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Adolescencia: Quo vadis?
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Esta lección es acerca
de la adolescencia. Pero de la adolescencia, vista como fenómeno demográfico
aplicable al entorno dominicano, como igualmente puede ser interpolada con
la de muchos países latinos con una clase afluente similar a la nuestra. No es mi propósito
hacer un estudio de la adolescencia como el fenómeno biosociológico de
la pubertad, con que a menudo se confunde, o de su secuela, la
adolescencia propia. Esa contribución ya la hicimos, compilando las
contribuciones de los líderes en el sujeto, hace ya varios años. (Véase:
La Pubertad: Creación de Dios --- La Adolescencia: Invención Humana).
Esta lección consiste
en un análisis de ésa, nuestra invención --- esa moratoria especial ---
que se caracteriza por una dependencia inusitada --- por todos, conocida
como la adolescencia --- y de sus epifénomenos emocionales y sociales. Ya que como, antes de
mi parafrase, en el título de mi ponencia, anteriormente citada, Erikson
dijera: La Pubertad es fenómeno de Dios, la adolescencia, es invención
del hombre. Entonces, hablemos de
la adolescencia --- la invención humana (Véase: Centuries
of Chilhood por P. Aries).
Cuando de la
adolescencia se habla, la “identificación”, como parte esencial la
misma, se insinúa en el tema Si
la identificación siempre fuera una tarea ardua para los adolescentes,
como algunos creen. Ya que, de acuerdo con ellos, ésta constituye la
labor principal de este período en el ciclo vital. Hoy se haría más difícil
--- según el autor de este ensayo --– en tiempos en que, bajo la crisis
de identidad de la sociedad en general, los adultos mismos atraviesan una
desorientación, que sólo podría resolverse a través del examen y mutua
dialéctica entre generaciones, por todas partes del mundo civilizado. Dejemos
claramente establecido, desde el principio, que: la identificación --– sexual
--- que es lo que al término “identificación” oblicuamente alude. No
es tarea de la adolescencia --- sino que es tarea de la pubescencia, la
que, para estos tiempos, estaría ya rebasada. La
tarea de la adolescencia, no es una sino que son dos
tareas: el logro de la autonomía y la adquisición de la
independencia. Santo
Domingo --- cualquier viernes por la noche…
La
tragedia ocurre en una discoteca local. Jóvenes consumen tequila. Lo
hacen en una gesta de resistencia al alcohol --- hasta que, víctimas de
la intoxicación --- algunos pierden la vida. El hecho conmovedor, resalta
tanto la desprotección homicida a la cual están expuestos muchos
adolescentes --- como su espíritu es dócil y, a veces, fatalmente
sugestionable. Todos
reprobaron lo ocurrido, aunque sucediera, por voluntad de las víctimas. Todos,
asimismo prometieron precaver situaciones similares --- para pronto,
olvidando su experiencia y promesas --- retornar en rebusca de nuevos
entusiasmos parecidos. Que
lo repitan no debe sorprendernos, ya que es parte del estado de flujo
emocional que caracteriza este período de la vida. La
razón no es simple. Es
que, comprendámoslo, la adolescencia es un tiempo abierto a la revisión
y a la producción de dos tipos de procesos de reestructuración psíquica:
1.
los que determinan los modos de consolidación de la identidad sexual que
comienzan en la pubertad y 2.
los que plasman la reconstrucción de afirmaciones éticas, sometiéndolas
a una valoración individual con el fin de lograr una independencia
madura. La
palabra clave es: independencia --- a la que añadiremos, “madura” y
“genuina”. Erikson
describió esta etapa como un período de dialéctica inflamada, tanto íntima
como ambiental. (Véase: Identity
Youth and Crisis por E. Erikson). La
familia bitácora anticuada desprovista de polo magnético La
familia, en esta etapa, ha dejado de ser el lugar preferido donde se busca
información. Ésta ha sido sustituida por medios de comunicación y por
el impacto de la afiliación a grupos. Fuentes conjuntas, que actúan como
crisoles. Fraguas,
donde fundir y donde templar nuevas direcciones a viejas inquietudes ---
el joven moderno, navega al garete en su añoranza incierta. Porque
la adolescencia, es asimismo un período de duelo y de tristeza. Duelo y
tristeza por la pérdida del paraíso que la niñez, no muy lejana, antes,
constituyera. Confrontamos
con ello nuevas perspectivas. La
identificación idealizada con la generación anterior estalla, y a
diferencia de lo que ocurrió en los años 60s con la llamada emancipación
sexual, cuyo catalizador implicaba una confrontación. Hoy las pautas de
las generaciones anteriores ya no interesan, ni siquiera en términos de
oposición, y la asimetría se genera entre esas figuras pasadas y quienes
deben acceder a la autonomía estable de ser adulto. De
ahí también la importancia que tiene para los adolescentes, los conciertos y los “raves”, que constituyen modos de ensayo, de
formas y opciones, en búsqueda de esa utopía tan elusiva que, para
ellos, significa el ser feliz. (Véase mi ponencia: La
Guerra Contra las Drogas en monografias.com).
Esta lección es acerca de la adolescencia.
