí no la vea) MAMA
- Seguro es de Peñarol. PARDA
- Y
tiene pelo hasta acá. (Se señala
mitad de la frente) MIMI
- Y
ustedes como saben? PARDA
- Falta
de testosterona, es clarísimo. Si tiene mucho
pelo... (Seña de pene caido) Si es pelado... (Seña entusiasta) ¡Cuidado con
los pelados! MAMA
- (Pucheros,
levantándose)
Mi marido está tan pelado...
Te parece que volverá? PARDA
- (A
Mamá)
Si, pero vos... mantenete con el peinado.
(A Mimí que se levanta para
irse) No se
deprima, mijita. Todas
pasamos una primera
vez. (Toma el frasco
del Aloe) Con esto... ahí
no ha pasado nada.
Setenta y nueve con cincuenta. MIMI
- Es
que ojalá... hubiera pasado algo. PARDA
- No
entiendo. Entonces no la llevó al... MIMI
- Si,
me llevó. Al dentista. Le tiene miedo, quería que alguien
lo acompañara. PARDA
- (Reventando
el frasco de Aloe, al ver que perdió la venta)
¡No se preocupen, no vale la pena! Sonrían queridas... y salgan a
matar! Son doscientos treinta, cada una. MAMA
- (Mirándose
al espejo)
Me siento renovada... Anotámelo y... (pícara)
la semana que viene... te cuento. Chaucito. (Sale) MIMI
- (Pagando)
Gracias por todo... (Sale) PARDA
- Las
cosas que una se banca para ganarse la vida... (Abre
los brazos, los ojos en blanco) ¡Yo no se que
se piensan éstas que vienen a la peluquería a descargar! (Saca
una bandera de Peñarol y se envuelve. Lanza un alarido )
!Ahhhhhh...! |
PERSEGUIDA - El casamiento (Con
los acordes de: "Blanca y radiante va la novia..." entra
la Perseguida con paso
solemne. Sonríe y saluda, avanzando
por la nave de la
Iglesia ) PERSEGUIDA-
!Estoy reventada! Estas fajas me están matando. Pero por fin voy ha ser la señora DE. ¡Mire que le dijeron a mis padres y ellos nada! En España, Conchita podía ser un lindo nombre, pero que en este país quería decir otra cosa... ¡Y ellos nada! Les gustaba Conchita... y me crucificaron igual! ¡Años de sufrimientos y de risitas burlonas en la escuela. Y en el Liceo? Y en el trabajo? Mejor... no me quiero ni acordar. Menos que menos hoy, en que voy a dejar de ser Conchita Zola. Zola de apellido. Zola con zeta. (Disgustada con ella misma) No se para que lo explico si suena como conchita sola, igual. ¡ Pero basta de sufrimientos! Desde hoy seré la señora de Vaca. La señora de Eusebio Vaca Gando. Gando el segundo apellido. ¡Ah...! ¡Estoy tan emocionada! Estoy a punto de ponerme a llorar! Los zapatos me apretan tanto... Son de mi prima la Mariel, que calza como cinco números menos. Pero ya se sabe lo que sale un casamiento hoy en día... comprarse todo no se puede. Además una novia debe llevar algo prestado. (Cara de dolor terrible al dar cada paso, que convierte en sonrisa de compromiso) Y también debe llevar algo viejo... llevo el tul. El tul del moisés del nene de mi otra prima, la Lulubel, que ahí está... (Sonrisa falsa) Justo me está mirando. (Rápida mirada al vestido) ¡Ay, algo tengo... algo tengo porque ya comentó con la de al lado! Si la conoceré, ya me encontró algo para criticar, la muy falluta. (Sonsrisa tierna a Lulubel) Donde diga algo, cuento que al tul lo tuve que poner al sol tres días para sacarle el olor a pichí y las manchas de mierda. Sigue comentando... mejor se ocupara de la vida de ella...tuvo que hacer el moisés antes que el traje de casamiento. ¡Para eso yo me caso de blanco y con la cabeza bien alta! ¡Toda de blanco. De blanco inmaculado! Con algo celeste dice la gente, para que el primer nene salga varón... Yo no me puse nada porque en la primer ecografía ya me salió que es nena. ¡La puta que lo parió al ginecólogo ese! Por qué tenía que decirme si nadie le preguntó nada? Yo no quería enterarme ni si estaba embaraza... Espero que las cinco fajas no me la están abollando. Pobrecita, ya le espera bastante