Colabore para que Letras - Uruguay continúe siendo independiente |
De cómo y por qué las adicciones y las dependencias nos controlan las vidas |
En
el campo reciente del entendimiento psicológico de las dependencias, sin
tan siquiera pensarlo, se “puede ser dependiente” de las cosas más
increíbles y triviales: se puede ser dependiente del masajista, del
peluquero, en apostar el dinero, a la comida, al terapeuta, al poder, al
sexo --- sin mencionar las dependencias tradicionales al alcohol, el
tabaco, al azúcar y a otras substancias de características disparejas. A
medida que nuevas actividades se introducen en nuestras vidas y en nuestra
cultura, las posibilidades de ser “dependiente” a actividades
imprevistas se multiplican.
Se
dicen que se es dependiente a la estimulación derivada de la literatura
erótica, al uso obsesivo del Internet, al visitar los chat
rooms de la red mundial, a la publicación de material en forma de
protesta social y aún a ciertas prácticas parafílicas --- las que como
el exhibicionismo y el voyerismo --- son fenómenos de incremento reciente
que se interpretan, por muchos, como dependencias. A
este respecto, puede formularse la pregunta siguiente: ¿Cómo
es posible que un ser inteligente, maduro y bien adaptado, pueda depender
en la pornografía? Como tantos hacen. En espiar los vecinos, como mirón
indiscreto. O exhibiendo de
modo sorpresivo sus órganos genitales a mujeres desprevenidas --- algo,
que como hábito es difícil de eliminar. ¿Cómo
es posible que un hombre pueda ser dependiente a vestir como mujer, o ser
promiscuo e indiscriminado en sus inclinaciones sexuales? Parece
inconcebible, pero es posible… muy posible. Primero
veamos unos ejemplos sustraídos de la experiencia clínica y después
trataremos de ofrecer una explicación. El
caso de Jon Jon
era un joven fisicoculturista (body
builder) de apenas dieciséis años de edad cuando su médico lo
refirió. El
problema: Jon se había desnudado, cubriéndose con un capote de lluvia y
después exhibió sus genitales a las amigas de su hermana de apenas
quince años de edad. ¡Escándalo!
¡Tragedia! ¡Catástrofe! El fin del mundo se aproxima, anunciado por
este acto infame de perversidad sexual. Antes
de escandalizarnos, primero analicemos lo que motiva a quienes como Jon se
comportan.
El
caso de Dani Dani,
hombre de veinticinco años se pasa el tiempo absorto en ver películas
pornográficas y en escuchar unas cintas de actividad sexual tórrida, que
grabara subrepticiamente cuando su esposa le fuera infiel. Cuando
no está en el gimnasio donde se estimula a la vista de los cuerpos
desnudos de otros hombres. Dani, “el macho”, se masturba escuchando
los jadeos y suspiros extáticos que exhalara la mujer cuando yacía en la
cama amatoria con el hombre con quien le fuera infiel. El
caso de Augusto Nunca
trabajó en su vida. Augusto era víctima del gastar el dinero de modo
compulsivo. Era tan cierto que tenía esa dependencia, que lo habían
internado en una unidad para el tratamiento de la tendencia al gasto
compulsivo de dinero, en los EE. UU. Compraba
de todo lo que encontraba, sin reparar en el hecho de que, a menudo, lo
que compraba era duplicado de lo que ya poseía. Compraba
y adquiría de manera compulsiva.
Alcohólico
por Jan Saudek El
caso de Reynaldo Reynaldo
construyó un website, el cual
mantenía para escribir editoriales en contra de causas que le molestaban,
defender las que le complacieran, e invitar a sus amigos y visitantes al
sitio a que hicieran sus contribuciones a los mismos temas. Para
atraer más visitantes a su sitio, y como la competencia por nuevos
clientes en los websites es tan inmensa, en su portal proveía recetas de cocina,
fotos de mujeres desnudas, información acerca del estado del tiempo y
detalle de los vuelos en el aeropuerto internacional local. La
vida la pasaba concentrado en las actividades relacionadas a la
actualización del contenido de su lugar electrónico. La
adicción a la comida, como causa de la obesidad, es similar al
alcoholismo… piensan algunos… Los
adictos crónicos a la comida, especialmente a la llamada junk
food, sufren el mismo tipo de enfermedad que las personas aquejadas
por el alcoholismo o los estupefacientes, según un estudio de la
Universidad de Florida (UF). El
académico, quien es autor de tres estudios sobre el tema, publicados en
el Journal of Addictive Diseases,
se contestó, que son escasas. ''Cuando se observan sus cerebros y la
respuesta [que registran estas adicciones en la imaginería resonante],
las diferencias no son significativas'', afirmó Gold, quien también es
profesor de psiquiatría en el McKnight
Brain Institute de la UF.
Absintio La
obesidad, por su parte, es la segunda causa de muerte prematura en los
EE.UU. y los expertos prevén que en los próximos 20 años sobrepase al
tabaquismo, como la primera. Según las estadísticas del 2006 del National
Center for Health Statistics, alrededor de un 64 por ciento de los
estadounidenses mayores de 20 años son obesos. En
resumen
Aunque
se haya demostrado que las vías de procesamiento y de metabolismo en el
hipotálamo, de las varias condiciones adictivas son parecidas. La comida,
por su naturaleza especial y por ser elemento esencial para la
supervivencia, debe de ser considerada como algo más que una simple
adicción, cuando se la entiende como parte del tratamiento de la
obesidad.
Las otras “dependencias”, de que ya habláramos, derivan su pulsión de las actividades de la serotonina y de las endorfinas en el cerebro. Por eso son tan pertinaces y tan resistentes a todo tratamiento. Bibliografía ·
Larocca, F. E. F: (2008) Obesidad
2008 en letras-uruguay.com ·
Larocca, F. E. F: (2008) El
Cerebro Emocional en letras-uruguay.com . Larocca. F. E. F: (2007) Pornografía y Erotismo en psikis.cl.com |
Dr. Félix E. F. Larocca
Ir a índice de Ciencia y Vida |
Ir a Larocca, Félix E. F. |
Ir a página inicio |
Ir a mapa del sitio |