Pero de la adolescencia, vista como fenómeno demográfico aplicable al
entorno dominicano, como igualmente puede ser interpolada con la de
muchos países latinos con una clase afluente similar a la nuestra. Esta lección consiste
en un análisis de ésa, nuestra invención --- esa moratoria especial ---
que se caracteriza por una dependencia inusitada --- por todos, conocida
como la adolescencia --- y de sus epifénomenos emocionales y sociales. Ya que como, antes de
mi parafrase, en el título de mi ponencia, anteriormente citada, Erikson
dijera: La Pubertad es fenómeno de Dios, la adolescencia, es invención
del hombre. Entonces, hablemos de
la adolescencia --- la invención humana (Véase: Centuries
of Chilhood por P. Aries).
Cuando de la
adolescencia se habla, la “identificación”, como parte esencial la
misma, se insinúa en el tema Si
la identificación siempre fuera una tarea ardua para los adolescentes,
como algunos creen. Ya que, de acuerdo con ellos, ésta constituye la
labor principal de este período en el ciclo vital. Hoy se haría más difícil
--- según el autor de este ensayo --– en tiempos en que, bajo la crisis
de identidad de la sociedad en general, los adultos mismos atraviesan una
desorientación, que sólo podría resolverse a través del examen y mutua
dialéctica entre generaciones, por todas partes del mundo civilizado. Dejemos
claramente establecido, desde el principio, que: la identificación --– sexual
--- que es lo que al término “identificación” oblicuamente alude. No
es tarea de la adolescencia --- sino que es tarea de la pubescencia, la
que, para estos tiempos, estaría ya rebasada. La
tarea de la adolescencia, no es una sino que son dos
tareas: el logro de la autonomía y la adquisición de la
independencia. La
tragedia ocurre en una discoteca local. Jóvenes consumen tequila. Lo
hacen en una gesta de resistencia al alcohol --- hasta que, víctimas de
la intoxicación --- algunos pierden la vida. El hecho conmovedor, resalta
tanto la desprotección homicida a la cual están expuestos muchos
adolescentes --- como su espíritu es dócil y, a veces, fatalmente
sugestionable. Todos
reprobaron lo ocurrido, aunque sucediera, por voluntad de las víctimas. Todos,
asimismo prometieron precaver situaciones similares --- para pronto,
olvidando su experiencia y promesas --- retornar en rebusca de nuevos
entusiasmos parecidos. Que
lo repitan no debe sorprendernos, ya que es parte del estado de flujo
emocional que caracteriza este período de la vida. La
razón no es simple. Es
que, comprendámoslo, la adolescencia es un tiempo abierto a la revisión
y a la producción de dos tipos de procesos de reestructuración psíquica:
1.
los que determinan los modos de consolidación de la identidad sexual que
comienzan en la pubertad y 2.
los que plasman la reconstrucción de afirmaciones éticas, sometiéndolas
a una valoración individual con el fin de lograr una independencia
madura. La
palabra clave es: independencia --- a la que añadiremos, “madura” y
“genuina”. Erikson
describió esta etapa como un período de dialéctica inflamada, tanto íntima
como ambiental. (Véase: Identity
Youth and Crisis por E. Erikson). La
familia bitácora anticuada desprovista de polo magnético La
familia, en esta etapa, ha dejado de ser el lugar preferido donde se busca
información. Ésta ha sido sustituida por medios de comunicación y por
el impacto de la afiliación a grupos. Fuentes conjuntas, que actúan como
crisoles. Fraguas,
donde fundir y donde templar nuevas direcciones a viejas inquietudes ---
el joven moderno, navega al garete en su añoranza incierta. Porque
la adolescencia, es asimismo un período de duelo y de tristeza. Duelo y
tristeza por la pérdida del paraíso que la niñez, no muy lejana, antes,
constituyera. Confrontamos
con ello nuevas perspectivas. La
identificación idealizada con la generación anterior estalla, y a
diferencia de lo que ocurrió en los años 60s con la llamada emancipación
sexual, cuyo catalizador implicaba una confrontación. Hoy las pautas de
las generaciones anteriores ya no interesan, ni siquiera en términos de
oposición, y la asimetría se genera entre esas figuras pasadas y quienes
deben acceder a la autonomía estable de ser adulto. De
ahí también la importancia que tiene para los adolescentes, los conciertos y los “raves”, que constituyen modos de ensayo, de
formas y opciones, en búsqueda de esa utopía tan elusiva que, para
ellos, significa el ser feliz. (Véase mi ponencia: La
Guerra Contra las Drogas en monografias.com). En
una ponencia, ya vieja, una vez propuse: “The
task of adolescence is to grow up and away…” (La tarea de la
adolescencia es crecer y partir) --- Lo que para muchos de entre los jóvenes
en tan triste como dificultoso. (Julio
11-13, 1980: 32nd Annual
Scientific Assembly-The Missouri Academy of Family Physicians. Lake of the
Ozarks: “An Overview of the Management of Behavioral Disorders of
Children and Adolescents”. La
emancipación, simultánea aunque subrepticia, de los padres. A, veces,
toma forma de una rebelión donde se cuestionan los valores de la generación
vieja. Donde se resaltan las falsedades y donde se demanda un derecho de
autonomía. Autonomía que puede expresarse como libre albedrío en
materias del sexo, del uso de las drogas o del cigarrillo, de desdeñar la
educación universitaria, o de sumergirse en la profundidad caótica de la
anorexia o de cualquier otra disorexia --- el ciego, guiando al (otro) menos
ciego --- que los grupos, para tantos, significan. (Aquí recomendamos: Anorexia
Nervosa: Let me Be! Por A. Crisp). Estas
opciones pueden ser ilusorias La
renuncia a los principios de la generación anterior, aunque ésta sea mínima
o simbólica, y la recomposición de valores –-- que fueron aceptados y
que ahora son rechazados, simplemente, por provenir de los padres o de sus
representantes --- resultan actualmente más complejos que en otros
tiempos. Es como si la generación anterior fallara en dar los ejemplos
constantes y válidos que son esenciales para proveer una identidad
madura, sólida y duradera. No
puede esperarse que se viva por ejemplos que son frágiles. Pero
el proceso no avanza sin tropiezos, entre ellos aparece, el descubrimiento
inesperado de la cesación del vínculo matrimonial de algunos padres,
cuyo maridaje, a menudo se disuelve cuando los hijos entran esta etapa. La
caracterización de los progenitores, como figuras que viven crisis
existenciales ellos mismos, asimismo aparece como obstáculo en sus vidas
confusas y desprevenidas. Y
la confusión que produce en la mente del joven, la tendencia de algunos
papás de abusar de las drogas, mientras condenan el uso de las mismas por
la juventud --- o de hacerse la vista gorda, si respecta a las actividades
sexuales. A todos confunde, especialmente a los hijos.