con ser mujer. Y hoy día ya se sabe... una no puede permitirse andar con el cerebro aplastado. ¡Ah... qué emoción..ah...! Este día es inolvidable en la vida de una. Ahí está mi vacaray... paradito en el altar... qué tierno... todo emocionado. Cuando sepa lo que me salió el vestido y todas las cuotas que hay para pagar... ¡Pero habiendo amor todo se arregla! ¡Si hasta la covacha inmunda en la que vamos a vivir, nos parece un nidito de estrellas! Por favor... el guanaco de mi suegra, lo que se puso... ¡Esto es una venganza! Mire que le dije: plumas no, doña, que ya no se usan. Y se me vino disfrazada de bataraza. Y yo que no le permití a mamita ser madrina por la chuequera que tiene. ¡Por qué... por qué... que horror! Pero qué veo? El cura es manco? Ah, no,..no hay derecho... y conqué mano bendice? No hay derecho... no es paquete... ¡Todo me tiene que salir mal a mí?! (Temblando de rabia) Sonreí, sonreí Conchita... las novias deben irradiar felicidad... Hoy se cristaliza un gran amor. Eso espero. Un poquito complicada la cristalización por los cuatro trabajos que tenemos cada uno... pero si Díos quiere con la ayuda de la Virgen y el Espíritu Santo en algún momento nos vamos a ver. ¡Ay, pero qué asco el arreglo floral! Y eso que le dije a la Tota: no me comprés las flores en la feria que la mitad vienen podridas. Pero qué me hizo... qué me hizo? Ay... que me vienen las náuseas. (Contiene gesto de vomitar) Respirá hondo Conchita... ya estás llegando al altar... respirá, eso... eso... ¡Ay, qué emoción! estoy llegando... ya llego, ya llegué. ¡Y ahora, por qué mierda no me sale una lágrima? ¡(Apagón) ¡Nooooo! Por qué un apagón en mi casamiento?! ¡La puta que los parió, perdone padre! !Por qué a mi, por qué, por qué?! |
ESCENA 6. |
Las
tres (La madre está sentada en el centro con un plato sopero y cuchara. La esposa y la amante dan vueltas nerviosas alrededor. Ninguna ve ni escucha a las otras.) MAMA
- Madre. Hoy
hice el caldito que le gusta al nene... PARDA
- Esposa. Todas
las noches me clava con la cena pronta. MIMI
- Amante. Este
me va a oir, me va a oir. MAMA
- Está
calentito... el caldo. PARDA
- Entiendo
que trabaja mucho y entiendo las reuniones del sindicato y
la barra de amigos y... !Pero también tiene una esposa y
siete hijos para atender! MIMI
- ¡Y
que no me salga conque tiene que cuidar a Blancanieves y a los siete
enanitos! O la deja de una vez o esto se terminó. MAMA
- Pobrecito
el nene... con los problemas que tiene... PARDA
-¡Las once y tres minutos, este debe andar con otra! MIMI
- ¡Las once, tres minutos, un segundo. Seguro que está en la
casa bancándose a la insípida de la esposa! MAMA
- Con
lo que extraña el caldidto que le hace mamá... PARDA
- Si
piensa que le voy a hacer otro escándalo, está muy equivocado. Ya se, le
pongo otra vez el purgante en la cena. MIMI
- Esa
mujer es capaz de matarlo antes de soltarlo. MAMA
- Yo
no sé... dos por tres se ataca de diarrea mi nene... PARDA
- Ya
está. Ahora lo tengo unos cuantos días adentro de casa. MIMI
- Para
qué me dice que lo espere a cenar, si después no viene? MAMA
- Porque
él lo que prefiere es el caldito que le prepara mamá... PARDA
- Este
tiene otra. Seguro que tiene otra. A mi no me engaña... si se le siente
de lejos el olor a pescado. MIMI
- Y
me hace prepararle corvina a la vasca y mejillones a la provenzal
y... porque a la mujer no le gusta y no le prepara
y... a mi tampoco. Si
no viene, la fiesta se la hace el gato. MAMA
- Siempre
anda mal del hígado el nene...comiendo
afuera...porquerías... él dice que no hay como la comidita que le
prepara mamá. PARDA
- Pero
yo me hago la boba. Si piensa que le voy a dar el
divorcio, está muy equivocado. MIMI
- O
inicia el divorcio ya, o esto se terminó. MAMA
