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En la calma doliente de la noche,
sobre este banco que ha caído mi frente,
la aguardo, entre el dolor y el reproche
mientras muy triste solloza la fuente.
Vienen entonces recuerdos lejanos
y oigo su voz:-“ todo nos pasa luego”-
Siento que el ayer se va de mis manos
y que mi alma la busca sin sosiego.
Han pasado ya muchísimos días
y vuelvo a este banco al caer de las tardes
con la misma ansiedad y alegría
que espera mi alma agobiada y cobarde.
En el parque va cayendo el invierno.
Los álamos la nombran tristemente.
Voy tan solo en la penumbra y enfermo,
mientras mi alma solloza entre la fuente… |