(Véase mi ponencia: Crisis
Existencial). La
sociedad dominicana, como la de tantos países, atravesada por
acontecimientos históricos aún no asimilados y cuyo movimiento no
garantiza que se encuentre en tránsito hacia lugar previsible alguno, no
puede determinar el marco visual en el cual se inserten las generaciones
que transitan entre la infancia y la juventud. Los
procesos de alienación de los adultos, obligados a reubicarse
cotidianamente para garantizar su inserción en la cadena productiva –--
sino en el proceso social en su conjunto ---– constituyen un obstáculo
mayor para la elaboración de propuestas que no dejen a los adolescentes y
jóvenes tempranos a la merced de la alienación social. No
es todo lo que es crítico He
señalado en otras ocasiones la diferencia entre los procesos de auto
conservación y de auto preservación, que constituyen los fulcros de la
ecuanimidad personal. Siendo
el ego un elemento de identificación que toma a su cargo y metaforiza la
totalidad de los procesos de establecer la realidad suprema; sus bases se
estabilizan alrededor de dos mojones: 1.
aquél que tiene que ver
con la identidad sexual y 2.
aquél que determina la
garantía de la independencia madura. Ambos,
actuando como conjunto de fuerzas, articulan el ser cohesivo y consciente
del individuo, y no sólo su existencia. En
tiempos de estabilidad emocional, siempre viajan juntas, y se puede
preservar la identidad sin por ello dejar de ser quien se es. En otras
palabras, manteniendo el sentimiento y la noción de una individualidad
basada en la conciencia personal. (Véase: The
Feeling of What Happens: Body and Emotion
in the Making of Consciousness por A. Damasio). Pero,
en épocas históricas separadoras, ambos ejes entran en contradicción y
la supervivencia biológica se contrapone a la vida psíquica. Lo que
obliga a optar entre sobrevivir a costa de dejar de ser, o seguir siendo
quien se es, a costa de la vida emocional. A
este fenómeno, Erikson llamó “la difusión de la identidad”,
significando la abolición de la misma. La
crisis de identidad de la sociedad dominicana pone de manifiesto que esta
contradicción acecha al conjunto. En la disminución de quienes se ven
lanzados al mercado laboral tempranamente en la búsqueda o conservación
del trabajo. Mientras quedan atrapados en el sostenimiento de lo
insatisfactorio y, paradójicamente, con temor a perderlo. Si
los adultos están confusos… ¿dónde queda el adolescente? El
trabajo: el trabajar como deber --- y --- el trabajo: el trabajar, como
etapa de maduración consolidada… En
nuestro medio, el trabajo se repudia, y el joven, en su forma más
ferviente, lo evade. La
separación generacional entre mayores e hijos, se agrava por el hecho de
que el país se ha convertido en un lugar transitorio para los jóvenes
que aún piensan en un futuro posible, y en un espacio sin sentido para
quienes tienen vedada incluso esa perspectiva. Pero
el signo más notable del vacío ideológico en el que se ven sumergidos
los adolescentes radica en que el discurso de los padres se ha deslizado
hacia el plano auto conservativo --- a lo auto conservativo inmediato,
cuando temen que anden por las calles porque les pueden robar o matar o
porque pueden matarse o quedar librados a situaciones de desprotección
extrema. Y a lo auto conservativo mediato, cuando se les plantea que todo
el sentido de su vida actual está regido por la necesidad de no caer de
la cadena laboral en el futuro cercano; sino que se diviertan lo que
puedan, pero que al mismo tiempo que sueñen que sobrevivirán económicamente.