– Por
eso yo lo espero con un caldito liviano. PARDA
- Qué
se piensa? Qué voy a andar a
monte con siete hijos? ¡No soy
Blancanieves y a ver lo que comen estos! Otra que enanitos... MIMI
- Una no puede pasarse
la vida, esperando a un hombre que no
se decide. Al final qué quiere? MAMA
- Mamá
sabe lo que el nene quiere. El caldito caliente, quiere... PARDA
- Pasado
mañana...cuando esté bien
deshidratado con el
purgante...ahí vamos a hablar. MIMI
- ¡Que
ni se piense que me voy a arruinar la vida por él! MAMA
- Pero
no importa. Mamita siempre lo está esperando con el
caldito pronto. PARDA
- ¡Ah,
que ganas que tengo de matarlo! MIMI
– ¡Abre
esa puerta y lo reviento! MAMA
- ¡Mamita
lo adora tanto! PARDA
- Pero
con una pensión de viuda no haga nada... MIMI
- Y
si disuelvo un somnífero en la salsa del pescado? MAMA
- Se
traga todo. Le gusta tanto comer a mi nene... PARDA
- ¡Las
once y media y este desgraciado no viene! MIMI
- ¡Otra
vez tirarle la corvina al gato! MAMA
- Mamá
lo espera sin horario... PARDA
- ¡Ah,
ya me imagino los retorcijones! Te hago un tecito, mi
amor? Tenés que atenderte estas diarreas recurrentes... MIMI
- !Lo voy a tener durmiendo como tres días...y que venga nomás
la esposa a buscarlo! MAMA - !Nene, viniste! No se porqué... pero tengo la impresión que tomando este caldito, te salvás de algo... |
PERSEGUIDA
- La maternidad. (Con fondo de tango que canta a la madre, entra la Perseguida con un batón raído del que penden alfileres, chupetes, trapos y objetos varios saliendo de los bolsillos. Despeinada, con una chancleta de diferente color y absolutamente histérica, trae a duras penas una enorme palangana con ropa y atados al pecho dos bebés a los que está amamantando. La música se mezcla con llantos de niños y la voz cascada de un viejo que vocifera cosas inentendibles.) PERSEGUIDA-¡Se callan todooos! ¡Estoy en la azotea... Ya bajooo!¡Se callan, dije, o los matooo! (Suspira)¡Ah... qué paz! (Comienza a colgar ropa) Subir a la azotea es un descanso... ¡Se callaaan! (Cae en que nadie la llama) Me estoy volviendo loca... ya grito hasta por las dudas... ¡Ahhh... tender ropa... que placer... subir a la azotea es disfrutar... ahhhh! (Se arrolla degolpe sobre un costado y lanza un alarido de dolor, mientras trata de arrancarse a uno de los bebés que le cuelgan al pecho) ¡Ayyy, Cristofer Alén, me mordiste, bestia! Mirá que me corto tu teta y te dejo sin nada! (Sacude los pechos) ¡El que muerda, pierde, entendieron bien los dos?! Ahhh... que airecito aquí arriba... qué paz... que ganas de suicidarme. (Como que los bebes se mueven) No... era un decir nomás... no se preocupen... pero que alivio de solo pensarlo. Descansar en paz... dormir, dormir sin que nadie me despierte para pedirme nada. (Grita hacia abajo) ¡Se callaaan! ¡Y usté la termina, viejo podrido que nadie le pidió su opinión para nada! ¡Y si el arroz está requemado es problema míooo! ¡Póngase los dientes que no le entiendo nadaaa! ¡Y si no le gusta no comaaa! ¡Cállensen o los meto a todos en el asilooo! (Se hace un silencio total. Advierte que desde otra azotea la están mirando) ¿Cómo anda vecina? ¿Yo? Y aquí me ve... como loca de los nervios por la humedá. Hace como una semana que no se me seca nada. Y con tanto chico... Y encima mi suegro que también se mea... Pobre, se le escapa por la próstata esa, vió? Yo tendería adentro si no fuera por el poco lugar que tenemo... cuando éramos tres, el más grande, mi marido y yo, ya no podíamos ni moverno, imaginesé... si cuelgo algo, morimo ahogados. Ya éramos muchos y él se empeñó en tener la nena, y dale conque las nenas son para el padre y todo eso de completar la parejita... (Retuerce la ropa como si la estrangulara) Mire qué