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En
remembranza: Heath Ledger Dr. Félix E. F. Larocca |
Hoy, mientras estamos en Puerto Rico, nos
llaman de una emisora de televisión. La reportera desea hacerme preguntas y pide
que haga comentarios acerca de la muerte prematura del actor australiano
Heath Ledger. Su temor es que la juventud local tratará de imitar al
joven actor en su desatino, si es que no entienden la seriedad de lo que
en su caso sucediera. Le propuse responderle por escrito. Éstas son sus preguntas:
Mis respuestas Las circunstancias
conocidas del caso Cuando se hicieran públicas, las noticias
de la muerte del famoso personaje, se dice que su ama de llaves reportó,
que al mediodía, cuando lo chequeara el actor dormía y roncaba y que a
las tres de la tarde su cuerpo estaba frío.
Heath
Ledger (4 de abril, 1979 - 22 de enero, 2008) El proceso de la
sobredosis Cuando se toman cantidades excesivas de
medicinas para dormir, primero, la persona comienza sintiéndose
somnolienta --- es como si hubiese tomado la proporción indicada ---
luego, y progresivamente, la persona cae en un sueño profundo, que avanza
dentro de un estado de coma. Más adelante, y si la dosis fue lo
suficientemente alta, la respiración cesa y la muerte deviene. Es tan simple. Lo de tener sueños durante este proceso es
debatible, pero no imposible. La razón para esto último es que el estado
de estupor inducido por las píldoras no es exactamente igual al sueño
normal del que gozamos todas las noches. Las sustancias que, artificialmente inducen el sueño, disturban el ciclo normal de la función de dormir porque reducen la arquitectura y actividad REM, que es el estado cuando la acción onírica ocurre.
En el caso del actor, cuya vida fuera trágicamente
truncada, la policía descubrió varias clases de drogas prescritas, en su
alcoba. Ambien,
Zopiclone, versiones genéricas
de Xanax y Valium Las drogas del tipo de Ambien
y Zopiclone se conocen como hipnóticas
y se usan para combatir el insomnio, mientras que el Xanax y el Valium se
conocen como ansiolíticos o drogas para combatir la ansiedad --- pero, no
importa, todas son similares en su actividad cerebral. Por ejemplo, se
pueden tomar 5 miligramos de Valium
si uno se siente ansioso; pero esa misma dosis puede inducir el sueño en
una persona relajada. Otros pueden requerir una dosis más baja para la
ansiedad y una mayor para dormir. Así, muchos aprender a “jugar” con
estas drogas potencialmente peligrosas. Todas estas sustancias actúan en el cerebro
mediante su interacción con los receptores del GABA (o ácido gama-amino
butírico). Este es el neurotransmisor principal involucrado en la calma
individual o en la inhibición del estado de alerta. Como consecuencia,
cuando estas drogas se ingieren, cada célula en el encéfalo se torna más
sensitiva a la señal proveniente del GABA que las hace menos proclive a
responder cuando se estimula. Lo último resulta en una supresión de la
actividad del cerebro y hace que la persona caiga dentro de en un estado
de somnolencia que hace que finalmente duerma. Pero, demasiada supresión puede conducir a
que la persona progrese del dormir hacia el coma. En la sobredosis de medicinas, como las que
Ledger tomara, el sueño y el coma son parte de la misma línea extendida
de respuesta funcional. Por ejemplo, personas en comas ligeros,
pueden responder a la estimulación, abriendo los ojos y hablando ---
Pero, la adición de antihistamínicos como el Donormyl
--- también encontrado en la alcoba del fenecido actor --- se usan
asimismo como ayudas para conciliar el sueño. Sin embargo, estas últimas
actúan de manera disímil y presentan sus propios riesgos añadidos. La evidencia triste, es que el infausto
joven, usó un potpurrí farmacológico que la causaría la muerte. Si el acto mismo, fuera o no intencional ---
nunca, con certeza lo sabremos. Generalmente, las personas que así hacen
uso de estas sustancias, por las razones que sean, acostumbran a
mezclarlas aumentando los peligros asociados. La fisiología Yaciendo en un estado de coma no mata por sí mismo, pero el peligro de
muerte crece a medida que el cerebro, comatoso, gradualmente se apaga. Si el centro respiratorio cerebral no recibe
la estimulación necesaria para su actividad, el cuerpo cesa la función
de ventilación pulmonar. Una persona, normalmente, respira de unas
doce a veinte veces por minuto. Lo que en el caso de las sobredosis
disminuye considerablemente, convirtiéndose, las últimas, en funciones
de actividad respiratoria superficiales. Sin recibir oxígeno en cantidades
adecuadas, el corazón comienza a latir de modo irregular y la presión
arterial cae. La respiración, eventualmente, cesará.
Pero, antes de que esto ocurra, una persona inconsciente puede ahogarse
con su lengua o con el reflujo de su propia saliva. Dependiendo en la capacidad individual para
metabolizar drogas el proceso que culmina en la muerte puede tomar varias
horas. Si las drogas tomadas son en forma líquida
o se mezclan con el alcohol, este itinerario se acorta de manera
considerable. En
resumen No es buena idea usar drogas algunas sin
dirección médica. Bibliografía Suministrada por solicitud. |
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