Despojado
el estudio formal de todo valor simbólico, permanece propuesto, en las
representaciones dominantes de la sociedad, como medio de acceder a
posibilidades de supervivencia --- Y si el robo no es propiciado como
salida posible, ello no es sólo por los recatos morales que la sociedad aún
conserva, sino por la inviabilidad de su ejercicio exitoso sin acceso al
poder económico o político. “Me
gusta leer, me gusta leer, me gusta leer…” Es mensaje huero, a menudo
proferido por aquéllos quienes nunca apartan las cubiertas de un libro. Hecho
triste… (Véase mi ponencia: La
Personalidad Mimética en monografías.com
y en Psikis). Muchos
jóvenes en este u otros países insulares en su psicología, como tienden
a ser los países de Latinoamérica, confrontan a diario las
contradicciones incongruentes de figuras en autoridad que se proyectan a sí
mismas en los periódicos como modelos de virtud a seguir. Mientras que se
enriquecen del dolo y el ardid, mantienen amantes públicamente y no
tratan de disfrazar sus ambiciones políticas y de riquezas producto del
latrocinio. (Véase mi ponencia ¡Libres
al fin! Que aparece en monografias.com). En
este respecto la venalidad eclesiástica contribuye enormemente, porque
los clérigos endosan, ambos, los comportamientos inmorales y a quienes
los proyectan --- siempre y cuando sean poderosos, adinerados o ---
preferiblemente --- ambas cosas. El
aceleramiento en la pubertad, de la pubertad misma, por la sobrealimentación desregulada y la de
tareas vinculadas a la adolescencia, de temas que deberían ser
incumbencia de edades más avanzadas, no es sino el efecto de la angustia
que rige al conjunto --- la angustia resultante es tanto de padres como de
hijos. Entrelazados al temor de que los goces no alcanzados en el presente
ya no tengan lugar en el futuro. Lo
que subyace un moralismo de conveniencia y de apariencias. Un moralismo
vinculado a admitir que algo no funciona, pero que no existe modo para
remediarlo. Un
ejemplo, a mi mente brota, en este respecto. En
las clases pudientes dominicanas --- ya que aquí no existen “clases
medias” --- se acostumbra a permitir relaciones amorosas, con todo lo
que éstas conllevan, entre mujeres de menos de quince años, en espera de
su celebración “quinceañera” con hombres casados, divorciados y que,
a menudo, duplican o aun triplican la edad de la niña inexperta.
No
se debe, sin embargo, suponer que los adolescentes están sometidos a la
ausencia de un universo modulador posible. Las instituciones mediadoras de
la identificación han variado y de ellas depende la recomposición de
procesos de identidad que enfrenten la desintegración. Los
padres mismos, por razones extrañas, temen el ejercicio de su autoridad,
confundiendo aun más a sus hijos confusos. Algunos
gestionan soluciones --- tratando de hacer “algo”… En
nuestro entorno, siguen operando micro grupos que proponen establecer
modos de cohesión y de re-identificación para los adolescentes y jóvenes
e incluso para los adultos. Pero, no se vislumbran aún grandes proyectos
capaces de articular una reestructuración en conjunto de la sociedad, la
cual, actualmente, sólo se unifica en el sentimiento general compartido. Lo
que es milagroso es que aún se conserven, luego de traumatismos
reiterados y desilusiones innumerables, rasgos de solidaridad y espíritu
de recomposición donde pueden apoyarse los tres pilares de la identidad:
las representaciones, los fines compartidos y los afectos vinculantes. Los
restos de un país solidario, que se define por la producción de bienes
simbólicos, emergen en los intersticios donde se insertan las
posibilidades plasmadoras de los adolescentes; desde los movimientos de
rescate específico de su historia –-- en la cual la Noche Larga de la
Indiferencia de los padres, ocupa un lugar definitivo como símbolo de una
generación que trasciende --– hasta la participación, fundidos en una
masa que abarca varias generaciones, en razón de que el trabajo, o su
carencia, amalgama más allá de las particiones que la educación impone.
Sin
dejar de lado las formas espontáneas de recomposición de la
marginalidad, en la cual las identificaciones recíprocas se proponen por
la concepción de códigos convenientes, que intentan liberar el robo,
concebido como trabajo; de la tutela corrompida de los adultos que hacen
usufructo del mismo. El
caso reciente de los tantos bancos de quiebras fraudulentas y de tantos
desfalcos al gobierno --- y al público. Que, por todos conocidos, no
dejan de afectar a la juventud, siempre en búsqueda ansiosa por modelos
de probidad y justicia. Como
tantas veces hemos dicho en nuestras ponencias al tema, a nadie satisface
la absurdidad implícita en el adagio malgastado de, “Haz como yo digo,
pero no como yo hago”. Como
alguien conocido dijera: “Siendo mi pariente, y habiendo engañado a
papi… ¡que ahora quiera ser presidente es algo increíble!” --- lo
peor siendo, que esta observación puede aplicar a cualquiera de ambos
sexos. Pero
más inverosímil aún es que pueda llegar a suceder --- porque, es este
el país donde todo lo imposible sucede…
Todo
ello ocurre mientras que muchos padres e hijos pretenden ignorar lo que
todos saben --- que el papá y la mamá viven una mentira matrimonial y
que los logros monetarios gozados por la familia fueron mal habidos. En
estos recitales dramáticos en los cuales las palabras de la realidad
suplantan al discurso político para el público consumidor, muy poco les
queda a los padres, que puedan hacer cuando sus sermones caen en oídos
indiferentes --- sino sordos.