nena! (Muestra el pecho) Varones dos y mellizos! Que son unos tesoros, angelitos... Díos me los conserve... (Salta por una mordida del otro costado) ¡Ayyy... Braian Leonardo! Son divinos... pero cómo muerden. (Casi en llanto) No me los puedo sacar de la teta... angustia oral dijo el dotor... porque parece que el ambiente no es tranquilo. Y claro, los angelitos quieren andar agarrados. Por un lado es mejor porque yo ando con la cabeza por cualquier parte... y así no me los olvido. ¡Pero el viejo! Eramos pocos y mi marido que se trae el padre. Que sería un santo, mire, si no fuera que empieza a joder desde la una de la mañana. Y yo le digo: no me tome tanta agua Don Ramón, que después a la noche se le afloja el cuerito. Y él nada...se me hace el sordo y después a cada hora está pidiendo el servicio y a los gritos, que como es sordo me despierta los nenes...y así estoy, cuando se duermen los mellizos, otra vez el viejo y de vuelta los mellizos... y el viejo. Menos mal que a mi marido con tres trabajos y changas extras, las dos horas que duerme no lo despierta ni san Cristo. Pero una, una sola para todo... que hay que ver, que donde pestañee y al viejo lo ataje tarde, ya está todito ensopado y que si no lo cambio se me paspa... ¡A usté le parece que es vida, esto?! ¡Le juro que hay días, mire, que ando despierta por dentro pero con los párpados pegados! Que el dotor me dijo que no preocupe, que el problema sería si fuera al revés...pero yo no se... Y al viejo que le tiembla la mano y hay que cebarle el mate y empieza que tan caliente no, que ponele un poquito de fría y allá voy yo y se la caliento. ¡Y que ahora está pa pelar chancho! Y allá voy yo y se la enfrío. ¡Justo a mi me toca este calvario que soy tan desgraciada que ni mate tomo! Ahora que digo: ¿vió lo que salió en las noticias de ese viejo que le tiraron con la caldera hirviendo? ¡Cómo puede haber gente tan salvaje digo yo! ¡Se callaaan! Si no se pone los dientes no le entiendo nadaaa! Queeé? (a la vecina) ¡Hasta esa desgracia tengo! Me va dejando los dientes por cualquier lado. ¡Cada susto me pego! No hay derecho que una vaya a abrir la heladera y se encuentre con los dientes en el caldo. Y no es por mal... pero a mi me impresionan. ¡En lo poco que duermo, sueño que una dentadura me persigue para comerme! (Se fija en la ropa tendida y se desespera) ¡Ay, no! Tendí la ropa seca! (La junta rápidamente) Entonces guardé la mojada en el ropero? ¿Qué hice? Ay... a mí me va a dar algo... ay, Díos mío... ay qué ganas de suicidarme! No... pero no se asuste vecina... son pavadas que una dice... Mi marido me adora, mis hijos son sanitos, el viejo jode pero los pajaritos cantan... ¡Ya voy, no grite más! !Fabio Rigobertooo, descolgá al abuelo yaaa!1 - Moverno, morimo, dotor, etc.: El personaje omite letras de algunas palabras, aplicando un modismo lunfardo estendido en las zonas marginales de Montevideo. |
ESCENA 7. |
El hombre ideal(Parda, Mamá y Mimí, rodeando compungidas un ataud imaginario) MIMI
- Feminista. Pobrecito... MAMA
- feminista. Era
el hombre ideal. PARDA
- Feminista. Y
cómo fue? MIMI
- Bien
no se sabe... parece que tuvo un día normal. MAMA - Según
dicen, se levantó como siempre a las 7 A.M. Como ella se va primero, él
preparó el desayuno para los nenes y... PARDA
- ¡Era un ejemplo! MIMI - Café con leche para
la nena, cocoa para el nene y la
mamadera para el más chiquito. Mientras hervía la leche, lavó los
platos del día anterior. Después
sacó la basura, paseó el perro y
regó las plantas del
jardín, pero según los vecinos, estas cosas
las hacía normalmente todos los días. MAMA
- Levantó
y bañó a los nenes y
se tomó el trabajo de curarle la cola
al más chiquito que
parece que la tiene paspada.
