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Sembré la simiente con mis manos
Cuando asomó la primera hoja
Lo rodeé de estacas para protegerlo
Tal vez agradecido
Elevóse pronto sobre su tallo
Y fue creciendo.
Cada año, renovaba la tierra
Abonaba sus raíces
Regándolo después, mientras cantaba.
Durante quince años dialogamos
Èl, mirándome ya desde lo alto
Estremecía sus hojas alargadas
Quizá para alegrarme.
Cuantas veces abracé su tronco
Murmurando: amigo mío
Estoy aquí, al igual que tú
Escuchando el viento
Dorándome al sol
Y cazando estrellas en la noche azulada.
Una vez, solo una vez
Se cubrió de frutos.
Con qué emoción tendí las manos
Para arrancarlos. Muy suave
Para no hacerle daño.
Verdes y oblongos
Fueron deleite en la mesa.
Mas luego, ah, luego
Pasado el tiempo, los años
Alguien lo arrancó de cuajo.
No quise verlo. Se lo llevaron
Lejos. Tal vez donde llevan
A los árboles muertos.
Hoy, no quiero reír
Está sombrío el huerto. |
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