Tú saliste con mi novio, ¡chopa!
Invitemos
a Melania de nuevo Melania
ha aparecido en otras ponencias, como algunos recordarán. En
esta lección solamente requerimos su presencia para ilustrar un aspecto
incongruente de la relación con su madre. Algo
que, a muchos les sonará familiar como ya veremos. La
madre tuvo a Melania por accidente. La tuvo porque la concibió resultado
del sexo desprotegido. En su propia manera de entenderlo, la mamá se
sintió traicionada por su propia madre por no haber enseñado a tres
hijas cómo no salir embarazadas, si nada más. Cuando
Melania nació, la madre, aun muy joven y sin haber terminado el
bachillerato, contrajo nupcias con el padre de la niña, salió de él y
pronto reanudó su juventud interrumpida dejando la recién nacida bajo el
cuidado de su propia madre. A
medida que Melania creciera y se tornara en el torbellino emocional y de
comportamientos que fuera, la mamá se distanció progresivamente de ella. Más
adelante, habiendo comenzado terapia y llegado a un equilibrio emocional
que le permitiera, por vez primera en su vida disoluta, querer protegerse
contra embarazos imprevistos, la mamá rehusó dar su consentimiento, en
bases de que de así hacerlo, sería dar “luz verde para el sexo” ---
añadiendo sobriamente, “yo sé que es puta, pero no con mi
permiso…” (Para entender mejor este asunto, léase mi artículo: Temas
de la Neurociencia: Coherencia
en la Educación). Prosigamos Los
requisitos de una reestructuración personal tienen así bases en las que
sostenerse, y ello desde un proceso de unificación recíproca del
conjunto, ya que no hay condiciones para proponer una perspectiva de
identificación a los adolescentes si no se recomponen las grandes líneas
de la cohesión emocional que se ven fracturadas en los adultos mismos.
Identidad ésta, que no puede modularse sino en el continuo de una
recuperación social de los preceptos que, más allá de sus fallas y
capitulaciones, formaron a varias generaciones. El
país aún se alimenta de su capital simbólico, al cual no debemos
renunciar sin una revisión profunda que nos permita saber quiénes somos,
sin una asimilación de los hastíos e impasses a las cuales fuimos
conducidos, con las dosis de verdad con las cuales lo más lúcido del
siglo pasado se identificó.
En
resumen En
este país vive una adolescencia frustrada y acrimoniosa por lo poco que
hemos hecho para guiarlos con firmeza y para comprenderlos con ternura. Les
ofrecemos oportunidades de estudio, sin preguntarles cómo les va en sus
carreras y qué notas están sacando en la universidad --- lo que no
hacemos por miedos de molestarlos, y porque tememos que nos digan: “Y, a
ti, ¿qué te importa?” Les
tememos porque sus fallos, para siempre serán los nuestros, ya que a
nosotros nos tocará recoger las piezas del debacle. Los
que se gradúan --- luego de cambios caprichosos de carreras --- lo hacen,
a menudo por vis a tergo, y sin saber cómo llegaron a lograrlo. El
post graduado es rutinario. Por medio de influencias políticas se asegura
de que los nuevos profesionales trabajen en sinecuras sin significado
moral, para que ellos simplemente existan, y esperando que entonces, ellos
las tomen como labores genuinas, dignas y provechosas. Esperamos
muy poco de ellos. Mientras que los preparamos para nada de utilidad con
qué enfrentar un futuro --- Un futuro que sea independiente de nuestro
subsidio sin interrupción. Nuestro
monstruo es que nuestros hijos jóvenes, son reflejos de nuestra apatía
--- como padres, y descuido emocional --- como modelos de identificación
--- ya que nos jactamos de vivir la vida, como nos place
a nosotros, y ¿qué más da?
Amor adolescente: ¿Antes? o ¿después… del himeneo?
Dr.
Félix E. F. Larocca El
amor, como apego, es un proceso de naturaleza esencial para el desarrollo
equilibrado de la mayoría de los vertebrados superiores --- especies
entre la que la nuestra se encuentra, y en las que de alguna forma
intercalada, muchas de las castas de animales sociales como las hormigas,
las termitas y las abejas, asimismo se pueden contar. (Para el
entendimiento de esta lección, recomendamos las siguientes ponencias, por
mí escritas: John Bowlby: Apunte
Biográfico, Apego: ¿Servilismo
o Amor Sano? y Apego Humano).
Capaz
de abnegación, nepotismo y de altruismo… sin mencionar la embriaguez… El
amor como objeto del estudio de las neurociencias es un sujeto fascinante
que ocupa otras ponencias. (Véase: La monogamia y
sus aspectos de adaptación).