Sabemos esto, porque
lo dejó un momento con la vecina mientras
llevaba los otros nenes al club. Fué al supermercado, hizo las
compras y de pasada a la
zapatería porque al mayor se le había descosido un zapato. Volvió y
levantó al nene y todavía se quedó
un rato hablando con
la vecina... que le contó de su última
operación. PARDA
- ¡Un
ejemplar fuera de serie! MIMI
- Después
de bancarse a la
vecina deprimida. puso la ropa en la lavadora,
planchó las túnicas. Parece que cosió más de un
botón, lavó y cocinó las espinacas para la noche. Porque la
esposa hace dieta,
tendió las camas, barrió el comedor. sacudió el living
y se fue a buscar los nenes al club. MAMA
- Pasando
después por la mutualista, para que le miraran al nene la cola y le recetaran
otra pomada. Volvió con todos derechito
a pelar papas,
para el puercito del bebé y viste como son
los chiquilines, siempre quieren papas fritas, así que les hizo. PARDA
- ¡Un
paradigma del feminismo! MIMI
- ¡Shh...!
no te alteres Fany, que estamos en el velorio. MAMA
- Después
consiguió que se lavaran los dientes, los peinó, les puso la
túnica, los llevó a la escuela y al chiquito a la
guardería. Justo la directora daba una charla obligatoria sobre el
desarrollo del niño
de 0 a 6 meses. Si zafaba quedaba como
mal padre,
imaginate...con todo lo que tenía atrasado en el trabajo. PARDA
- Y
le atacaron los nervios, pobrecito... MIMI
- Seguro,
porque cuando logró salir de la escuela, con un
complejo de culpa enorme, porque justo iban en los miedos de los
nenes de una
año, llega
corriendo a la parada para ver que
perdía el ómnibus.
Un 147 que pasa uno cada media hora... MAMA
- Dicen
que lo vieron
corriendo detrás del ómnibus
como veinte cuadras...
corría gritando, con lo malo que es hacer eso. PARDA
_ Y
qué gritaba? MIMI
- Nadie
le entendió. Pero date cuenta que el pobre santito, entraba a la una y el
jefe siempre le echaba en cara que al llegar tarde,
ponía de excusa a los
nenes. Y tomar taxi todos los días, no
se puede. MAMA
- Parece
que
el jefe... (Chisme) que
andaba recaliente porque
la mujer lo engaña,
se la agarró con él. "Que si usted es padre
a mí no
me importa! Si tiene
hijos no trabaje."
Etc,etc.. La cuestión
que le tiró con todo lo atrasado de dos semanas, más
lo que él ya de atrasado tenía, y le exigió que le entregara
todo a las siete en punto. PARDA
- Ah...
si, los cornudos se ponen histéricos. MIMI - Y el santito
que no había planificado quedarse a
hacer horas extras, empezó a desesperar, pensando en quién iba a
levantar los nenes de la
escuela. Porque la esposa está de mañana en una empresa,
pero en la tarde es tramitadora, anda de
un lado para otro y él
no la podía localizar. PARDA
- Pobre...
y no podía plantearle al jefe el problema de los nenes. MAMA
- ¡Eso!
Que al final logró convencer por teléfono a la madre,
para que fuera a buscarlos. Ya anticipándose al lío que iba a
tener a la
noche con la esposa, que parece que a la suegra no
la puede ver. PARDA
- Un
típico homus-evolucionado-estresado, pobrecito. MIMI
- Salió
como loco para llegar a la casa a las siete y media,
para encontrarse con que a la vieja el nene más grande le había
reventado el
dedo gordo con una maceta. (Chisme)Según
la vecina
de enfrente, la madre
le gritó de todo...! Qué nunca más la
llamara para cuidar a esos monstruos, que eran unos maleducados insoportables, que
era su
culpa que fueran una
plaga, no
nietos, que... etc. etc. MAMA
- Conclusión:
Se puso a preparar la cena, mientras iba
bañando a los más chiquitos y le vigilaba al grande los deberes. Les
dio de cenar, le puso la
cremita al bebe, limpió los restos del
postre en la alfombra,
(había hecho flan), corrigió los deberes,
entró la ropa seca, puso la del día en jabón, dió una
repasadita general
a la casa, después de acostar a los nenes y tuvo tiemppo
de bañarse, areglarse y perfumarse para esperarla a ella con la
mesa servida y con velas, para dos. PARDA
- ¡Una
pérdida irreparable! ¡Un ejemplo para las sociedades machistas!
