Veintitrés

Sonido astuto.
La frontera belga.
Cuajo de pus en la oreja de Francia.
Fatal sordera.
La Wehrmacht truena al este.
Su orinazo de zinc infla la tierra.
La Luftwaffe caga sus bombazas.
Los frentes enemigos,
recogen las visagras de sus ventanas sueltas.
La artillería nazi
les carga sus eructos metalúrgicos.

Las Ardenas.
Hitler quiere cascar la piedra con su martillo en cruz.
Viento escarpado,
hundido en la piscina del abismo.
Aguado patinazo de hielo busca venas
en penachudo bosque.
Divisiones blindadas.
Motorizado Regimiento Grossdeustschland
y la S.S Leibstandarte Adolf Hitler
con misión de avanzar
por Las Ardenas de Arton y Tintigny.
Conquistar una testa de puente sobre el Mosa.
Boquiabierta Sedán.
El paso es una apuesta de von Manstein.
Desguarnecido espacio.
Luz verde para los alemanes.


El Plan "Fall Gelb" me lleva a Maginot
bajo el aliento "paternal" del general von Leeb.

El Rhin agrisa su tienda de ranas
cuando nos presentamos en la orilla
para cubrir la retaguardia.
Los casamatas de la Línea
chupan un dulce agrio.
Entre las piedras ciegas,
la fantasmagoría secular
rescata formas de hormigón.
Las semillas heladas de la roca
cuelgan reglas de nieve en los alambres. 

En los "dientes de dragón" de la línea Sigfrido.
Se disolvió el teatro de fogueo.
El falo nazi se frotaba el tallo
en el pubis francés.

Cristina Landó
de Recuerdo de Guerra 

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