Pero
el amor y el sexo no son iguales El
amor y el sentimiento sexual, aunque se consideran sincrónicos y armónicos,
no siempre lo son. Los
sentimientos sexuales son instintivos para la reproducción y comienzan
mucho antes de la pubertad --- vide
supra. Como ha sido notado por Havelock Ellis, S. Freud, San Agustín
y Alfred Kinsey. Los niños bien pequeños y hasta los bebés de dos y
tres meses experimentan sensaciones eróticas. (Véanse mis ponencias al
respecto). El
sexo y la sexualidad El
sexo en la adolescencia nunca se debe considerar con reproche o exclusión
por parte de los adultos. La transparencia es esencial ya que pocos
adolescentes modernos gozan de suficiente desarrollo emocional,
conocimiento específico, o poseen la madurez para estar sensiblemente
envueltos profundamente; formulando compromisos serios, con una compañera
o compañero sexual. Para
los adolescentes y los adultos por igual, el estar envueltos sexualmente
siempre debe juzgarse con una norma de lo que es ventajoso o de lo que no
lo es. Las experiencias sexuales serias que brindan crecimiento y
felicidad, mediante el intercambio de valores objetivos, son generalmente
benéficas sin importar la edad. Pero las relaciones sexuales casuales,
que no se fundamentan en valores éticos o que se forman desde una base
hedonista, son dañinas para todos, porque socavan la autoestima y
obstruyen los sentimientos valiosos. Concebido
así, se entiende que el comportamiento sexual del ser humano posee
matices psicológicos profundos. Los
adolescentes que inician relaciones sexuales antes de que sean maduros,
como viéramos en el caso de Melania, o que deseen envolverse en
relaciones serias sin preparación alguna, van a comprometer su futura
capacidad para lograr el amor sensible. La pérdida de autoestima que
resulta de entregar casualmente el cuerpo, milita en contra de los
placeres emocionales, del amor romántico y de la felicidad de pareja a
largo plazo. De igual manera, el sexo casual o manipulador debilita la
autoestima, independientemente de la edad. (Véanse mis ponencias: Bebé
Obeso y Temas de las
Neurociencias: Sensatez en la Educación).
La
vie blue.
Pablo Ruiz Picasso El
matrimonio… El
matrimonio de por sí no es el único criterio para comenzar relaciones
sexuales. De hecho, el evitar el sexo hasta el matrimonio, para un
creciente número de personas, es una decisión invalidada por la
costumbre actual. Es así, porque ahora se cree que en cualquier relación
seria de amor romántico, el sexo satisfactorio es requerido para el
completo crecimiento y la intimidad emocional. (Véase mi ponencia: El
Himeneo, ceremonia trivial ¿o tribal?…). Que
el sexo prematrimonial y casual existe, es una realidad que hay que acatar
--- y no, que atacar. Es
una realidad y hay que reconocer su existencia para asimilarla. En
adición al logro del crecimiento emocional completo, muchos proponen, que
el sexo prematrimonial orientado meramente hacia los placeres, entre
personas maduras y preparadas para practicarlo, les ayuda a eliminar la dañina
ansiedad de ejecución sexual frecuentemente experimentada en los
matrimonios vírgenes e ingenuos. Esa liberación de ansiedades sexuales
permite, dicen ellos, que ambos en la pareja se concentren en asuntos no-sexuales
que son importantes en las relaciones románticas que producen duración.
(Una obra de aparición reciente, apropiada a este tema, y de interés
literario: On Chesil Beach por I.
McEwan). Nada
más absurdo. El veredicto final es, que pesar de todo lo que se ha dicho:
La infidelidad y el divorcio, entre estas parejas casuales, siguen un
curso inexorable de progresión sin interrupciones, porque parten de la
convivencia experimental y sin obligaciones mutuas. (Véanse mis ponencias:
Virgen, El Himeneo… y La
Monogamia y sus Aspectos de Adaptación). El
sexo da la vida. Pero, no es todo lo que hay en la vida Para
muchos, obsesionados con el sexo, como actividad de placer, este se
convierte en fuente de recreo y nada más. Para ellos, por ser mal
ajustados, se reservan los terapeutas del campo impreciso de la sexología. Y
para los que, usando la comida como sustituto al sexo, se empachan por
razones similares, existen los dietistas --- profesionales que son
asimismo improbables desde el punto de vista natural.
Las
relaciones sexuales no-maritales pueden proveer una gama completa de
valores sensuales y placeres mixtos y complejos, ya que a veces permanecen
incompletas con excitaciones diferentes al sexo marital, convencional y
fiel. Las aventuras sexuales no-maritales ofrecen importes nimios que,
aunque satisfacen la sensualidad, no exaltan la vida, mientras evitan el
sacrificio de la felicidad que domina los matrimonios cerrados que se
basan en el deber mutuo y en el culto de la honestidad. Las
relaciones sexuales no-maritales generalmente permiten poco tiempo y roban
libertad para el trabajo creativo y el desarrollo del ego maduro, lo que a
su vez puede conducir a una merma de valores, seguridad y fortaleza ---
eso opinan quienes conciben el sexo como parte del desarrollo total
del ser humano. (Véanse los trabajos de Erik H. Erikson al respecto).
Oralidad sexual temprana… La
seducción como técnica El
primer
manual sexual (Ars Amatoria) conocido fue escrito alrededor del
Siglo II AC por el poeta romano, Ovidio. Este breviario enfatiza las técnicas
de seducción para el sexo casual. Además de esto, el
manual promueve agresivamente la perspectiva de diversión, de "don
Juan" o del "play boy" en cuanto al sexo; mientras
que enseña varios juegos en los cuales se desempeñan roles o se actúan
libretos con técnicas manipuladoras para seducir a las mujeres.