MIMI
- !Shhh...
Fany! Mirale la carita... el rictus de resignación. MAMA -Me
contó la del piso de abajo... (Chisme)
que parece que se siente todo...que después
de cenar ella quería hacer el amor...a
toda costa...y él le decía que le dolía la cabeza. que estaba
cansado, que no podía más...pero
al final...según la de abajo, se sintió el ruidito
de la cama por un buen rato y más tarde
escuchó que ella le
pedía en té. Dice que sintió el
ruido de las zapatillas, arrastrándose
hasta la cocina... PARDA
- Un
esposo tierno, cariñoso, atento. MIMI
- Quedó
sentado, duro... con el sobrecito de té en la mano, esperando que
hirviera el agua. MAMA
- En
fín... trabajó todo el día como una mujer. (Se miran las tres y dicen al unísono: Que descanse en paz. AMEN) |
PERSEGUIDA
- La menopausia (Frente al TV, en camisón pasado de moda. Encremada y con las cejas maquilladas exageradamente, un ojo amoratado y el labio partido. De ruleros, mira absorta la pantalla, sorbiendo ruidosamente de un matecito de lata, alternando la bolsa de hielo por diversos machucones en el cuerpo.) Tanda
TV - ¿Usted
se mira al espejo? Si su cutis cruje cual una
hoja seca, usted está necesitando MARAVILLA, la super crema. ¡No
permita que el otoño se instale en su piel!
Con una sola aplicación nocturna de
MARAVILLA, durante
un mes, logrará que su cutis
luzca de MARAVILLA. Y
las manos de él ... la recorrerán! PERSEGUIDA
- A
mí me recorren igual... sin Maravilla. ¡Ay...! Tanda
TV - Si quieres cambiar
tu estilo;
verte jóven,
bonita, elegante...¡Anótate en la escuela de modelos CHANELA
donde encontrará tu verdadera personalidad!
(Ella ensaya unos pasos
de modelo, que deja enseguida, porque está reventada y se le
afloja la cadera)¡Dirigida por la propia; CHANELA y en sólo
dos meses y medio, en otra mujer te convertirás! Otra Tanda-Él...
se deja seducir por la
envolvente fragancia de tu cuerpo. Él...
él enloquecerá
con el perfume de
INSULS. (Ella
toma un aerosol y lo
tira lejos) Usa INSULS, el único desodorante verdaderamente femenino y
algo inesperado puede ocurrir!
PERSEGUIDA
- Si, me tapó un ojo porque ya tenía un desodorante y me compré otro. (Ilusionada) ¿Qué tal será esa crema maravillosa? Otra Tanda -Para los días difíciles de toda mujer: ¡HISTEROL!
El analgésico
indicado, con exclusiva formulación femenina !HISTEROL,
para que luzcas radiante. En todo los días
del mes! (Musiquita) !HISTEROL: Histerol, Histerol, para tus días
difíciles. HISTEROL, Histerol, Histerol, para pasarla bien! (Ella
saca un blister y se traga un puñado con el mate) PERSEGUIDA
- A mi ya se me
retiró... pero sigo teniendo días difíciles.
(Se toca
el ojo amoratado)
De repente, tendría que
cambiarme el estilo... TV
- Continuamos amigas, en la tarde de la mujer.
Ahora con la doctora Maricucha Pons de LLuvet, quien nos hablará de la
menopausia, ese tan delicado
en la vida de toda mujer.
La escuchamos,
doctora...
PERSEGUIDA -(Interesadísima)
¡PAh... justito para mí! Doctora
- (Terribles
carraspeos y toses) La
menopausia, es
la contrapartida de la adolescencia y sus efectos son comparables
e igualmente naturales. Puede llegar sin trastornos perceptibles
(La
Perseguida con cara de
no entender nada) O
pueden existir
molestias. Pero al final del
proceso es invariablemente el
comienzo de una vida mejor. PERSEGUIDA
- ¡Dios te oiga, che! Doctora
- (Echando los pulmones) Las
molestias o sonrojos...