Shakespeare lo menciona en The
Taming of the Shrew (La Fierecilla
Domada).
Lo
mismo de siempre… Los
enfoques de Don Juan y del "play boy" hacia el sexo, hoy
usan champaña, carros lujosos, manipulaciones
recreativas del compañero o compañera sexual y el profesar
"sinceridad" y "seriedad", pragmáticamente, cuando ésta
resulta conveniente, estratégicamente. Pero la mayoría de los don
Juanees modernos sólo pueden fingir lujuria mientras realmente están
aterrorizados de su propia ineptitud sexual --- porque el don Juan, a
menudo es homosexual latente, impotente, o ambas cosas.
Algo a lo que asimismo Shakespeare alude en su drama The
Two Gentlemen of Verona (Los Dos
Caballeros de Verona). Muchos
don Juanees nunca han experimentado éxtasis psicológicos/eróticos/sensuales
y toda su vida permanecen siendo vírgenes psicosexualmente --- porque
ellos nunca desarrollan la capacidad de despertar ni de recibir placeres
sincrónicos. Por
eso, muchos, al fin y al cabo, terminan engordando y usando Viagra,
comenzando a una edad temprana. Mientras que los que reverencian la relación
madura entre parejas, prescinden de su uso de por vida. (Véase mi
ponencia: Sexo después de los 65 años
en monografías.com). Ovidio,
en su vida disoluta, pudo ser candidato al sexólogo de hoy o a mantener
un portal de erotismo en el Internet.
Lo
que es bueno saber y darse por enterado Tras
cada relación sexual, psicológicamente, existe un motivo saludable o
indirecto, aunque frecuentemente ese motivo permanezca escondido o
subconsciente. Una persona debe percatarse del motivo que él o ella tiene
para las relaciones entre los sexos. El esconder un motivo no saludable o
neurótico para una relación sexual, o no sexual, es destructivo para
ambos en la pareja. (Véase: The
Tangled Wing: Biological
Contrains in the Human Spirit por M. Konner). Donde
el hipotálamo hace su entrada Las
emociones negativas posteriores, son señales naturales de alarma,
provenientes del hipotálamo cerebral. Si una persona hace algo que no es
ventajoso para ella física o psicológicamente, el hipotálamo, luego de
haberlo registrado por los lóbulos pre-frontales y el sistema límbico,
lo va a comunicar con reacciones de malestar o incomodidad, similares al
desasosiego que se experimenta después de una hartura o exceso epicúreo
de cualquier tipo. Sentimientos posteriores al hecho, transmitidos por
este sistema regulador, normalmente indican con precisión si las acciones
ejecutadas fueron últimamente ventajosas o no ventajosas.
El sexo inmaduro es conflictivo y no colma al que lo practica con
nada más que resacas de remordimientos. (Véase mi ponencia: El precio de una “jartura”). La
seducción y la atracción --- cosas diferentes El atractivo seductivo y la sensualidad son dos condiciones diferentes. El atractivo seductivo o la seducción tradicional, involucran estrategias astutas para lograr un fin, frecuentemente con propósitos egoístas. Por otro lado, el sensualismo envuelve la franqueza y la expresión de sí mismo sin culpabilidad. La sensualidad es una característica saludable y deseable, mientras que la seducción generalmente es una característica artificiosa y corrompida. La sensualidad, cuando se utiliza para realzar el poder personal y el control sobre alguien más, nunca contribuye a la felicidad y al placer total. La seducción, cuando se usa para manipular al compañero o compañera sexual, socava la autoestima y destruye el derecho a la felicidad de la otra persona.
Joao
Miró Sin embargo, las técnicas de seducción para el sexo serio pueden ser laudables y beneficiosas. Esas técnicas son no-manipuladoras y se pueden contener una vez que la naturaleza del sexo maduro es comprendida. Los hombres y mujeres que adoptan los conceptos maduros pueden desarrollar técnicas efectivas de ascendiente sensual. Las técnicas envuelven el integrar el vestido, los cosméticos y el acicalamiento con las expresiones del cuerpo y la voz de la persona --- todas combinadas para proyectar mayor atractivo sexual. Una vez adquiridas, esas técnicas, que logran ventajas, están disponibles para usarlas siempre.
Pero,
cuando aquí, hablamos de la adolescencia, refiriéndonos asimismo al
sexo, no lo hacemos obedeciendo al deseo de hablar por hablar; sino que lo
hacemos por la razón específica de que creemos que padres, que hayan
tenido la paciencia de leer esta ponencia hasta este lugar, son padres que
desean un punto de partida para no sólo explorar los sentimientos de sus
hijos creciendo en un mundo repleto de enigmas y de posibilidades
inciertas, sino para igualmente asistirlos en su búsqueda por soluciones
a sus inquietudes normales --- de lograr, algún día, ser maduros.
Las fuerzas primarias de atracción, entre personas que se mueven camino a relaciones de amor romántico, son los rasgos únicos de la personalidad. Toda relación romántica basada en el sexo maduro generalmente progresa convirtiéndose en un proceso de fascinación mutua en el cual ambas personas en la pareja se esfuerzan en proyectar creciente atractivo sensual y sexual entre ambos.