(Suena el timbre en lo de la
Perseguida) Son comparables al
rubor de la adolescencia: enrojecimiento de la cara y el cuello,
acompañados de golpes de calor y seguidos
por un escalofrío... PERSEGUIDA
- Ah, si... golpes, si... Doctora
- Muchas
veces provocado por un estado
(Suena el timbre) de
nerviosismo o una atmósfera cálida... PERSEGUIDA
- Cálido...
más bien recaliente... cuando el Cacho anda caliente. Doctora
- Pero
a veces produciéndose en la cama, por
la noche, jaquecas, vértigo, mal
humor, angustia
e incluso
depresión
(timbrazo largo) PERSEGUIDA
- De eso tengo todo. Doctora -O
ganas de llorar sin motivo. PERSEGUIDA -¿Más
todavía?¿Y encima sin motivo? Doctora
- (Más toses) Se puede
presentar además... (Toses,
golpes en la
puerta, timbre sostenido) PERSEGUIDA
- (Ella
totalmente abstraída no escucha nada más
que la TV.) Pero a las que somos pura risa, esas cosas no nos
atacan. Doctora
- Incapacidad
para concentrarse, pereza, aspereza,
retraimiento. variación en el apetito, dispepsia, flatulencia... PERSEGUIDA
- El
qué? Locutora
- Todo eso y mucho más...
después de la tanda
seguimos con la Doctora. PERSEGUIDA
- Pucha,
siempre hacen lo
mismo, Cuando viene lo mejor,
cortan. (Percibe
que le están tirando la puerta abajo
a timbrazos
y patadas. Se vuelven a oir
las tandas del comienzo. Ella
salta aterrorizada y a toda velocidad se saca la crema. Se quita
los ruleros, se pinta los labios, se pone un salto de cama
horrible, etc.)Ya voy... mi amorcito... me estoy arreglando
amor. VOZ
de hombre - Si...
ahora vas a ver como te
arreglo. (Más golpes) ¡Abrí
de una vez, pasmada. PERSEGUIDA
- (Apaga la TV y ensaya una pose seductora, suspira y dice señalando hacia la puerta:) !Ya voy, Pocholo... esperáte un poquito, che... ni que tuvieras la menopausia! |
ESCENA 8. |
La
soledad. (La PERESEGUIDA muy vieja, en un sillón hamaca, con una maceta con horrible planta de flores de plástico, en los brazos) De repente a mi hija la Mimí, se le perdió el reloj.
Hace como tres horas
que la estoy esperando. Se le pierde todo a esa muchacha.
(Grita hacia un costado) Ursula qué hora es? Qué
hora es? (Espera, nadie contesta)
Esta enfermera tien puesto
bien el nombre... es
un urso... hay
que ver la forma en que
clava las
inyecciones... y los
supositorios... gracias a Dios que yo
estoy bien... a mi lo único que tiene para darme es la hora... y
ya ven. Yo
estoy aquí
para no darle trabajo a mi familia...
porque yo quiero estoy. Así
no le complico la vida a nadie. Además ellos me vienen
a ver... Seguro que la
Mimí perdió el reloj.
Tiene una suerte
esta muchacha. Enseguida encuentra quien le regale
otro. Hace poco tenía uno con la malla... todo de oro. Se lo regaló
un empresario porque ella le hizo un favor. Me salió tan
trabajadora esta muchacha y
tan simpática... lástima que no ha tenido
suerte con los
maridos...pero bueno, tampoco le va mal... por lo
menos siempre consigue que alguien la lleve en el auto. Ahora dijo
que iba a pedirle a un
amigo que nos llevara hasta el cementerio
en el auto. Tenían que pasar antes por algún lado... ya no me
acuerdo por dónde me dijo... seguro que perdió el reloj. (LLama
gritando) ¡Qué hora
es?! La otra que quedó en llevarme es mi
nuera... pero uno nunca
sabe... yo le dije a
mi hijo: no te
casés con
una parda... son atravesados los pardos... pero el pobrecito se
enamoró. Yo no tengo nada que decir. Ella es buena, si... pero a
mi no me
gustaba la
mezcla. O
blanco o
negro. Las
pardas son
celosas... y él
hay que ver lo que está de ocupado.
Siempre de viaje... ni
para el día de la madre pudo venir... Tenía
razón el escribano:
sus hijos están muy ocupados, me dijo. Usté firme
acá y no les diga nada, porque esto es un trámite sobre las
propiedades, sin
importancia. Es tan simpático el
escribano... dos por
tres me viene a ver. Y me
trae flores y... no como dice la Tota que está muerta de envidia porque un hombre me viene a
ver... Mire si va a venir
para saber si me morí. La Tota es una víbora.
Los hijos la pusieron acá porque no la aguantaban más. El otro día
el escribano me trajo bombones.
La tota se puso como loca, que podían
estar envenenados, que no los comiera... que... ¡Úrsula, qué hora es?!
Que... al final ni siquiera los probé porque la caja
se la agarró el
perro. Un mal enseñado es ese perro... pero
tenemos que aguantarlo
porque es de la dueña de la casa
de... teníamos bah... por
suerte desapareció el perro... nadie sabe. Se fué
con mis bombones
el sinverguenza... y yo que quería convidar
a mis nietitos... no se
si aguantarían frescos
hasta el
día del abuelo... cuando vinieron el año pasado, los
convidé con galletitas. El más chiquito me preguntó si yo era una vieja
de mierda... Eso es porque acá está lleno de viejos de mierda. Yo le
dije a mi nuera: hacés bien
en no traerlos seguido. Acá
no hay buen
ambiente para los niños.
Lo mejor es que me vengan a buscar y
me lleven a
verlos a su casa... pero con la
vida moderna... están
tan ocupados. El que me sacó dos por tres es el
escribano. Me lleva
a tantos lados... está como enamorado...
diga que una ya...
inventa juegos...
El domingo
fuimos a
pasear por
el puerto... quería que
yo caminara saltando en un pié por el
borde de la dársena...
es tan divertido ese muchacho...
primero probó para
mostrarme que no daba
vértigo y pobrecito...
tuvieron que rescatarlo. ¡Como veinte
marineros se
tiraron al
agua... ¡Úrsula...! ¡Contestáme desgraciada! PARDA
- Usted
siempre tan amable. ¿Cómo anda? PERSEGUIDA
- Bien...
y los nenes? ¿Por qué no los trajiste? PARDA
- No
es lugar un cementerio, para llevarlos,
no le parece? PERSEGUIDA- Viniste
en el auto? PARDA
- No. Su hijo me explicó que tenemos que tomar el 125. Se fue
con el auto al estadio. Dice que después no encuentra en que
venir... PERSEGUIDA
- Un
2 de noviembre... hay partido en el estadio? PARDA
- ¡Hoy
es... 2 de noviembre? PERSEGUIDA
- Vos
nunca sabés ni en que día vivís... yo se lo dije al nene...
PARDA
- ¡Me
dijo que había clásico por el feriado...yo lo mato a este! (Sale furiosa, muy apurada) PERSEGUIDA
- No
te vayas nena... ¿y quién me acompaña al cementerio? MIMI
- (Entrando
nerviosa)
Dale mamita... vamos... dale... que Julio César dejó el auto mal
estacionado... PERSEGUIDA -Pero
¿qué les pasa a todos hoy? ¿Por
qué andan tan apurados? MIMI -(Saliendo,
llevándola casi de
arrastro)
Te dejamos de pasada. Después te venís en un taxi, porque Julio César
tiene una reunión de directorio
y no podemos estar esperando que vos
riegues las plantas de
plástico y todo eso... PERSEGUIDA- - Ayer miramos "El jardín de los placeres prohibidos". Yo no se los grandes...se entretienen con cada pavada. Se trataba de un jardinero que iba de casa en casa y de jardín en jardín. Todas las señoras lo contrataban. Tenía unos músculos ese jardinero... había que ver como plantaba y regaba, plantaba y regaba... y todas se quedaban contentas y lo contrataban para otra vez... Pero de la semillita no aparecía nada... A mí lo único que me quedó claro es la importancia que en esta vida tienen los jardineros. Ahora entiendo porque hay tantas casas de apartamentos... Yo cuando sea grande voy a tener un jardín. ¡Qué necesarios son los jardineros! |
Ana Magnabosco
Ir a índice de Teatro |
Ir a índice de Magnabosco, Ana |
Ir a página inicio |
Ir a mapa del sitio |