Las
seducciones no manipuladoras no son seducciones en el sentido del Don
Juan, sino que son proyecciones de atractivo amoroso combinadas con
confianza, honestidad y, sobre todo, con ternura. Esa
clase de donaire ayuda a ambas personas en la pareja a ser sexualmente
libres y recíprocos, entre ellos, física y emocionalmente.
Edvard Munch, Flirt
En
resumen Como
todo en la vida del ser humano, el sexo requiere discernimiento y enseñanza.
Quizás, de todas las cosas importantes que hay que aprender en la vida,
el conocimiento sexual es el que más se descuida por quienes tienen, como
deber, enseñarlo. Por
su parte la madurez psicosexual natural, que en todos, debe de progresar
armoniosamente, falla en su cometido porque, a menudo, los padres y los
que, a los niños educan; no son ellos mismos maduros, no saben,
o no desean impartir este conocimiento. El
sexo maduro es libertad, no licencia --- como la mamá de Melania
creyera...
Estoy
embarazada y voy a tener mi bebé… Bibliografía Suministrada
por solicitud.
Epílogo:
¿Por
qué quo vadis en el título de
esta lección? La
expresión es latina, significando ¿Hacia
dónde vas? Refiriéndose al encuentro entre San Pedro y Jesucristo en
la Vía Appia. Pedro, huía sus
perseguidores, soldados del Emperador Nerón, cuando tuvo una visión de
Cristo a quien preguntara, “Domine,
quo vadis?” (Señor, ¿hacia dónde vas?). Jesús le contestó,
“Hacia donde yo voy, ahora, tú no puedes seguirme; pero tú me seguirás
después” (Juan 13:36). Pedro entendió que Jesús le decía que iba
camino a Roma para ser crucificado de nuevo. El santo apóstol, entonces,
acatando su propio destino, volvió a Roma donde fue crucificado en la
faldera de la Colina Vaticana, sitio que hoy ocupa la Basílica de San
Pedro. El
deber, parece tema apto para dar fin a esta lección… EEl
deber D
Dr. Félix E. F. Larocca
Pero
el signo más notable del vacío ideológico en el que se ven sumergidos
los adolescentes radica en que el discurso de los padres se ha deslizado
hacia el plano auto conservativo --- a lo auto conservativo inmediato,
cuando temen que anden por las calles porque les pueden robar o matar o
porque pueden matarse o quedar librados a situaciones de desprotección
extrema. Y a lo auto conservativo mediato, cuando se les plantea que todo
el sentido de su vida actual está regido por la necesidad de no caer de
la cadena laboral en el futuro cercano; sino que se diviertan lo que
puedan, pero que al mismo tiempo que sueñen que sobrevivirán económicamente.
Despojado
el estudio formal de todo valor simbólico, permanece propuesto, en las
representaciones dominantes de la sociedad, como medio de acceder a
posibilidades de supervivencia --- Y si el robo no es propiciado como
salida posible, ello no es sólo por los recatos morales que la sociedad aún
conserva, sino por la inviabilidad de su ejercicio exitoso sin acceso al
poder económico o político. “Me
gusta leer, me gusta leer, me gusta leer…” Es mensaje huero, a menudo
proferido por aquéllos quienes nunca apartan las cubiertas de un libro. Hecho
triste… (Véase mi ponencia: La
Personalidad Mimética en monografías.com
y en Psikis). Muchos
jóvenes en este u otros países insulares en su psicología, como tienden
a ser los países de Latinoamérica, confrontan a diario las
contradicciones incongruentes de figuras en autoridad que se proyectan a sí
mismas en los periódicos como modelos de virtud a seguir. Mientras que se
enriquecen del dolo y el ardid, mantienen amantes públicamente y no
tratan de disfrazar sus ambiciones políticas y de riquezas producto del
latrocinio. (Véase mi ponencia ¡Libres
al fin! Que aparece en monografias.com). En
este respecto la venalidad eclesiástica contribuye enormemente, porque
los clérigos endosan, ambos, los comportamientos inmorales y a quienes
los proyectan --- siempre y cuando sean poderosos, adinerados o ---
preferiblemente --- ambas cosas. El
aceleramiento en la pubertad, de la pubertad misma, por la sobrealimentación desregulada y la de
tareas vinculadas a la adolescencia, de temas que deberían ser
incumbencia de edades más avanzadas, no es sino el efecto de la angustia
que rige al conjunto --- la angustia resultante es tanto de padres como de
hijos. Entrelazados al temor de que los goces no alcanzados en el presente
ya no tengan lugar en el futuro. Lo
que subyace un moralismo de conveniencia y de apariencias. Un moralismo
vinculado a admitir que algo no funciona, pero que no existe modo para
remediarlo. |
En resumen
Los
dictámenes morales son esenciales, y como parte de nuestra historia
evolutiva, funcionan para asistirnos en adaptar a los rigores de nuestras
vidas y en lograr ser flexibles con nosotros mismos y en el trato con los
demás.
Ser
justos y dignos nos proyectará una imagen envidiable, como miembros
especiales de todo grupo al que pertenezcamos.
¡Marchemos,
entonces!
Bibliografía
Suministrada por solicitud.
Ver, además:
Dr. Félix E. F. Larocca en Letras Uruguay
Editor de Letras Uruguay: Carlos Echinope Arce
Email: echinope@gmail.com
Twitter: https://twitter.com/echinope
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